Un Rajoy en su peor momento está a un paso de asegurar la Moncloa hasta 2020

Mariano Rajoy se la juega la próxima semana y está a punto de asegurarse la legislatura completa. Pese a estar en su peor momento y las dudas sobre la viabilidad de un Gobierno en minoría, Rajoy está cerca de lograr esta semana los votos necesarios para seguir en la Moncloa hasta 2020.

Lo logra como siempre, a su manera y a su ritmo, en el último momento y con mucho suspense, pero lo logra. El jueves, salvo sorpresa mayúscula, el Gobierno prevé que el presidente del Gobierno tenga 175 votos para rechazar las enmiendas de totalidad de los Presupuestos. Habrá empate, se repetirá tres veces la votación y las cuentas seguirán el trámite parlamentario gracias a PP, Ciudadanos y PNV hasta que se aprueben definitivamente el 28 de junio, cuando además, necesitará sumar de nuevo el voto del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, con el que pactará durante el trámite en el Congreso y el Senado. Al menos, esa es la previsión de la Moncloa y del Grupo Popular que asegura tener ya la tranquilidad de estar en condiciones de superar la prueba.

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Fernando Garea

El PNV ha dado el primer paso con la no presentación de su enmienda de totalidad, aunque en teoría todavía podría apoyar las de resto de grupos y tumbar las cuentas. O dejar pasar el escalón del jueves y tumbarlas luego al final del procedimiento. Si el PNV no votara con el PP se abriría un periodo de incertidumbre y se acercaría el fin de la legislatura. Sin embargo, el primer paso de los nacionalistas vascos pasa por encima de su condición previa, que era el mantenimiento del 155 de Cataluña, y hace evidente la satisfacción del Gobierno y del PP, que con cierta prudencia no albergan dudas del apoyo de los nacionalistas vascos. En esas dos votaciones basan toda su estrategia en el corto plazo, para conquistar el largo plazo.

El PNV niega haber pactado ya los Presupuestos, pero fuentes del Gobierno y del PP aseguran que ha habido intensos contactos en estos meses. Y que los nacionalistas vascos han vuelto a intervenir para buscar salidas entre independentistas y Ejecutivo para que hubiera un Govern y se levantara el 155. En marzo estuvo a punto de ser investido Jordi Turull, para satisfacción de la Moncloa y de los nacionalistas vascos, pero el juez Pablo Llarena se anticipó y lo encarceló y procesó.

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"Es la mejor decisión para que el artículo 155 quede sin efecto y se abra un cauce de normalización política en Cataluña", ha dicho este viernes el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, para explicar el inicio del giro de su partido.

El 'lehendakari' Iñigo Urkullu ya medió en octubre para buscar una salida y ahora dirigentes de su partido han comprobado las dificultades para formar Gobierno en Cataluña por la posición de los independentistas. Carles Puigdemont está dispuesto a forzar una repetición de elecciones cuando acabe el 22 de mayo el plazo para una investidura. En esa fecha se estarán tramitando en el Parlamento los Presupuestos y el PNV podrá argumentar su voto final sobre la base de la imposibilidad material de retirar el 155. Es seguro que, además, el Gobierno hará gestos con el PNV, además de los incluidos ya en el proyecto de Presupuestos.

Si como parece salen adelante los Presupuestos de 2018, Rajoy podría permitirse si fuera necesario prorrogar en otoño los de 2019 hasta agotar la legislatura hasta el límite legal. Ahora podría hacerlo también, como de hecho barajó el Gobierno hace meses, pero con una posición de debilidad extrema a mitad de la legislatura que le dejaría en posición casi insostenible. Su objetivo sigue siendo llegar hasta diciembre de 2019, ocho años después de su llegada a la Moncloa.

Fuentes del Ejecutivo sostienen que se disiparán con esas votaciones sombras de duda como la de una hipotética convocatoria electoral anticipada por falta de apoyos parlamentarios del Gobierno y se reforzaría la posición de Rajoy. Triunfaría la manera de hacer las cosas de Rajoy, ganando tiempo ante las dificultades y esperando. Con Cristina Cifuentes a la espera de entierro político, con Cataluña abierta y las encuestas en contra, puede tener avanzando los segundos Presupuestos de la legislatura y afianzarse en la Moncloa.

El siguiente paso de Rajoy sería la convocatoria del debate sobre el estado de la nación, probablemente, para el mes de junio, con la seguridad de que la legislatura avanza hacia el final.

Otro efecto inmediato será el de eliminar también cualquier posibilidad de moción de censura, porque el Gobierno habrá mostrado su fortaleza parlamentaria. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, escuchó hace meses voces en su partido que le susurraban la posibilidad de presentar tal moción contra Rajoy. Su conclusión fue que había que esperar a los Presupuestos, que si no salían adelante se los plantearía y ganó tiempo pidiendo una imposible cuestión de confianza si el Gobierno perdía esa votación. Desde el 26 de abril, si se cumple lo previsto, ese debate quedará enterrado.

Otro efecto colateral es el de la posición de Ciudadanos, en plena disputa con el PP por el voto de centroderecha. Los populares tienen el difícil reto de identificar a Albert Rivera con "la izquierda radical" que les quiere arrebatar la Comunidad de Madrid, mientras ejerce de aliado fiel que les apuntala y les permite aprobar las cuentas en el Congreso y prolongar la legislatura.

Salvado el escollo de los Presupuestos, la acción de Rajoy se dirigiría hacia las elecciones municipales y autonómicas de 2019, quedando para más adelante su posible sucesión y aderezado con Cataluña y con el resurgir de los procesos penales por corrupción, por ejemplo, con la sentencia de Gürtel.

El Gobierno tiene basadas casi todas sus esperanzas en la reconsideración de la decisión del tribunal alemán sobre la entrega de Puigdemont

De la legislatura parlamentaria, fuentes del PP en el Congreso aseguran que las dos misiones básicas son: seguir preservando el legado normativo de la mayoría absoluta y hacer frente a comisiones de investigación que, de inicio, le son adversas en su composición, su funcionamiento y, probablemente, en sus conclusiones.

En lo primero, el Gobierno ha usado con éxito el instrumento del veto y el de la ampliación de plazos de enmiendas. Siempre con apoyo de Ciudadanos ha logrado que no se derogue ninguna de las leyes polémicas de la mayoría absoluta y ahora debe sortear el toque de atención del Tribunal Constitucional para evitar el abuso de trampas parlamentarias. En lo segundo, el PP se resigna a que la comisión de investigación sobre su financiación ilegal se mantenga hasta otoño, como instrumento que le sirve a Ciudadanos como coartada y para distanciarse del Gobierno, y hacia unas conclusiones que darán por sentadas las irregularidades.

En lo inmediato, el Gobierno tiene basadas casi todas sus esperanzas en la reconsideración de la decisión del tribunal alemán sobre la entrega de Carles Puigdemont antes del 26 de mayo. Y sigue la incertidumbre sobre Cristina Cifuentes. "Ya no sé qué decir cuando me preguntan en público. No sé si toca poner distancia y, desde luego, no voy a respaldarla", confiesa un destacado miembro del Gobierno.