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Iglesias admite que retuvo la tarjeta de Dina y enreda su situación entre críticas al juez
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CASO VILLAREJO

Iglesias admite que retuvo la tarjeta de Dina y enreda su situación entre críticas al juez

El líder de Podemos concedió este viernes una entrevista a RNE en la que aseguró que entregó la tarjeta en perfecto estado a su exasesora, contradiciendo así al juez

Foto: El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. (EFE)
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. (EFE)
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El uso político del caso Villarejo ha terminado por acorralar a Pablo Iglesias. En apenas dos meses, su personación como perjudicado en la causa ha dado paso a una investigación en la que el juez Manuel García-Castellón apunta a que pudo incurrir en dos delitos, pero el vicepresidente sigue disparando en la misma dirección: la culpa es de las "cloacas del Estado" por difundir "información falsa" para sacar a Unidas Podemos del poder. Así lo sostuvo este viernes en una entrevista concedida a Radio Nacional. Iglesias, sin embargo, no se conformó con activar el ventilador y, al defenderse ante el micrófono, dio nuevos argumentos que pueden complicar su situación judicial.

Hasta el pasado mayo, Iglesias estaba personado como perjudicado en la pieza Dina del caso Villarejo, que indaga en el robo de un móvil a la exasesora de Podemos Dina Bousselham en 2015 y en cómo su contenido acabó en manos del comisario José Manuel Villarejo. Tras más de un año de pesquisas, el magistrado le quitó la condición de víctima ante las contradicciones en las que han incurrido y, como adelantó El Confidencial, se prepara ahora para pedir al Supremo que le investigue por los posibles delitos de revelación de secretos y daños informáticos. "A mi juicio, es una decisión incomprensible y creo que nadie la puede entender", denunció Iglesias este viernes a la hora de valorar que el magistrado le haya apartado del caso. También añadió que "algunos" quieren "que la cloaca se vaya de rositas".

Foto: El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. (EFE)

Al margen de sus críticas contra el instructor, el líder de Podemos abordó uno de los aspectos por los que pudo incurrir en un delito de revelación de secretos: en enero de 2016, Antonio Asensio, el presidente del Grupo Zeta, entregó a Iglesias la tarjeta del móvil que fue sustraída a Bousselham después de que esta llegara a la redacción de 'Interviú', pero el hoy vicepresidente no se la dio a su exasesora hasta pasados varios meses. A falta de que avance la investigación, el uso que pudo hacer de la información en ese tiempo es uno de los pilares sobre los que se apoya su posible imputación por este delito, pues el magistrado considera que, de acuerdo con los indicios recabados hasta el momento, la entrega "no debió ser antes de 2017".

En marzo de 2019, en su declaración ante el juez, Iglesias ya reconoció que no le dio la tarjeta a Bousselham hasta "unos meses después" de recibirla, pero no dio una fecha concreta. "Me di cuenta de que el contenido [del móvil robado] empezaba a hacerse público en el mes de julio de 2016", dijo entonces al magistrado, refiriéndose a las publicaciones de 'OkDiario'. Este viernes, sostuvo a su vez que no se la entregó antes porque desde 2015 algunos "digitales" apuntaban a una relación sentimental entre ambos: "Eso le supuso a Dina una presión enorme", aseguró. Pese a ello, siguió sin dar una fecha concreta sobre la entrega y, respecto a cuándo tomó la decisión de devolvérsela, apuntó una vez más a las publicaciones en prensa a partir de mediados de 2016.

Foto: Dina Bousselham, a su llegada a la Audiencia Nacional en mayo. (EFE)

El líder de Podemos justifica por tanto ese retraso en la entrega como una forma de protegerla, pero el pasado 18 de junio, el magistrado Manuel García-Castellón ya puso en duda esta idea: "Llama la atención comprobar que el señor Iglesias mantuvo la tarjeta en su poder, sin poner, como mínimo, este hecho en conocimiento de la titular de la tarjeta, pese a ser consciente de todo lo anterior, y observar el contenido de la tarjeta, teniendo en cuenta el carácter particularmente degradante y vejatorio que el hecho tenía para Dina Bousselham, su compañera de partido, en la medida que la tarjeta almacenaba fotografías, documentos y otros archivos de su esfera más íntima que habían acabado en manos de un medio de comunicación", afirmó en un auto.

Iglesias omitió estas dudas del juez en su entrevista con RNE, pero sí abordó el motivo por el que el magistrado sugiere que pudo incurrir en un segundo delito, el de daños informáticos. "Pablo Iglesias Turrión devolvió dañada a Dina Bousselham su tarjeta de memoria", sostenía García-Castellón en el auto de junio. En enero de 2016, Iglesias pudo comprobar el contenido de la tarjeta después de que Asensio se la entregara, pero desde ese momento hasta que se la dio a Bousselham, esta fue destruida. A la vista de estos hechos, el juez emitió en junio una comisión rogatoria para obtener datos de la empresa de Reino Unido a la que el marido de Bousselham supuestamente envió esta tarjeta en un intento de recuperar su contenido en 2017. Mientras tanto, la Policía Científica en España trata de averiguar el modo en que fue destruida.

placeholder La tarjeta 'parcialmente quemada' que Bousselham entregó en la Audiencia Nacional.
La tarjeta 'parcialmente quemada' que Bousselham entregó en la Audiencia Nacional.

Pero este viernes, Iglesias negó la mayor. "La señora Bousselham en ningún caso ha dicho que la tarjeta tuviera el más mínimo deterioro y, en la última declaración, es muy específica al respecto". Aunque es cierto que la exasesora aseguraba en su último escrito que el líder de Podemos se la entregó en perfecto estado, esta versión es distinta a la que ofreció el 18 de mayo ante el juez, cuando dijo que se la había dado destruida. Preguntado por estas contradicciones, Iglesias replicó que la tarjeta estaba bien: "Por supuesto que sí". Esta contundencia también choca con el último recurso que presentó el pasado mayo para recuperar su condición de perjudicado, en el que en ningún momento abordaba el estado en que entregó la tarjeta.

Más allá de la versión de Iglesias, García-Castellón ya insinuó el pasado junio que el vicepresidente es el responsable de la destrucción de la tarjeta. "El Sr. Iglesias afirmaba además que cuando verificó el contenido de la tarjeta, comprobó que las imágenes se habían capturado desde el teléfono de Dina. Esto mismo lo corrobora la propia Dina Bousselham, quien afirmaba en su declaración del 18 de mayo de este año que Pablo Iglesias sabía lo que había dentro de la tarjeta, porque él mismo se lo dijo", explicaba el magistrado, sugiriendo a continuación que fue destruida por el contenido de la misma: "Es probable que este último apunte [Iglesias sabía lo que había dentro] pueda ser la clave para entender no solo por qué Pablo Iglesias Turrión no devolvió la tarjeta a la Sra. Bousselham, sino lo más relevante: el estado en que se la devolvió".

Con esta entrevista, en la que rompía su silencio sobre el caso, el líder de Podemos ofrece argumentos que no incluían sus últimos escritos en un momento en el que el juez mira con lupa su actuación. Ante el micrófono, también abrió la puerta a una investigación en el Parlamento sobre las "cloacas del Estado", pero incidió en que, además de él, deberían acudir otros como Soraya Sáenz de Santamaría. A la espera de que Reino Unido responda a la comisión rogatoria y que la Policía Científica avance en su investigación, el mensaje de Iglesias es claro: no le dio la tarjeta antes a su exasesora para protegerla y, cuando lo hizo, esta se encontraba en perfecto estado.

Podemos y los fiscales

El último capítulo judicial de Podemos en el caso Villarejo se produjo el viernes 26 de junio, cuando la Inspección Fiscal de la Fiscalía General del Estado anunció que investigaría los mensajes en los que la exabogada de Iglesias, Marta Flor, aseguraba a sus compañeros que había tenido acceso a información confidencial a través de uno de los fiscales de Anticorrupción. En una nota de prensa, el Ministerio Público indicaba que abría "nuevas actuaciones en orden a comprobar" si, como apuntan las informaciones publicadas en estos días por El Confidencial, los fiscales dieron datos a la formación de Iglesias de un procedimiento que se encuentra bajo secreto en gran parte.

"En ningún caso he recibido información privilegiada y el propio caso demuestra las relaciones habituales de la Fiscalía con las partes", sentenció Iglesias en su primera aparición pública. "Esto es una persecución policial y mediática. Se han dedicado a mentir durante meses, años, con la intención de perjudicar a mi fuerza política y que no llegáramos al Gobierno", contestó tajante ante los micrófonos. Pero sus palabras chocan con los mensajes que los abogados de su partido fueron compartiendo en un chat interno desde mediados de 2018.

Foto: La exasesora de Pablo Iglesias Dina Bousselham y la abogada Marta Flor. (EFE)

Las primeras conversaciones se remontan a septiembre de 2018, cuando Flor explicó al resto del equipo jurídico de Podemos que se estaban coordinando con los fiscales para preparar un escrito de prejudicialidad que suspendiera el pronunciamiento del Supremo sobre la supuesta cuenta opaca del secretario general del partido en la isla de Granadina. "Que [los fiscales] quieren ayudarnos en esto", llegó a compartir Flor en el grupo de Telegram. Ese mismo mes, otro de los abogados de la formación, Alejandro Gámez, informó en el chat sobre un encuentro celebrado el 27 de septiembre de 2018 con los fiscales del caso Villarejo, Ignacio Stampa y Miguel Serrano: "Reunión con los fiscales: triunfo máximo (absoluto, brutal, descomunal, titánico…)".

En octubre, Flor volvió a la carga y escribió una serie de mensajes de los que se desprende que los fiscales Anticorrupción diseñaron un plan para que al juez le entrara "por los ojos" la línea de investigación que necesitaba Podemos para mantener viva su cruzada contra la cúpula policial del Gobierno de Mariano Rajoy. Gámez elabora para sus compañeros, de forma detallada, las conclusiones de ambos tras la visita en la que se pactó la acción conjunta, explicando que Stampa y Serrano les recomendaban delicadeza, ya que, hasta ese momento, habían sido "unos kamikazes" dirigiéndose "tan a las bravas contra toda la cúpula policial y la mitad de los periodistas más influyentes de este país". El cambio de estrategia quedó resumido en que "[los fiscales] han reiterado 'con mantequilla' varias veces".

Foto: La exasesora de Podemos Dina Bousselham, junto a la abogada Marta Flor (i). (EFE)

El 5 de noviembre de 2018, Flor fue un paso más allá al asegurar que uno de los representantes del Ministerio Público le había contado "extraoficialmente, porque está secreto", que el juez había admitido unas diligencias solicitadas por la formación. De la conversación se deduce que la letrada acababa de reunirse otra vez con Stampa, al que se refería con el apodo de Ironman, y que este le facilitaba información confidencial para trabajar en una estrategia conjunta.

La última tanda de mensajes a la que ha tenido acceso este diario se produjo en febrero de 2019, cuando Gámez escribió en el chat que una tal "Patricia" le había dicho que las "piezas de Dina y Podemos" ya eran "visibles" en el juzgado. "Me pregunta si le damos permiso para dar la exclusiva", comentó el abogado. "Creo que si Patricia ya lo sabe, Inda [director de 'OkDiario'] también", añadió Gámez. Solo dos minutos después, Flor respondió con una advertencia. "Como publiquen lo de Dina nos arruinan el registro". "¿Qué registro?", preguntó Gámez. "El registro a 'OkDiario", contestó la abogada personal de Iglesias y Bousselham hasta la semana pasada. "Inda sabrá que en la pieza de Dina él está involucrado; con tiempo suficiente para destruir lo que sea", zanjó.

El uso político del caso Villarejo ha terminado por acorralar a Pablo Iglesias. En apenas dos meses, su personación como perjudicado en la causa ha dado paso a una investigación en la que el juez Manuel García-Castellón apunta a que pudo incurrir en dos delitos, pero el vicepresidente sigue disparando en la misma dirección: la culpa es de las "cloacas del Estado" por difundir "información falsa" para sacar a Unidas Podemos del poder. Así lo sostuvo este viernes en una entrevista concedida a Radio Nacional. Iglesias, sin embargo, no se conformó con activar el ventilador y, al defenderse ante el micrófono, dio nuevos argumentos que pueden complicar su situación judicial.

Comisario Villarejo
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