La UE cree "preocupante" la situación en Ceuta y pide a Marruecos volver a cooperar

Ylva Johansson, comisaria de Interior europea, ha hablado este martes ante el pleno del Parlamento Europeo sobre la situación en la frontera entre España y Marruecos. "Es preocupante que al menos 6.000 personas, muchos de ellos menores, hayan estado nadando hasta Ceuta, poniendo en riesgo su vida", ha señalado la comisaria, que ha recordado que "las fronteras españolas son fronteras europeas".

La UE quiere construir una relación con Marruecos basada en "confianza y compromisos mutuos, y la migración es un elemento clave" ha explicado Johansson durante su intervención en el pleno celebrado en Bruselas, explicando a los eurodiputados que se encuentra siguiendo “de cerca” la situación junto con las autoridades españolas y Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad.

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Johansson ha calificado de "sin precedentes" la oleada de llegadas irregulares a Ceuta, y ha explicado que “lo más importante ahora es que Marruecos continúe comprometiéndose a evitar las salidas irregulares y que aquellos que no tienen derecho a quedarse sean devueltos de forma efectiva y ordenada”. También se ha pronunciado al respecto Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que ha escrito en redes sociales un mensaje de apoyo: "Todo nuestro apoyo y solidaridad con España. La cooperación, la confianza y los compromisos compartidos deben ser los principios de una relación sólida entre la Unión Europea y Marruecos".

Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea a cargo de la negociación de un nuevo pacto migratorio, también ha reaccionado insistiendo en un mensaje que ha enviado Johansson y Michel. "La frontera española de Ceuta es una frontera europea. Plena solidaridad con España. Necesitamos ya el pacto de política migratoria europea: acuerdos con países terceros, una robusta protección de nuestras fronteras, solidaridad entre los Estados miembros y una política de migración legal", ha señalado el griego, que tiene fuertes vínculos con España.

La UE tiene interés en una relación estrecha con Marruecos, que pasa por la cooperación en materia migratoria

El Gobierno español se había volcado en los últimos tiempos en que la Unión Europea pusiera sobre la mesa más fondos para Marruecos, un paso necesario para que Rabat coopere en materia migratoria. Bruselas conoce bien a Marruecos a través del Gobierno español, y sabe que el Ejecutivo marroquí usa la migración como un elemento más para presionar a la Unión Europea. En las últimas semanas el reino alauí y los Veintisiete se encontraban en un momento delicado, ante las exigencias marroquís de recibir más fondos por parte del bloque comunitario.

El Gobierno español ha jugado en los últimos tiempos un papel en ocasiones de representante de los intereses marroquís en Bruselas. No solamente se alinea con el reino alauí en los pulsos en los tribunales europeos por el acuerdo de pesca, que está en manos de la alta corte de Luxemburgo. En 2019, todavía como secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí viajó a Bruselas precisamente para defender que Marruecos era un "socio estratégico" y evitar que quedara olvidado mientras se priorizaba a Turquía y Libia. El Gobierno asumió las necesidades marroquís y defendió ante la Comisión Europea que los fondos que recibe Rabat son "insuficientes".

Los mensajes enviados por Johansson, Michel y Schinas señalan en la misma dirección: la Unión Europea tiene interés en una relación estrecha con Marruecos, pero eso pasa necesariamente por la cooperación en materia migratoria. Bruselas quiere hacer ver al reino alauí que la colaboración para evitar las entradas ilegales son un primer y necesario paso para poder hablar de dinero, que es lo que quiere el Gobierno marroquí.