La valla de Ceuta es un coladero: detectan cruzando otra vez a inmigrantes devueltos

Las Fuerzas de Seguridad del Estado y el Ejército están procediendo a la devolución inmediata de los inmigrantes que acceden a Ceuta de manera irregular, pero ese mecanismo no surte ningún efecto por la pasividad de la policía marroquí. La Policía Nacional y la Guardia Civil han detectado a numerosos inmigrantes cruzando la frontera unos minutos después de haber sido expulsados de territorio nacional tras una primera entrada, según han confirmado a El Confidencial fuentes policiales.

La situación está agravando la sensación de caos. El Ministerio del Interior eleva a 7.000 los extranjeros que han cruzado la línea fronteriza de Ceuta en las últimas 48 horas, de los que en torno a una cuarta parte son menores de edad. En algunos momentos de esta última noche, el flujo de entrada por los espigones del Tarajal y Benzú era de 30 inmigrantes por minuto.

El departamento de Fernando Grande-Marlaska cifra en 2.700 los inmigrantes que ya han sido devueltos, pero la falta de colaboración de Marruecos ha convertido las expulsiones en un trámite sin consecuencias. El ministro anunció a última hora de este lunes que enviará a la ciudad autónoma 200 policías y guardias civiles, pero la medida estrella se conocerá tras el Consejo de Ministros de este martes. El Gobierno tiene previsto anunciar la concesión de una ayuda millonaria a Marruecos para tratar de reactivar la colaboración de Rabat. El propio Grande-Marlaska defenderá la medida en Ceuta, adonde viajará en las próximas horas.

Aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez mantiene oficialmente que la apertura de las fronteras marroquíes no es una represalia por el ingreso del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en el hospital de Logroño para ser tratado de coronavirus, fuentes policiales aseguran que solo se trabaja con esa hipótesis. La única duda es cuánto tiempo durará el castigo del régimen alauita. La mayoría de los que han entrado en las últimas horas son ciudadanos marroquíes, pero se ha avistado a columnas de migrantes subsaharianos dirigiéndose a Ceuta para tratar de aprovechar el agujero geopolítico en la verja.

El contrapunto de Melilla

La constatación de que esta crisis migratoria es una represalia de Marruecos por el trato al líder del Polisario puede encontrarse en Melilla, donde Rabat ha decidido actuar de una forma completamente opuesta para demostrar su condición de aliado estratégico. No solo está impidiendo el acceso a la valla de los inmigrantes que llegan a Melilla atraídos por las imágenes de Ceuta, sino que su policía fronteriza también ha desmantelado en las últimas horas varios campamentos.

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B. Tena Agencias

A primera hora de este martes, el Ejército y las unidades antidisturbios de la Guardia Civil habían logrado al menos bloquear el paso por el espigón del Tarajal. Al otro lado de la verja se amontonaban centenares de inmigrantes esperando su oportunidad. Parte de ellos se ha enfrentado a las fuerzas de seguridad españolas con el lanzamiento de piedras.

Los que ya han logrado entrar en Ceuta están siendo conducidos a la frontera para su devolución inmediata. Marruecos no se está oponiendo a estas entregas en caliente, pero tampoco hace nada para evitar que los expulsados vuelvan a intentarlo. De ahí que se haya detectado dos veces cruzando la valla a los mismos inmigrantes. Aún supone un mayor desafío la situación de los menores no acompañados. Hay más de un millar en las naves del Tarajal.

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