Podemos vuelve a las cloacas y ataques a la prensa por la posible investigación a Iglesias

En el ecuador de las campañas electorales en Galicia y País Vasco, y en medio del giro en el caso Villarejo por el que Pablo Iglesias ha pasado de perjudicado a posible investigado, el líder de Unidas Podemos ha vuelto a recuperar su discurso contra las cloacas del Estado y su supuesta trama mediática. Lo que en la campaña de las fallidas elecciones generales, del pasado mes de abril, calificó de trama para evitar que Unidas Podemos llegase al Gobierno, ahora lo vincula al caso Dina —una de las piezas separadas que investigaba el robo de una tarjeta de móvil a su excolaboradora Dina Bousselham— y a un intento "de sacar a Podemos del Gobierno".

El líder de Unidas Podemos entraba de lleno en los micrófonos de RNE sobre las preguntas relativas a la pieza Dina y el caso Villarejo, reduciendo todo a una "estructura policial y también mediática que se han dedicado a mentir sobre Podemos" y avanzando que seguirá combatiendo las cloacas por tratarse de "uno de los hechos más graves de nuestra democracia". Sobre su posible investigación a raíz de las sospechas de que destruyese la tarjeta robada que le entregó el que era presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio, antes de dársela a su dueña, se ha mostrado convencido de que no ocurrirá "en ningún caso".

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"Sería el mundo al revés", ha indicado para después reprochar: "¿Pero qué es esto? Le roban el móvil, se distribuyen copias, lo que sale del móvil se usa contra Unidas Podemos y ahora somos acusados?". Asimismo aseguró que "aquí lo que parece es que algunos quieren que los responsables de una cloaca, cuya existencia quedó acreditada en sede parlamentaria, se vayan de rositas", para concluir que "algunos pretenden decir que Villarejo es un invento de Podemos".

Todo apunta a que, como hace ahora algo más de un año, Pablo Iglesias recupera su discurso contra las cloacas del Estado y los intentos de sacar a los morados del Ejecutivo a través de estas prácticas, según su denuncia. Tanto es así, que hasta se ha mostrado favorable en dicha entrevista a abrir una comisión de investigación en el Congreso sobre el asunto "mañana mismo". "Es evidente quién es el perjudicado. Tenemos una estructura policial que se ha dedicado a mentir sobre Podemos, a acusarnos de financiación ilegal y de todo tipo de delitos sin más trascendencia, pero que se traducían en horas de televisión y radio para perjudicarnos y que no llegáramos al Gobierno", ha reiterado.

Sobre una hipotética comisión de investigación en el Congreso, alentada por el propio Iglesias, ha reclamado un marco en el que "todo el mundo pueda hacer preguntas" y a la que asistan también desde Soraya Sáenz de Santamaría, Villarejo, Jorge Fernández o Mariano Rajoy, hasta el periodista Eduardo Inda "y a los que mintieron".

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha insistido también en una entrevista con La Sexta este viernes en "las cloacas" y la "parapolicía que montó el PP para fabricar basura falsa". En unas declaraciones recogidas por Europa Press, Echenique se refirió a que "una trama mafiosa le robó el móvil a una trabajadora de Podemos" y luego "se pasaron el contenido entre mafiosos y sus pseudoperiodistas para difamar a una formación política". "Luego, cada vez que vamos a los tribunales, pierden. Con todas las mentiras que han querido contar creo que es evidente lo que ha pasado. Y lo ha constatado así una comisión de investigación en el Congreso", apostilló.

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Los medios de comunicación siempre fueron vistos por Iglesias como una correa de trasmisión de los poderes fácticos a los que, irremediablemente había que cortejar para robarles las llaves de acceso a la opinión pública. "Todos los medios privados son el enemigo", llegó a afirmar de forma provocativa en una charla organizada por Izquierda Anticapitalista pocos meses antes de fundar Podemos, con el convencimiento de que siguen vehiculando, aún en la era de internet, la opinión pública. Sin atraer su atención, añadía, la lucha por la hegemonía sería baldía. Desde la fundación de Podemos, el partido ha tenido encontronazos con periodistas y medios, que incluso le valieron un reproche de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), tras recibir una solicitud de amparo de varios periodistas que se sentían acosados y presionados por la dirección de Podemos.

El ahora vicepresidente, precisamente, pasó del activismo más o menos anónimo a la opinión pública construyendo su perfil de tertuliano, en circuito cerrado como campo de entrenamiento primero, para luego recorrer buena parte de las televisiones generalistas espoleado por el empuje de la repolitización social surgida del 15-M. Su trampolín fue el programa de debate 'La Tuerka', que arrancó en noviembre de 2010 desde el canal comunitario del barrio de Vallecas, 'Tele K', con la convicción ya entonces de que "el gran dispositivo mediático de nuestro tiempo, lo más importante para establecer y determinar lo que piensa la gente —más aún que la educación, la familia o la Iglesia— es la televisión, independientemente de que se transmita por satélite, por TDT o por internet". Desde 'La Tuerka' se convirtió en un referente para la izquierda, marcando el hito de convertirse en la segunda tertulia política más vista por internet.