España devuelve a 4.330 irregulares y destina 30M a Marruecos para controlar la crisis

El Gobierno está en alerta máxima ante la inesperada crisis migratoria originada este lunes en Ceuta con la llegada de miles de personas migrantes, muchas de ellas menores, desde el otro lado de la frontera con Marruecos. Tras el envío del Ejército y el refuerzo de efectivos policiales, Pedro Sánchez ha cancelado su agenda, incluido un viaje previsto a París, y viajará junto con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la ciudad autónoma. A media mañana se habían devuelto 2.700 inmigrantes, según informó el responsable de Interior, al amparo de los acuerdos de 1992 firmados con Marruecos.

A las 16:00 horas la cifra ascendía a 3.800, según los datos actualizados de la subdelegación del gobierno en la ciudad autónoma, de un total de 8.000 inmigrantes que habrían cruzado la frontera de manera ilegal, muchos de ellos menores. Una política de devoluciones que se prolongará durante el periodo en el que se extienda esta crisis. A última hora de la noche, esta cifra llegaba a 4.330, según fuentes policiales. El Consejo de Ministros ha aprobado este lunes una ayuda de 30 millones a Marruecos, que se había incluido en los Presupuestos, para el control policial de las fronteras.

El responsable de Interior ha evitado realizar referencias a Marruecos durante su intervención inicial tras celebrarse la reunión del Consejo de Ministros, al igual que la ministra portavoz María Jesús Montero, si bien ha avisado que España será "beligerante en la defensa de la frontera". Así ha insistido en que se pondrán todos los medios necesarios "para proteger la integridad de las fronteras y proceder a la devolución inmediata" de los inmigrantes que crucen irregularmente la frontera. La única referencia al Gobierno alauí ha sido para asegurar que "estamos hablando con las autoridades marroquíes y en cooperación diaria" con ellas y para calificar la relación como "consolidada, aun cuando tengamos en algún momento que hacer frente a episodios como este, que será revertido a la mayor brevedad posible".

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La cautela a la hora de referirse a Marruecos está siendo la principal pauta del Ejecutivo, que se refiere a esta crisis como un asunto de Estado y a una crisis migratoria que vincula a "muchas circunstancias", especialmente derivadas del reto demográfico asociadas a cuestiones humanitarias y socioeconómicas por la pandemia. Circunstancias "múltiples y muy complejas", por lo que Grande-Marlaska ha indicado que "vamos a ser prudentes en las conclusiones cuando se habla de retos demográficos y crisis migratorias". "Se está trabajando en alta diplomacia y en el diálogo con este país y tienen que ser conversaciones discretas", ha completado Montero, añadiendo que la diplomacia también se está realizando de forma multinivel en el seno de la UE.

Menos crípticos han sido los responsables europeos, como la comisaria de Interior, Ylva Johansson, para quien "lo más importante ahora es que Marruecos mantenga su compromiso de evitar las salidas irregulares y que quienes no tengan derecho a quedarse sean devueltos de forma ordenada y efectiva". "Las fronteras españolas son fronteras europeas", ha concluido durante el debate este martes en el pleno del Parlamento Europeo sobre las muertes recientes en el Mediterráneo.

La portavoz del Ejecutivo se ha centrado en transmitir un mensaje de "tranquilidad, confianza y solidaridad con los ciudadanos españoles en Ceuta y Melilla y las localidades del sur del país". Al mismo tiempo, ha recalcado el rechazo del Ejecutivo a los "mensajes xenófobos que buscan criminalizar a los migrantes" porque, según ha advertido, "lo último que necesita esta crisis migratoria es que dirigentes políticos azucen el odio o el miedo". En esta línea ha pedido "responsabilidad, prudencia y sentido de Estado", después de que el líder de Vox, Santiago Abascal, se haya referido a una "invasión" y se ha desplazado también a Ceuta.

La cautela a la hora de referirse a Marruecos está siendo la principal pauta de Moncloa

El presidente del Gobierno ha cancelado su viaje a París, a donde tenía previsto acudir este mediodía para participar en la Cumbre sobre Financiación de Economías Africanas: "Mi prioridad en este momento es devolver la normalidad a Ceuta. Sus ciudadanos y ciudadanas deben saber que cuentan con el apoyo absoluto del Gobierno de España y la máxima firmeza para velar por su seguridad y defender su integridad como parte del país ante cualquier desafío", trasladó a primera hora de la mañana.

Se ha movilizado al Ejército en la zona para contener la oleada migratoria, así como a un contingente policial con 200 efectivos para sumarse al más de millar que están de forma permanente sobre el terreno. El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha reclamado una respuesta contundente del Estado porque, según ha señalado en declaraciones a Onda Cero, "no está en juego solo la tranquilidad y seguridad en Ceuta", sino que también la defensa de la "integridad territorial de España".

El Consejo de Ministros celebrado este lunes se ha centrado en analizar los sucesos acaecidos en Ceuta y Melilla, donde también se ha producido la llegada irregular de numerosos inmigrantes en las últimas horas. Solo en la ciudad autónoma, más de 5.000 inmigrantes irregulares marroquíes entraron en Ceuta el lunes, un goteo que ha continuado durante toda la noche.

Desde Moncloa se ha trasladado asimismo un mensaje a los residentes en Ceuta sobre su "apoyo absoluto para velar por su seguridad y garantizar el orden público bajo cualquier circunstancia". A ello se ha añadido que "actuamos ya para restablecer la normalidad con la mayor celeridad posible". Según los datos actualizados de la delegación del Gobierno en la ciudad autónoma, más de 6.000 marroquíes, entre ellos se calcula que unos 2.000 son menores, han entrado en Ceuta, cifra que bate el récord de llegadas a España en un solo día por vía marítima.

Esta crisis migratoria se produce después de que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ingresara el pasado 18 de abril en un hospital en Logroño enfermo de covid-19 y de que un medio local vinculado al régimen marroquí hubiera informado en las últimas horas de que Rabat cortaba la cooperación policial y de inteligencia con España, así como con Alemania. En 2014 ya se produjo una ruptura de la cooperación migratoria, pero sí hubo una comunicación oficial. Sobre la relación de la crisis migratoria con este extremo, la ministra portavoz se ha limitado a asegurar que "España evidentemente atiende a personas que tienen problemas humanitarios".

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se pronunció en la noche de este lunes sobre la situación. En una entrevista en Cadena SER, trató de desvincular la acogida humanitaria al líder saharaui del aluvión organizado por Marruecos. "No concibo que se ponga voluntariamente en riesgo la vida de menores en el mar, como hemos visto en estas últimas horas en Ceuta, no concibo poner en riesgo la vida de jóvenes y menores como respuesta a una acción humanitaria", aseguró la titular del ramo, que incidió en que había mantenido conversaciones con Rabat durante la jornada.