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El caso Hamouchi: cuando Marruecos cortó la colaboración antiyihadista por un agravio
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CRISIS EN CEUTA

El caso Hamouchi: cuando Marruecos cortó la colaboración antiyihadista por un agravio

Francia permaneció un año sin recibir datos por la investigación a un mando policial marroquí acusado de torturas. España corrió a condecorarle y se benefició de la situación

Foto: El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz junto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, en 2014. (Reuters)
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz junto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, en 2014. (Reuters)

La afrenta a Marruecos por parte de las autoridades galas derivó en 2014 en una profunda crisis diplomática entre ambos países. El reino alauí cortó sin contemplaciones la cooperación antiyihadista con Francia. El protagonista de esta historia es Abdelatif Hamouchi, el todopoderoso responsable de la policía antiterrorista marroquí. Durante una visita a París, fue citado por la Justicia por un caso de torturas. Esto originó una tormenta que España supo aprovechar. El Gobierno de Mariano Rajoy organizó un acto de homenaje al mando agraviado, según recuerdan ahora a El Confidencial fuentes policiales con responsabilidades en aquella época.

El caso Hamouchi ha vuelto estos días a la memoria de los agentes antiterroristas españoles. Sirva el precedente para acreditar que Marruecos es un país susceptible en sus relaciones internacionales cuando se siente ultrajado. Este es uno de los escenarios en los que se enmarca la llegada masiva de marroquíes a Ceuta. Tiene lugar después de que España acogiera en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario. Desde el país magrebí anunciaron que tendría consecuencias. Personas vinculadas a medios de comunicación afines a los servicios secretos de Rabat ya afirman que está cortada la cooperación antiterrorista con España.

“No hemos apreciado cambio alguno. Hay que esperar, no creo que afecte a este ámbito”

Fuentes de la lucha antiterrorista actuales consultadas por este periódico aseguraban este martes que por el momento no han notado alteración en sus relaciones con sus colegas marroquíes. “De momento nada, pero tampoco ha habido oportunidad. Veremos cuando sea necesario”, dice un mando. No niegan que llevan semanas asistiendo con atención a la situación tras el ingreso en un hospital de Logroño del líder saharahui Brahim Ghali. Son conscientes de que Marruecos no pasa por alto este tipo de situaciones, pero insisten en que no han notado "cambio alguno". "Hay que esperar, no creo que afecte a este ámbito”, confía otro mando policial antiterrorista.

El incidente que le costó caro a Francia tuvo lugar el 20 de febrero de 2014, cuando Hamouchi estaba de visita de trabajo en la capital francesa. Siete agentes de la policía judicial se presentaron en la residencia del embajador de Marruecos, enviados por un juez instructor, para llevarle a declarar. Pero Hamouchi se negó alegando que se encontraba en un edificio con extraterritorialidad como la residencia diplomática.

Denunciado por torturas

La denuncia por torturas contra él la presentó la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT) de Francia. Fue por los casos de Naama Asfari, un saharaui casado con una francesa y que cumplía una condena de 30 años en Salé (Marruecos), y de Adil Lamtalsi, un franco-marroquí residente en Francia.

Foto: Los saharauis liberados por Marruecos aseguran haber sufrido torturas

Estas graves acusaciones y la negativa de Hamouchi a colaborar con la justicia francesa no fueron obstáculo para que España le condecorase. El 22 de octubre de ese año 2014 el Ministerio del Interior que dirigía Jorge Fernández Díaz anunció que se le había reconocido con la Cruz honorífica al Mérito Policial. La medalla se la impuso en persona en Madrid el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. En la escueta comunicación oficial se limitaban a destacar su “alto grado” de colaboración.

Reconocían así el "ejemplar trabajo" conjunto entre España y Marruecos, que facilitó en los meses previos la desarticulación de diferentes estructuras logísticas y de captación de terroristas yihadistas en las localidades marroquíes de Castillejos, Tetuán y Fez, y en Ceuta y Melilla. De aquella reunión surgió el compromiso de ambos países de mejorar el intercambio de información y los dispositivos operativos.

El 'incendio' de Javier Bardem

Paralelamente, Marruecos mantenía su castigo a Francia hasta el punto que España tenía que hacer la función de puente en algunos, según recuerdan las fuentes consultadas. Tras el incidente con Hamouchi, Marruecos llamó de urgencia al embajador galo. Consideraron el incidente un ejercicio de “soberbia” contrario a los usos diplomáticos.

La condecoración policial a un mando extranjero sobre el que pesaban esas sospechas de torturas causó la indignación entre varios diputados

En aquellas fechas, la relación entre ambos países se vio también agitada por unas declaraciones del actor español, Javier Bardem, reconocido defensor de la causa saharaui. Según dijo, un embajador galo le había confesado años atrás que su país miraba para otro lado en la cuestión del Sáhara y que Marruecos es “una amante con la que se duerme todas las noches, de la que no se está particularmente enamorado, pero que se debe defender”.

La condecoración policial a un mando extranjero sobre el que pesaban esas sospechas de torturas causó la indignación entre varios diputados y se pidieron explicaciones al Ejecutivo, que volvió a apelar en una respuesta parlamentaria escrita a la fructífera cooperación de ambos estados. El ministro Fernández Díaz volvería a recibir a Hamouchi en marzo de 2016. Para entonces, las relaciones entre Francia y Marruecos ya se habían restablecido. Los franceses sellaron las paces tras un año de crisis con otra medalla para el mando policial. Hubo que dársela en Rabat ante el riesgo de que los jueces le volviesen a citar si pisaba territorio galo.

El propio Fernando Grande-Marlaska, actual ministro del Interior, también firmó en septiembre de 2019 la concesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, según consta en una resolución del Boletín Oficial del Estado. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Grande-Marlaska manifestó que la cooperación policial con Marruecos es "eficiente".

La afrenta a Marruecos por parte de las autoridades galas derivó en 2014 en una profunda crisis diplomática entre ambos países. El reino alauí cortó sin contemplaciones la cooperación antiyihadista con Francia. El protagonista de esta historia es Abdelatif Hamouchi, el todopoderoso responsable de la policía antiterrorista marroquí. Durante una visita a París, fue citado por la Justicia por un caso de torturas. Esto originó una tormenta que España supo aprovechar. El Gobierno de Mariano Rajoy organizó un acto de homenaje al mando agraviado, según recuerdan ahora a El Confidencial fuentes policiales con responsabilidades en aquella época.

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