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Sánchez incendia la oposición justo antes de iniciar la ronda para los nuevos pactos
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EL PP ESTALLA Y CIUDADANOS DESCONFÍA

Sánchez incendia la oposición justo antes de iniciar la ronda para los nuevos pactos

A las puertas de comenzar las reuniones bilaterales, el PP estalla por la "nula voluntad de pacto" que demuestra el Gobierno comunicando la cita con Casado a través de una rueda de prensa

Foto: El líder del PP, Pablo Casado, en el Congreso la pasada semana. (EFE)
El líder del PP, Pablo Casado, en el Congreso la pasada semana. (EFE)

El gran acuerdo para la “reconstrucción económica y social” anunciado por Pedro Sánchez el pasado jueves —y para el que dijo querer contar con la oposición, agentes sociales y CCAA— está cerca de frustrarse antes incluso de empezar las reuniones con los líderes políticos. La oposición nunca ha dejado de reprochar al Gobierno su “constante unilateralidad”, a pesar de que es el Congreso de los Diputados el que, a fin de cuentas, tiene que convalidar los decretos del Ejecutivo y quien autoriza la vigencia del estado de alarma. El último desencuentro se produjo este mismo martes, cuando el principal partido de la oposición, el PP, se enteró por una rueda de prensa de que Sánchez pretendía reunirse con Pablo Casado el jueves. El Gobierno, por su parte, defendió que las comunicaciones se habían mantenido "por los cauces habituales".

En realidad, el anuncio de una reedición de los Pactos de la Moncloa nunca ha llegado a ser creíble para el resto de formaciones, a izquierda y derecha. En el caso de los populares, sin los que difícilmente puede salir adelante ningún gran acuerdo nacional, se han mostrado especialmente desconfiados desde el primer momento.

La formación de Pablo Casado entiende que el momento actual requiere de una respuesta coordinada con Europa, que esté apoyada en las instituciones nacionales y en el sistema económico-laboral. Considera que el antídoto para la crisis del coronavirus —sanitaria y económica— debe encontrarse en ese marco más que en unos nuevos Pactos de la Moncloa, ya que el escenario actual no es el que hubo en 1977, con la transición a la democracia y el cambio de régimen.

Foto: Fotografía facilitada por el PP.- El presidente del PP Pablo Casado y el alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida. (EFE)

Pero con los días, el PP ha ido más allá de ese posicionamiento, dejando claro que su desconfianza hacia Sánchez va en aumento. Los populares creen que la voluntad de pacto por parte del presidente es "nula" y consideran que el trato dado al principal partido de la oposición refleja las verdaderas pretensiones del Ejecutivo. En realidad, incluso Ciudadanos, entusiasta desde el principio con la posibilidad de unos pactos de esta naturaleza, ya advertía el pasado jueves en el Congreso de que la propuesta de Sánchez no podía quedarse en mero postureo. Que no valía una simple foto y que hacía falta un cambio de actitud inmediato.

La tensión entre los partidos, que se lleva produciendo desde el principio a pesar de la lealtad de ambas formaciones dando apoyo al Gobierno (Vox, en cambio, rompió con todo hace días y ni siquiera dio respaldo a la última prórroga del confinamiento), ha llegado a su tope este martes. Y lo ha hecho justo antes de que empiece la ronda de reuniones bilaterales que Sánchez pretende iniciar este jueves, precisamente con Casado. En Génova, se enteraron de esa reunión por la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y, según fuentes del PP, ellos se pusieron en contacto con Moncloa para mostrar su disconformidad y solicitar pactar la fecha del encuentro.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado (i), y el expresidente del Gobierno, José María Aznar. (EFE)

El enfado de los populares se hizo notar de inmediato. Fuentes del partido aseguraban que la trayectoria institucional de su formación "ha sido demasiado relevante en los últimos 40 años como para consentir más desplantes e insultos de este Gobierno". Una frase fuera de toda vacilación que, sin embargo, recuerda a la advertencia que ya lanzó Casado en el Congreso. “No puede reescribir la Transición quien no es capaz de negociar un decreto”, apuntaba el líder de la oposición recalcando que la tarea pretendida le viene grande al presidente. El Gobierno, por su parte, se defiende y asegura que el contacto se inició "por los cauces habituales, una vez por la mañana y otra por la tarde". El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que tenía constancia de que la llamada se había producido.

El Gobierno anuncia que Sánchez y Casado se reunirán el jueves

El PP, sin embargo, cree “inadmisible” citar una ronda de consultas de esta relevancia sin mantener “un mínimo de respeto” hacia la segunda fuerza de la Cámara, y entiende que “con esta actitud” demuestra “nula voluntad de pacto, además de una arrogancia e incapacidad” que, avanzan, “dificultan cualquier colaboración con la oposición”.

De hecho, en estos momentos, los populares han llegado a dejar en el aire que Casado acuda a la llamada del presidente. Insisten en que harán la comunicación cuando realmente conozcan la propuesta y la cita de primera mano y que no responderán a una rueda de prensa. En el PP siempre han asegurado que Casado atenderá cualquier reunión del presidente, aunque luego no haya consenso posible. “El principal partido de la oposición va siempre que le llama el presidente”, insistía el propio Casado en una entrevista reciente. Con todo, la subida de tono se ha hecho patente a la luz de los últimos acontecimientos.

placeholder El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el pleno de la semana pasada. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el pleno de la semana pasada. (EFE)

En la otra cara de la moneda se encuentra Ciudadanos que, a pesar de representar una fuerza mucho menor en el Congreso, actúa en muchas ocasiones como pegamento entre PSOE y PP. De hecho, fue la propia Inés Arrimadas la que el 4 de abril se adelantó solicitando por carta a Sánchez que reuniera a las formaciones políticas para avanzar en unos “pactos para la reconstrucción” —un nombre que después acuñó también el presidente—.

Este mismo martes, la líder naranja presentaba un documento que envío por la mañana a Moncloa y en el que especificaba su propuesta concreta para esos pactos. Los objetivos, la metodología, los agentes implicados y los acuerdos a alcanzar. Ciudadanos apuesta por tres pactos a gran escala: uno de contingencia sanitaria, un segundo de reactivación de la economía y el tercero de protección social. Consideran que la comunicación entre formaciones, agentes sociales, comunidades autónomas y Gobierno debe ser fluida, con reuniones semanales y con una voluntad sincera de acuerdo. Por eso, Arrimadas dejó claro que estos pactos en ningún caso servirán para un cambio de régimen o un objetivo distinto al de la reconstrucción del país tras la pandemia.

Foto: Inés Arrimadas durante una rueda de prensa este martes. (Pedro Ruiz)

Según ha podido saber este diario, la formación naranja seguirá remando por intentar encontrar una vía de consenso. “Tenemos que intentar que salgan adelante”, insisten fuentes de su entorno, a pesar de que nadie esconde las dudas sobre si el Gobierno dará un paso al frente. “Ni una llamada más en 10 días”, volvían a reprochar en la tarde de este martes en el círculo de Arrimadas, a sabiendas de que Sánchez ha dejado muy claras sus intenciones.

Este miércoles por la mañana se produce la primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso en mitad de la crisis del Covid-19, y el debate político volverá a la primera línea. La oposición, avanzan, harta de la unilateralidad, sacará de nuevo la artillería pesada. “Se acabó la tregua. Una cosa es apoyar en la crisis sanitaria y otra muy distinta aguantar lo que estamos aguantando”, aseguran algunos dirigentes.

El gran acuerdo para la “reconstrucción económica y social” anunciado por Pedro Sánchez el pasado jueves —y para el que dijo querer contar con la oposición, agentes sociales y CCAA— está cerca de frustrarse antes incluso de empezar las reuniones con los líderes políticos. La oposición nunca ha dejado de reprochar al Gobierno su “constante unilateralidad”, a pesar de que es el Congreso de los Diputados el que, a fin de cuentas, tiene que convalidar los decretos del Ejecutivo y quien autoriza la vigencia del estado de alarma. El último desencuentro se produjo este mismo martes, cuando el principal partido de la oposición, el PP, se enteró por una rueda de prensa de que Sánchez pretendía reunirse con Pablo Casado el jueves. El Gobierno, por su parte, defendió que las comunicaciones se habían mantenido "por los cauces habituales".

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