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Ione Belarra: de azote contra Marlaska por las devoluciones a plegarse a ellas
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CRISIS MIGRATORIA

Ione Belarra: de azote contra Marlaska por las devoluciones a plegarse a ellas

El Gobierno aprobará un crédito extraordinario para que las CCAA que acojan a menores migrantes llegados a Ceuta hagan frente a los gastos derivados de esta situación

Foto: La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. (EFE)
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. (EFE)

Hubo un tiempo en el que las devoluciones en caliente y la política migratoria en general se encontraban entre los principales puntos de fricción entre PSOE y Unidas Podemos. Cuando eran socios parlamentarios e, incluso, como socios de coalición. De hecho, la estrategia migratoria del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se convirtió en el primer gran choque público entre PSOE y Unidas Podemos apenas un mes después de formar Gobierno. Marlaska a un lado e Ione Belarra, por entonces secretaria de Estado de Derechos Sociales, al otro como la principal voz de los morados denunciando "racismo institucional" y abogando por una nueva ley de asilo menos restrictiva. Ahora, ante la peor crisis migratoria en años y cuando las devoluciones de inmigrantes irregulares procedentes de Marruecos superan las 6.500, Belarra y todo el sector de Unidas Podemos en el Ejecutivo se ha plegado a la estrategia del Gobierno centrada en las devoluciones exprés.

Antes de entrar en el Congreso como diputada, en 2016, trabajó con entidades del tercer sector centradas en la acogida de migrantes, como SOS Racismo o CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). Y, tras tomar posesión de la cartera de Derechos Sociales, recalcó su vocación de profundizar la apertura del Ministerio a los colectivos y organizaciones de la sociedad civil. Un perfil que la ha llevado a protagonizar duras intervenciones en la comisión de Interior durante la etapa de Mariano Rajoy tildando al Estado de prácticas racistas y denunciando que las leyes migratorias "perpetúan la discriminación".

Foto: Soldados vigilan a un grupo de inmigrantes en Ceuta. (EFE)

Tras el pacto presupuestario entre PSOE y Unidas Podemos que precedió a la moción de censura, enfocado como un acuerdo de legislatura, el ministro rescató las devoluciones tibias de inmigrantes a Marruecos y quiso contemporizar con la ley mordaza. Una decisión que ya generó un distanciamiento entre morados y socialistas. Nuevamente, Belarra fue la más beligerante y el partido mostró públicamente su rechazo.

En febrero del pasado año, tras la sentencia de Estrasburgo que avaló las devoluciones en caliente en las fronteras de Ceuta y Melilla, tanto los miembros de Unidas Podemos en el Ejecutivo como su grupo parlamentario incrementaron la presión sobre sus socios de Gobierno. Su objetivo era que las consecuencias de la sentencia no derivasen en una futura interpretación más restrictiva de la nueva ley de asilo y ofrecer "garantías de acceso a una frontera segura". Entonces criticaron que el fallo "manifiesta que la violencia [pretendidamente de migrantes contra las fuerzas de seguridad] es un límite al ejercicio de los derechos fundamentales".

La intención de UP en estos momentos es alinearse con los socialistas para contribuir a cerrar la crisis cuanto antes

Desde el entorno más cercano de la ministra reconocen en privado que estaría viviendo su papel en esta crisis con "incomodidad", al no estar de acuerdo en cómo se están gestionando las devoluciones y la presencia del Ejército. Estas mismas fuentes incluso reconocen que se estarían practicando "devoluciones en caliente" y avanzan que su intención en estos momentos es alinearse con los socialistas para contribuir a cerrar la crisis cuanto antes y, sobre todo, priorizar la acogida de los menores. Pero lanzan el aviso de que cuando se cierre la crisis plantearán el debate en el Ejecutivo para mostrar sus críticas y marcar posición propia o, lo que es lo mismo, desmarcarse de ciertas actuaciones.

Belarra forma parte como ministra de Derechos Sociales del comité de situación para Ceuta y Melilla creado en Moncloa, bajo la coordinación de la Vicepresidencia Primera, y del que también participan los ministros de Interior, Asuntos Exteriores, Defensa, Política Territorial e Inclusión, además de la directora del CNI. Esta semana, el departamento de Belarra convocaba de urgencia un consejo territorial de servicios sociales para proponer a las comunidades autónomas la acogida de 200 menores, del total de 750 identificados en Ceuta, e informaba también de que "estamos trabajando con el resto de ministerios para articular todos los mecanismos que hagan posible que estos niños tan pequeños —en referencia a los que querrían regresar a su país de origen de forma voluntaria— puedan volver con sus familias en condiciones de seguridad y con todas las garantías jurídicas".

Foto: Pablo Iglesias, en la noche electoral del 4-M. (EFE)

La próxima semana, el Gobierno aprobará un crédito extraordinario para que las comunidades autónomas que acojan a menores migrantes llegados esta semana a Ceuta hagan frente a los gastos derivados de esta situación, según han informado a 'Europa Press' fuentes de Derechos Sociales. Las mismas fuentes han explicado que se dará luz verde a esta partida en el Consejo Territorial que tendrá lugar este martes y que en esa reunión, previsiblemente, se tratará también el reparto de esta cuantía entre las diferentes autonomías.

Ni ruido ni mensajes en redes sociales que contradigan la línea adoptada por el Ejecutivo. Tal y como exigió la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, en su última reunión con los miembros de Unidas Podemos en el Gobierno y los diputados del grupo parlamentario. Solo la europarlamentaria y secretaria de Internacional de Podemos, Idoia Villanueva, rompió el silencio decretado desde el partido al defender la libre determinación del pueblo saharaui y acusar a Marruecos de usar a personas para generar la crisis en Ceuta. La única línea oficial trasladada en los últimos días por Podemos se ha limitado a recalcar la necesidad de que "se evite que la gestión de esta crisis favorezca la expansión de las ideas y comportamientos autoritarios". También que, "aunque haya que tomar medidas rápidas para evitar que la crisis se profundice, es importante no perder los nervios".

Foto: Un grupo de inmigrantes intentan cruzar a España a bordo de dos barcas cerca de la playa ceutí de El Tarajal. (EFE)

Desde el grupo parlamentario han limitado sus iniciativas a una pregunta escrita al Ministerio de Defensa sobre los detalles del protocolo seguido en el despliegue del Ejército y sobre las cautelas que se prevén para evitar que se pueda producir la conculcación del derecho internacional, "no solo en lo relativo a los derechos de la infancia, sino también en relación con la devolución en frontera de inmigrantes irregulares". De momento, y hasta que se cierre la crisis, la estrategia de los morados pasa por evitar cualquier choque dentro del Gobierno que dificulte su solución. Con todo, el líder del PP, Pablo Casado, ha responsabilizado a los morados de "producir la crisis diplomática" y ha reclamado a Sánchez que rompa con sus socios.

Se trata por tanto de una tregua momentánea, pero que va en la línea con el nuevo liderazgo de Yolanda Díaz que pretende alejar los conflictos internos entre los socios de la esfera pública y abrir una fase más pragmática. Belarra hacía gala este miércoles durante una entrevista del hecho de que el Gobierno lleva trabajando “desde el minuto uno” para dar salida a la crisis sobre la base de preservar los “derechos humanos” y otorgar una “seguridad jurídica absoluta”. Ni un reproche, al menos por el momento.

Hubo un tiempo en el que las devoluciones en caliente y la política migratoria en general se encontraban entre los principales puntos de fricción entre PSOE y Unidas Podemos. Cuando eran socios parlamentarios e, incluso, como socios de coalición. De hecho, la estrategia migratoria del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se convirtió en el primer gran choque público entre PSOE y Unidas Podemos apenas un mes después de formar Gobierno. Marlaska a un lado e Ione Belarra, por entonces secretaria de Estado de Derechos Sociales, al otro como la principal voz de los morados denunciando "racismo institucional" y abogando por una nueva ley de asilo menos restrictiva. Ahora, ante la peor crisis migratoria en años y cuando las devoluciones de inmigrantes irregulares procedentes de Marruecos superan las 6.500, Belarra y todo el sector de Unidas Podemos en el Ejecutivo se ha plegado a la estrategia del Gobierno centrada en las devoluciones exprés.

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