Borrell: "La Diada ha sido secuestrada por el independentismo"

"La Diada era el día nacional de Cataluña, y todos los catalanes, independientemente de sus ideas políticas y sus posicionamientos con respecto a la independencia celebraban el día de una colectividad, unida, cohesionada. Y hoy, desgraciadamente, ya no es así". De este modo se siente el ministro español de Asuntos Exteriores, el catalán Josep Borrell, en un once de septiembre que se encuentra precisamente contrarrestando el relato independentista en el corazón de Europa.

"La Diada, como fiesta nacional que era, ha sido secuestrada por el independentismo", ha recalcado Borrell, durante un encuentro con medios de comunicación. Una fiesta nacional, dice el ministro, en la que se ha dejado de lado a los catalanes que no apoyan la independencia, a los que se ha "privado" de la posibilidad de poder "manifestar su sentimiento en torno a la identidad catalana" en esta jornada. "Hoy es el día de una parte solo, de aquella que se moviliza a favor de la independencia", ha afirmado preguntado por la manifestación que se celebrará esta tarde en Barcelona.

La marcha ha sido promovida desde la el gobierno de la Generalitat que lidera Quim Torra y otros líderes independentistas como su predecesor, Carles Puigdemont, como un acto en el que mantener el pulso contra el Estado español que tuvo su momento de apogeo hace ya casi un año y que culminó en la declaración unilateral de independencia de Cataluña, la detención de varios políticos vinculados al 'procés' que hoy siguen en prisión provisional y la fuga de Puigdemont y cuatro de sus exconsellers a Bélgica.

Gira europea para fortalecer apoyos

Borrell se encuentra desde ayer y hasta mañana en Estrasburgo, donde esta semana se encuentra reunido el pleno del Parlamento Europeo, así como el núcleo decisorio de la Comisión Europea, donde ha aprovechado para mantener reuniones con varios responsables europeos. Todos, afirma, le han mostrado su apoyo a la resolución del conflicto catalán dentro del órden legal y han mostrado su respeto por el sistema democrático español, la independencia de sus jueces y el marco constitucional, todos ellos cuestionados por los independentistas.

El ministro de Exteriores ha destacado en especial la importancia del encuentro que ha mantenido hoy con el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland. Esta institución -que no forma parte del entramado de la UE- alberga el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que garantiza a los ciudadanos de los 47 países europeos que son miembros el respeto de sus derechos, y al que los independentistas quieren acudir contra España.

Jagland ha asegurado que no tiene "ninguna duda de que los tribunales españoles están tratando este asunto (el de Cataluña) de acuerdo a la ley española y al Convenio Europeo de Derechos Humanos". En cualquier caso, el secretario general ha indicado que cualquier persona puede acudir ante este organismo, pero ha advertido a los independentistas de que esto tiene que ser hecho "después de que su asunto haya sido tratado por los tribunales españoles". Y eso, presentarse ante la justicia española, es exactamente lo que Puigdemont quiere evitar.

España "está remontando"

Borrell ha asegurado que tras la ofensiva llevada a cabo por los independentistas para deteriorar la imagen de España en el extranjero y ganar simpatías para con su causa, la situación está ahora mejorando. "Estamos remontando la pendiente. Hubo un gran esfuerzo intependentista, pero estamos remontando, volviendo a poner las cosas en su sitio", ha dicho. En concreto, sobre las preguntas respecto a la situación de los "presos políticos" catalanes que le dirigieron durante una entrevista con la 'BBC', Borrell ha señalado que la cuestión está en seguir dando las respuestas, y ha apuntado al argumento del "riesgo de fuga" que podría considerarse, aunque ha indicado que no es quién para entrar a valorar una cuestión que está en manos de la justicia.

"Yo personalmente hubiera preferido que el juez considerase otras medidas de precaución que no fuesen la prisión incondicional, pero hay que respetar su independencia", ha detallado.