'Blanqueo', la carpeta donde Boye guardaba 43 páginas de wasaps con la hija de Miñanco

El 21 de octubre de 2019, la jueza María Tardón ordenó registrar el domicilio y el despacho de Gonzalo Boye en Madrid. Los investigadores sospechaban que el abogado había diseñado un plan para recuperar 889.000 euros intervenidos a la organización del narco Sito Miñanco en el aeropuerto de Barajas, encargo que supuestamente pasaba por blanquear el origen del dinero para poder reclamarlo. Como abogado de Carles Puidgemont, la operación no tardó en ser criticada por parte del independentismo, pero mientras diversos políticos salían en defensa de Boye, la Policía halló en su domicilio un 'pendrive' de color gris. En su interior, el abogado guardaba una carpeta llamada 'Blanqueo de capitales' y, bajo ese nombre, 43 páginas de wasaps con la hija de Miñanco en los que se habla del incidente de Barajas.

La imputación de Boye en la Audiencia Nacional tiene su origen en lo ocurrido el 6 de febrero de 2017, cuando Aduanas detuvo a presuntos miembros de la organización de Miñanco que viajaban a Colombia con 889.620 euros ocultos en sus maletas. Boye ejercía como abogado del narcotraficante desde 2015 y, según sostiene la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF), se encargó de poner en marcha una maniobra para intentar blanquear el origen de este dinero con letras de cambio falsas. La tesis de los investigadores se refleja en un informe de noviembre de 2019 al que ha tenido acceso este diario: "Los contratos presentados por Boye Tuset para recuperar el dinero intervenido conformaban un negocio jurídico ficticio creado al objeto de justificar el origen lícito de los fondos".

La clave para entender el papel de Boye en este supuesto blanqueo de dinero de la droga se refleja en las conversaciones que guardaba en el mencionado 'pendrive'. Tras los registros de octubre de 2019, el expurgo de su móvil en la Audiencia Nacional levantó suspicacias en el entorno independentista, pero él mismo dejó una serie de indicios en una carpeta denominada 'Blanqueo de capitales'. Así se refleja en un segundo informe entregado por la UDEF en enero de 2020, en el que se incluyen algunos de los mensajes que se cruzó con la hija de Miñanco, Isabel Prado Pouso, una semana después de que la organización perdiera los casi 900.000 euros en el aeropuerto:

• Gonzalo Boye: "Me ha llamado un abogado que se llama Alejandro Guerra por el tema del otro día, lo de Barajas. Mañana quiere verme a las 12:30".
• Isabel Prado: "¿En dónde lo verás? Lo digo por si voy yo también o si me cuentas después".
• GB: "En mi despacho. Igual vente, porque no sé ni quién es ni para qué viene".
• IP: "Vale, allí estaré entonces".
• GB: "Claro. Llega un pelín antes xfa. Trata de averiguar quién es para tener las ideas claras mañana".
• IP: "Pero qué te ha dicho?".
• GB: "Que me llamaba por un tema de Barajas de una recuperación de activos!!! No dijo más, pero preferí darle cita".
• IP: "Qué raro. Mañana trataré de estar sobre las 12 si te parece bien".
• GB: "Perfecto".

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En el informe, la UDEF identifica al hombre que se puso en contacto con Boye como Alejandro Guerra Medina, alias 'Boquerón', un abogado nacido en 1976 en Marbella y con despacho en Madrid. La propia conversación que Boye y Prado retomaron la mañana del 14 de febrero de 2017 apunta a que Guerra, que también está imputado por los mismos hechos, era un eslabón más en la organización de Miñanco:

• Isabel Prado: "Despreocúpate. A las 16:00 en tu despacho".
• Gonzalo Boye: "Le has localizado tú?".
• IP: "Sí, en principio, 16:00".
• GB: "Hecho y apuntado. Gracias".
• IP: "A ti".
• GB: "Me acaba de llamar el tal Alejandro que estaba con el viejo y ya hemos quedado a las 16:00, pero me pedía que se lo avisemos a David. Ahora me queda claro que Alejandro viene por el viejo".
• IP: "Vale, perfecto".

Según explica la UDEF, 'el viejo' es un alias que utilizaba el lugarteniente de Miñanco, Luis Enrique García Arango, "a quien los miembros de la organización asentados en Collado Mediano darían novedades sobre la aprensión de 890.000 euros". Entre las funciones que su jefe le había encomendado, subrayan que hacía de nexo "con las organizaciones exportadoras de sustancia estupefaciente en Colombia" y que supervisaba a los hombres de Miñanco en España, labores a las que se sumaba la de llevar "la contabilidad de la organización criminal". Con esa última misión como telón de fondo, el 5 de febrero de 2018, durante el registro de la casa de García Arango, la UDEF halló una serie de manuscritos que apuntan a que Boye cobró 10.000 euros en metálico a cambio de intentar recuperar el dinero incautado.

Como adelantó este lunes El Confidencial, entre las anotaciones intervenidas a García Arango, destacan dos en las que puede leerse "Gonzalo 10" y "Abogado Gonzalo 10". Ambas aparecen junto a "Jesús aero" o "Jesús por doc." y el número 30, nombre que la UDEF conecta con un tercer hombre: Jesús Morán Castro, también imputado por ser el supuesto responsable de proporcionar las letras y cercano a David Pérez Lago, alias 'el niño', un narco que "parece tener un nivel jerárquico alto dentro de la organización". Al tratarse de manuscritos de García Arango, la UDEF concluye que reflejan movimientos de dinero relacionados con lo ocurrido en Barajas. Esta tesis se apoya a su vez en la confesión de uno de los hombres de Miñanco que, el 29 de julio de 2019, durante una hora de interrogatorio, incriminó a Boye en el blanqueo.

"De acuerdo con los otros documentos intervenidos en los que aparecen el mismo tipo de anotaciones, serían pagos en efectivo a estos dos abogados", concluye la UDEF. "Parece fácil pensar que la anotación 'Abogado Gonzalo' no se refiere a otra persona que al ya mencionado Boye Tuset, que como ya hemos dicho se encarga de la defensa, entre otros, del principal encausado JRPB [Sito Miñanco] y fue el encargado de intentar recuperar ese dinero mediante la confección de unos contratos en los que se fingía la compraventa de unas letras de cambio". Como el arrepentido aseguró en su confesión que Morán iba a cobrar 30.000 euros por darles las letras, la UDEF sugiere entonces "que el señor Gonzalo Boye Tuset habría recibido la cantidad de 10 por las gestiones", "dinero que se entiende es en efectivo y se desconoce el origen".

Más allá de la mencionada confesión y de los manuscritos de García Arango, los investigadores destacan en su informe otra tanda de mensajes de WhatsApp entre Morán y Boye que el segundo guardaba en la carpeta denominada 'Blanqueo de capitales'. En esta ocasión, la conversación se produjo el 27 de junio de 2017, después de que fracasara el primer intento de recuperar el dinero incautado con las letras de cambio:

• Gonzalo Boye: "Buenas tardes, Jesús. Me confirma Alejandro la reunión de mañana. Te propongo que nos veamos a las 12:30 en sor Ángela de la Cruz. Soy Gonzalo".
• Jesús Moran: "Hola, sí, porque si hacen falta más documentos están allí, está todo arreglado, no tiene que haber ningún problema, mañana os explica, es a las 13 horas, (...), a las 13 me va bien, y hablé yo con el que tiene todo".
• GB: "Ok, a las 13:00 nos vemos allí".
• JM: "Perfecto".

La cita se celebró un día después de esta conversación y, sin ellos saberlo, los investigadores la vigilaron: "El 28 de junio, se detecta una reunión entre (...) Luis Enrique García Arango, David Pérez Lago, Isabel Prado Pouso, hija de JRPB, y el abogado Gonzalo Boye Tuset en el restaurante VIPS sito en la calle Orense número 79 de Madrid", explica un primer informe policial al que tuvo acceso este diario y cuyas fotografías se incluyen en el artículo. "Sobre las 13 horas, se observa cómo salen del citado establecimiento los investigados (...), acompañados de Gonzalo Boye e Isabel Prado Pouso". Los policías apuntan que todos ellos entraron en un segundo edificio de la calle Orense, donde permanecieron en torno a media hora. "Pasados unos minutos, se despiden y Gonzalo continúa solo, marchándose del lugar en taxi".

Respecto a la conversación que mantuvieron con Boye en la cita, el arrepentido explicó a la jueza que el abogado planteó una alternativa para blanquear el dinero: simular unos contratos con un segundo empresario. Los investigadores ya han acreditado que, efectivamente, un día después del encuentro en el VIPS, el 29 de junio de 2017, Boye acudió a un notario con un administrador de varias sociedades "para efectuar un acta de manifestaciones para resolver el tema de los pagarés que ya habían sido utilizados". En su declaración como imputado, Boye se escudó en que solo había presentado los pagarés y los contratos que le habían proporcionado, pero tras un año de investigación, los indicios contra él se acumulan en la Audiencia Nacional. Entre ellos, las conversaciones que él mismo guardó bajo el nombre de 'Blanqueo de capitales'.