El PSOE andaluz se planta ante Ferraz: la militancia no quiere a ningún ministro
El pulso en Andalucía se alarga al límite del plazo para remitir las candidaturas y los nombres postulados por Susana Díaz vencen frente a las candidaturas diseñadas por Sánchez
Las espadas están en alto a pocas horas de que los comités provinciales del PSOE andaluz aprueben las listas que mandarán a Ferraz para laselecciones generales. De momento, no hay acuerdo ni aproximación. Ninguno de los ministros andaluces lidera las candidaturas, como ordenó expresamente Pedro Sánchez. Las direcciones provinciales no han postulado sus nombres y la militancia andaluza ha votado vetando todos los candidatos sanchistas o, al menos, postergándolos a los últimos puestos.
En realidad, todos asumen que José Guirao será el número uno por Almería, María Jesús Montero lo será por Sevilla, Luis Planas por Córdoba y Fernando Grande-Marlaska por Cádiz. Incluso la dirección del PSOE andaluz señala que esta es una norma no escrita que van a cumplir, pero ahora, para que esto ocurra, Ferraz tendrá que negociar con los dirigentes provinciales del PSOE andaluz, que han cerrado filas con Susana Díaz. O utilizar el 'dedazo', ignorar a las bases y cambiar las planchas que lleguen a la comisión federal de listas. Algo que va a ser difícil de explicar para un Pedro Sánchez que ganó las primarias abanderando que este es "el partido de los militantes". La situación vuelve a ser muy tensa y los bandos airean sus diferencias.
Aunque la rebelión de la militancia contra las listas de Ferraz se extiende a toda España, en Andalucía adquiere tintes más oscuros
Aunque la rebelión de la militancia contra la inclusión de los ministros y las listas electorales confeccionadas desde Ferraz se extiende a toda España, en Andalucía adquiere tintes más oscuros. No solo se reedita la guerra de las primarias. Susana Díaz perdió el Gobierno andaluz tras las últimas andaluzas y después de que la dirección federal le indicara la puerta de salida, la secretaria general del PSOE andaluz dejó claro que no pensaba irse y que se quedaría como jefa de la oposición.
Esa batalla está aplazada hasta que pasen las elecciones generales y municipales, pero aquí, ahora, cada bando muestra sus ejércitos y en Andalucía el de Díaz gana al de Sánchez, o al menos eso dicen las actas de las votaciones de los militantes en todas las provincias. María Jesús Montero, defenestrada ahora en las listas, es señalada como la persona elegida por Ferraz para sustituir a Díaz.
En Sevilla, el epicentro socialista, con el 96% escrutado y según los datos del partido, los más votados son todos nombres afines a Díaz. Antonio Pradas, José Manuel Girela y Carmen Cuello lideran la candidatura. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no aparece hasta el puesto noveno, y el delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que es miembro de la ejecutiva federal, hasta el décimo. Estos dos nombres son los que Ferraz quiere en los puestos de salida al Congreso. La participación de la militancia es baja, alrededor del 30%. El otro nombre que exige Ferraz, Paco Salazar, actual miembro del equipo de la Moncloa y también miembro de la ejecutiva federal, ni siquiera aparece entre los nombres enviados por el PSOE de Sevilla.
Montero gana en Sevilla capital. Los sanchistas aseguran que han aumentado apoyos entre la militancia respecto a las primarias, aglutinando ahora el 40% de los votos frente al 20% de entonces. Se muestran además convencidos de que "el 70% que no ha ido a votar confía en la ejecutiva federal".
"Integración", no "humillación"
Los fieles de Susana Díaz aseguran que estarían dispuestos a "la integración", pero consideran que las propuestas de Ferraz son una "humillación". Desde la ejecutiva federal recuerdan que la dirigente andaluza tuvo manos libres para elaborar sus candidaturas al Parlamento autonómico y que Ferraz se retiró y no dio batalla, permitiendo que no hubiera ni un diputado afín a Sánchez. Esperaban lealtad y reciprocidad ahora, cuando tocan las generales. Desde la dirección andaluza, insisten en que están cumpliendo escrupulosamente los estatutos y que hablan las bases.
Díaz quiere que repita Antonio Pradas, uno de los que firmó por la dimisión de Sánchez en 2016. Ferraz lo veta y quiere Gómez de Celis y Salazar
No hay aproximación, pero sí negociaciones y conversaciones abiertas, admiten desde la ejecutiva andaluza y Ferraz. En Sevilla, la dirección federal ofreció, por ejemplo, que sea Antonio Pradas quien lidere la lista al Senado y que Paco Salazar vaya de cuatro en la candidatura al Congreso. El PSOE de Sevilla rechazó la oferta, quieren incluir dos nombres en los cuatro primeros puestos y Ferraz solo ofrece uno.
Los dos candidatos en liza están ligados íntimamente a la guerra de las primarias. Pradas, hombre de Díaz, fue el miembro de la ejecutiva federal que presentó las 17 firmas para forzar la dimisión de Sánchez en septiembre de 2016. Salazar, muy cercano a Quico Toscano, fue uno de los que se trasladaron a Madrid para montar la campaña de primarias de Sánchez y formó parte de aquel equipo que le dio la victoria.
La rebelión se extiende a provincias como Huelva, donde Ferraz quiere a Luisa Faneca, la única andaluza que no abandonó aquella ejecutiva federal que pidió forzar la dimisión de Sánchez antes del 1 de octubre. En Málaga, Miguel Ángel Heredia quiere ir por delante de Nacho López, miembro de la dirección de Sánchez. En Almería, ni siquiera los sanchistas han atendido la orden de que Guirao encabece la candidatura y la capital ha apostado por otro nombre, el actual miembro de la ejecutiva federal Fernando Martínez.
Tampoco quiere Ferraz a Micaela Navarro, que también presentó su dimisión cuando trataron de derrocar a Sánchez. Hacia mucho tiempo que la guerra no se reabría con tanta intensidad. Ahora todo queda en manos de los negociadores. Por Susana Díaz habla Juan Cornejo y por Pedro Sánchez, su secretario de Organización, José Luis Ábalos. Las tribus socialistas cargan armas.
Un incendio por las listas en media España... hasta en La Rioja
Pedro Sánchez no afronta solo dificultades en Andalucía, la federación más poderosa del PSOE. En otros puntos de España está tropezando con la rebelión de las bases. El último estallido se ha producido en La Rioja. La dirección federal, según indicaron a este diario fuentes del PSOE regional, quiere mantener en el Congreso a su actual representante, César Luena, barón autonómico entre 2012 y 2017. Luena fue el primer secretario de Organización de Sánchez (2014-2016) y, tras su caída, se alistó en las filas del candidato Patxi López. El exlíder regional se quedó descolgado pero ahora el presidente querría premiarle.
Fuentes de la dirección autonómica, que pilota Paco Ocón, señalan que no hay ninguna decisión tomada: se conocerá, advierten, este próximo sábado. El entorno de Luena, contactado por El Confidencial, solo emite silencio.
Lo cierto es que, según indican dirigentes de la federación, ya se ha producido una revuelta de las bases. Luena solo consiguió 24 apoyos en su agrupación, la de Logroño, frente a los 82 del más votado, Julián Olagaray, y los 77 de la segunda, Emilia Fernández Núñez. En 2016, los socialistas solo lograron uno de los cuatro escaños a reparto. Respecto al Senado, quien podría no repetir es su actual representante, Kiko Martínez-Aldama, pese a haber sido el más respaldado en las agrupaciones. En la capital, Logroño, Martínez-Aldama, secretario regional entre 2000 y 2012, recibió 66 votos para la Cámara Alta frente a los 30 de su sucesor en el cargo, César Luena.
Entre los militantes riojanos circulaba este miércoles un mensaje en el que se advierte de que la dirección autonómica está "perpretrando un atropello democrático de cara al comité regional del próximo sábado", ya que la propuesta del equipo de Ocón es "imponer sus preferencias" (y las de Ferraz) y "no la voluntad de los afiliados expresada en las urnas". Los afiliados exigen que la cúpula haga una "propuesta pública [de candidatura] acorde con los resultados de las distintas asambleas" locales.
Sánchez ha afrontado tensiones en Castilla y León —en Valladolid, León, Palencia o Ávila—, Andalucía y en otros territorios como Castilla-La Mancha, donde la dirección del presidente, Emiliano García-Page, recuerda que el más votado por las bases en Guadalajara ha sido su secretario provincial y actual diputado, Pablo Bellido, y no la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio.
Las espadas están en alto a pocas horas de que los comités provinciales del PSOE andaluz aprueben las listas que mandarán a Ferraz para laselecciones generales. De momento, no hay acuerdo ni aproximación. Ninguno de los ministros andaluces lidera las candidaturas, como ordenó expresamente Pedro Sánchez. Las direcciones provinciales no han postulado sus nombres y la militancia andaluza ha votado vetando todos los candidatos sanchistas o, al menos, postergándolos a los últimos puestos.
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