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Seat, Cupra y el año del 'sorpasso'
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Seat, Cupra y el año del 'sorpasso'

Seat, como las serpientes, ha mudado de piel. El 44% de sus ventas ya dependen de la nueva marca Cupra, que solo tiene siete años de vida y de la que depende su rentabilidad

Foto: El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths. (EFE/Toni Albir)
El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths. (EFE/Toni Albir)
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El 2023 no solo ha sido el año en que Seat ha recuperado el tono previo a la pandemia. No solo ha sido el año de beneficios rércord —625 millones— y el ejercicio en que arrancó el plan de inversiones más ambicioso para electrificar la compañía. También ha sido el año Cupra, el año del sorpasso. El año que Cupra ya vende más que Seat. Tanto que la filial española de Volkswagen (VW) tuvo que hacer un spot para desmentir el final de la marca española y que proyectó en la presentación de resultados. Y no. Seat no va a desaparecer como marca comercial. Pero las cosas tampoco van a ser como antes.

Seat facturó en 2023 un total de 14.168 millones, un 34% más. Pero un 44% de esta cifra corresponden a ventas de Cupra, la nueva marca que Seat lanzó en 2017. Eso supone que Cupra facturó el pasado ejercicio un total de 6.233 millones. En comparación, los modelos Seat solo aportaron el 36% del negocio.

Esta revolución comercial también se nota en cuestiones más mundanas. El Ibiza, el coche del spot que utilizó la participada de VW, ya no es el modelo estrella. Ahora lo es el Formentor, un Cupra del que se vendieron más de 125.000 vehículos. Le sigue un Seat, el Ateca, con 73.800 unidades.

Cupra nació para que la rentabilidad de Seat fuese estable y continuada en el tiempo. Modelos más caros, más diferenciados y con mayores beneficios. En términos de estatus, Cupra se colocó a medio camino entre Audi y Seat, y ha abierto un hueco en el mercado. Toda una revolución para la marca en la que culmina el cambio de piel de la mayor empresa industrial de España.

Foto: Trabajadores en la fábrica de montaje de SEAT en Martorell. (Reuters/Albert Gea) Opinión
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Seat todavía vende más modelos marca Seat que marca Cupra. En 2023, las unidades de Seat sumaron más de 277.000 vehículos, contra los más 248.000 de Cupra. Pero como los Cupra son más caros en términos comerciales, Seat es cada vez menos Seat y más Cupra, según consta en la memoria de resultados del año 2023.

El objetivo declarado por el presidente de Seat, Wayne Griffiths, es que Cupra alcance el medio millón de vehículos al año, lo que si la compañía llegase a su capacidad máxima de producción, eso supondría decir que en un futuro próximo el 60% de los coches que venda Seat serán Cupra. Y en términos de facturación la dependencia de la nueva marca será mucho mayor. Un éxito de Wayne Griffiths, quien antes de presidir Seat ya era el hombre al que el entonces presidente Luca de Meo, encargó lanzar la nueva marca.

Modelos compartidos

Cuando los modelos son compartidos, no siempre gana Cupra. Pero sí en el León. El León Cupra en 2023 vendió 61.500 coches, contra el Seat León, que solo llegó a 39.700. En cambio con el Ateca el resultado fue el contrario: bajo la enseña Seat se colocaron en el mercado casi 66.000, mientras que el Ateca Cupra se quedó en 16.000 unidades.

Por tanto, Griffiths tiene razón cuando asegura: "Seat no desaparece, seguirá hasta el final de la combustión. Vamos a actualizar toda la gama de modelos: Seat Ibiza, Seat Arona y Seat Ateca. También el Seat León habrá una nueva versión híbrida enchufable de 100 kilómetros de autonomía. Por tanto, la marca goza de muy buena salud y seguirá siendo un papel clave para el futuro". Pero cada vez será más una enseña que aporte volumen, mientras que Cupra será quien genere beneficios.

Seat no desaparecerá como marca pero en el futuro aportará más volumen que beneficios

Y la rentabilidad es la clave. Por eso Seat no tiene deuda bancaria. Toda su deuda suma 451 millones, un 41% menos que el año pasado. De ese endeudamiento, 80 millones son préstamos de empresas del grupo y otros 110 millones, deuda transformable en subvención, mientras que hay casi 37 millones en créditos a tipos de interés inferiores a los precios de mercado por ser de entidades oficiales. Por tanto, no solo se ha hecho una revolución comercial, la más difícil —Cupra es la nueva marca que más crece en el mundo—, sino que se ha apostado por sanear el balance.

Dudas sectoriales

Si uno se quedase en las cuentas todo sería de color de rosa. Pero el motor y la movilidad viven tiempos de gran incertidumbre. La automoción ha ligado su destino a su relación con los gobiernos y las administraciones públicas. Y aquí es donde todas las empresas viven en la intranquilidad permanente. El plan Move no ha tenido el éxito del plan Renove. Y la ironía es que sí que ha habido fondos pero no eficacia en su distribución, delegada en las comunidades autónomas.

"Necesitamos crear un mercado y no lo estamos haciendo", advirtió Griffiths durante la presentación de resultados. Y así es. En el caso de Cataluña, una vez otorgada la ayuda, que puede llegar hasta los 7.000 euros por vehículo, comienza el proceso de justificación durante el cual debe presentarse toda la documentación para ser validada. Pues bien, los últimos expedientes pagados recibieron la justificación en la primera quincena de agosto de 2022, hace casi año y medio, según reconoce la conselleria de Acció Climàtica. Ese es el retraso para los compradores catalanes. Y en el resto de España la situación es similar, más de un año de demora.

En los concesionarios se ofrecen créditos al 0% para cubrir ese tramo de la compra del coche. Pero la burocracia es de tal calibre que el crédito a un año vence y entonces el comprador, además de haberse esforzado en salvar el planeta tiene que empezar a pagar intereses. Mientras, el sector ha comprometido miles de millones en un cambio de futuro incierto: el vehículo eléctrico. Y eso afecta a Seat y todo el sector en España. La revolución comercial del automóvil no solo precisa éxitos como Cupra sino que la administración cumpla sus compromisos.

El 2023 no solo ha sido el año en que Seat ha recuperado el tono previo a la pandemia. No solo ha sido el año de beneficios rércord —625 millones— y el ejercicio en que arrancó el plan de inversiones más ambicioso para electrificar la compañía. También ha sido el año Cupra, el año del sorpasso. El año que Cupra ya vende más que Seat. Tanto que la filial española de Volkswagen (VW) tuvo que hacer un spot para desmentir el final de la marca española y que proyectó en la presentación de resultados. Y no. Seat no va a desaparecer como marca comercial. Pero las cosas tampoco van a ser como antes.

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