El Ibex no sintoniza con el Gobierno: fiasco en la cita en Moncloa y ministerios cerrados
Los patronos de la Fundación Carolina se reunieron con el Gobierno, pero Sánchez les habló de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se despidió.
Era la cita que el Ibex tenía marcada en su agenda. El viernes de la semana pasada, los patronos de la Fundación Carolina, que reúne a lo más selecto de las empresas españolas, tenían agendada una comida en Moncloa con Pedro Sánchez. Oficialmente el tema era Latinoamérica y la Fundación Carolina, pero la tradición de la comida es que se convierta en un corrillo en el que los presidentes del Ibex y del Gobierno hablan de lo que les interesa: dinero, impuestos y agenda política.
Pero esta vez no fue así. Solo Pallete y Brufau, que se sentaron junto a Sánchez en la comida, tuvieron algún acceso al presidente, porque antes de empezar el corrillo Sánchez se disculpó y dejó la sala alegando agenda. Sí hubo la foto de rigor y los empresarios se fueron con la impresión de que les había regateado. El resto de gerifaltes del Ibex se quedó con las ganas y con una foto de rigor para el recuerdo.
Es imposible juntar más poder que en la Fundación Carolina, donde los presidentes de las grandes son patronos. En la reunión estaba una nutrida representación. Acudieron José María Álvarez Pallete (Telefónica), Pablo Isla (Inditex), Antonio Brufau (Repsol), Florentino Pérez (ACS), Jesús Nuño de la Rosa (El Corte Inglés), Borja Prado (Endesa), Luis Gallego (Iberia), Ángel Simón (Agbar) y Manuel Mirat (Prisa). Aunque no todos los primeros espadas acudieron a la reunión en Moncloa. Faltaron Francisco Reynés (Gas Natural), Marcelino Fernández Verdes (Abertis), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Esther Koplowitz (FCC), que mandaron a sus segundos. Por el Ejecutivo, estaban Pedro Sánchez, Carmen Calvo (Vicepresidencia), José Borrell (Exteriores), Pedro Duque (Ciencia), José Guirao (Cultura), y Reyes Maroto (Industria).
Era la primera vez que el núcleo duro del Ibex se veía en bloque con el nuevo inquilino de la Moncloa. Aunque el motivo era la reunión anual del patronato de la Fundación Carolina, organismo creado en 2000 para promover "las relaciones culturales y la cooperación en materia educativa y científica entre España y los países de la Comunidad Iberoamericana de Naciones", todos los asistentes esperaban, con cierta expectación, que Pedro Sánchez aprovechara la ocasión para presentar credenciales de sus primeros 100 días de Gobierno y vender las bondades de su programa. Craso error.
Para el presidente socialista, el encuentro fue solo un compromiso de carácter institucional que tenía reservado tras el consejo de ministros de ese viernes. En el primer acto de la agenda, Sánchez leyó a los presentes un discurso sobre la importancia de Latinoamérica para su acción de Gobierno. "Dijo que estaba dispuesto a viajar allí cuantas veces hiciera falta en su mandato", señalan fuentes próximas a la reunión. Les habló de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, una fecha que Sánchez se marca como horizonte para sus políticas. Así se lo transmitió a sus ministros en la reunión en la finca de Parques Nacionales en Quintos de Mora y en un mitin el pasado fin de semana.
Después pasaron al posado en las escaleras de Moncloa. La imagen presidencial con los grandes empresarios con la que Moncloa daba por capitalizado el encuentro. Y después, al comedor. El menú era sencillo. De primero, espárragos con dos salsas y albariño para beber; de segundo, rodaballo y vino tinto; de postre, helado. Pallete se sentó a la derecha de Sánchez y Brufau, a la izquierda, según fuentes conocedoras de la reunión. Después de ellos, estaba flanqueado por ministros. El resultado es que casi ninguno de los invitados tuvo acceso a Sánchez. No hubo conversación informal. "Supongo que Pallete y él no hablaron del tiempo, pero con el resto no hubo opción", comenta una fuente conocedora de la reunión.
A los postres, cuando algunos esperaban ya una charla informal, Sánchez se levantó y se disculpó y abandonó la reunión. Caras de póker, cejas arqueadas, miradas de incredulidad… Más de un asistente reconoce que todos se quedaron bastante sorprendidos por cómo fue el desenlace, con el anfitrión dejando plantada a la plana mayor del Ibex. Cuentan que Florentino Pérez mostró su extrañeza. "¿Pero cuándo vamos a hablar aquí?". No es la única vez que no encuentra la puerta de entrada al Ejecutivo.
Llevaban muchos temas. Especialmente, lo que les preocupa de la negociación entre Hacienda y Unidos Podemos con subidas de impuestos incluidas, el cumplimiento del déficit, si habrá presupuestos... La reunión llegaba en un momento en que los indicadores económicos empiezan a mostrar debilidad —normalización, lo llama el Ejecutivo— y el Ibex quería tomar el pulso al Gobierno.
"Hay poderes económicos que mienten porque no quieren políticas como prohibir a fondos buitre que compren vivienda pública"
En la dirección de un top ten del Ibex consideran que lo único que quería Sánchez era la imagen. "Estaba claro que solo le interesaba la foto y nos regateó en cuanto pudo". "Sánchez es consciente de que para jugar sus bazas políticas —a corto plazo— no necesita estar en sintonía con el mundo de la gran empresa", asegura un ex alto cargo socialista hoy vinculado al Ibex. El Gobierno ha retirado algunos de sus proyectos que más levantaron al sector financiero, como el impuesto a la banca, pero aun así en el PSOE hay quien considera que las grandes empresas nunca van a estar con Sánchez a pesar del buen recibimiento que tuvo su Gobierno.
El portavoz de la Ejecutiva del PSOE y alcalde de Valladolid, Óscar Puente, lanzó ayer un mensaje en este sentido. "Hay poderes económicos que mienten y tergiversan porque no quieren políticas como prohibir a fondos buitre que compren vivienda pública, o exhumar los restos de Franco. Que pierdan toda esperanza porque no vamos a dar un paso atrás", afirmó en un acto en Valladolid para presentar su candidatura.
Fe de errores: En una primera versión de este artículo se decía que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, no ha recibido a Florentino Pérez. Sí lo ha hecho.
Era la cita que el Ibex tenía marcada en su agenda. El viernes de la semana pasada, los patronos de la Fundación Carolina, que reúne a lo más selecto de las empresas españolas, tenían agendada una comida en Moncloa con Pedro Sánchez. Oficialmente el tema era Latinoamérica y la Fundación Carolina, pero la tradición de la comida es que se convierta en un corrillo en el que los presidentes del Ibex y del Gobierno hablan de lo que les interesa: dinero, impuestos y agenda política.