La reunión de Sánchez y Florentino en la Moncloa tras la entrada de Arabia Saudí en Telefónica

La relación de Pedro Sánchez con los empresarios españoles es mejorable, tal y como quedó patente en su último acto en Nueva York, en el que apenas contó con representantes de los líderes del Ibex, más allá de los afines. Pero el presidente del Gobierno en funciones aún mantiene una vinculación especial con Florentino Pérez, al que recientemente llamó para una reunión de urgencia el día después de que Saudi Telecom Company (STC) anunciase la compra de hasta el 9,9% del capital de Telefónica.

Según han confirmado fuentes conocedoras del encuentro, el político socialista requirió la presencia del presidente de ACS y del Real Madrid el 6 de septiembre, apenas 24 horas después de que la multinacional de Oriente Medio hiciera público que había adquirido el 4,9% de la operadora española y que había aparcado otro 5%, que ejecutaría si obtuviese la autorización por parte del Gobierno. Florentino Pérez se trasladó al palacio presidencial, donde desde hace más de un año ya no acuden sus colegas del Ibex 35.

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Como es conocido, los principales ejecutivos de entidades como Santander, BBVA y CaixaBank han tomado distancias con Pedro Sánchez después del impuesto a la banca que su Ejecutivo aprobó por los presuntos beneficios extraordinarios que estaban obteniendo con la subida de los tipos de interés. Lo mismo han hecho los presidentes de Iberdrola, Naturgy, Endesa y Repsol, compañías que también han sido gravadas con una nueva tasa por obtener ganancias inusuales por el incremento de los precios de la electricidad y el gas.

Algunas fuentes indican que en la reunión con Florentino Pérez se trató la entrada en Telefónica de Arabia Saudí, que pilló supuestamente por sorpresa tanto a José María Álvarez-Pallete, el presidente del grupo español, como al Ministerio de Economía. Nadia Calviño no ha ocultado su enfado con el primer ejecutivo de la multinacional de las telecomunicaciones, al dar por hecho que tenía conocimiento de esta operación, una vinculación que Pallete ha negado en reiteradas ocasiones.

Pero el presidente de ACS sí conoce bien a los saudíes, con los que tiene una relación de años, ya que la constructora fue contratada para levantar hasta 11 estadios de fútbol en la península arábiga. Además, el Real Madrid tiene un acuerdo a través de su fundación con Ryadh School, una entidad educativa vinculada al rey Salmán para ayudar a niños en situación de vulnerabilidad. Por ello, según estas fuentes, Sánchez inquirió a Florentino Pérez por esta transacción que ha activado a los servicios del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Florentino Pérez no tiene interés en participar en un núcleo duro de inversores españoles que compren entre un 5 y un 10% de Telefónica

El ingeniero de Caminos ha reconocido en su círculo más próximo la reunión con Pedro Sánchez, cuya cruzada contra el tejido empresarial —incluidas las cadenas de supermercados— no ha afectado al negocio de ACS ni al de Telefónica. Pero niega cualquier relación con el desembarco de los saudíes, ni interés alguno en participar en un núcleo duro de inversores españoles que compren entre un 5 y un 10% de Telefónica para contrarrestar la influencia de Mohammed bin Salmán.

Algunas fuentes próximas a la operadora señalan que La Caixa, a quien la entrada de STC cogió con el pie cambiado, vería con buenos ojos aglutinar una serie de empresarios locales que se hagan con una participación relevante para tener mayoría en el consejo de administración, si Arabia Saudí, como se espera, obtiene el permiso del Gobierno y pide dos asientos en el órgano de gestión. En ese caso, tendría los mismos representantes que el holding financiero dirigido por Isidro Fainé y BBVA, ambos dueños de un 5% del capital cada uno.

Núcleo duro nacional

La relación de Fainé y Florentino Pérez es muy fluida, de gran amistad personal, ya que han compartido muchos negocios juntos. Entre otros, Abertis, de la que ACS llegó a tener un 15%. Un paquete que, cuando la constructora pasó el peor momento de su historia por su elevada deuda en su intento fallido por controlar Iberdrola, vendió a CVC Capital Partners con la intermediación de La Caixa para poder atender a los acreedores.

Fuentes próximas a ACS descartan cualquier inversión corporativa de la compañía en esa potencial transacción, porque la cotización del grupo podría verse castigada al no tener nada que ver con su línea estratégica, centrada en las infraestructuras y las concesiones. Y que el objetivo central de la reunión en la Moncloa era otro proyecto confidencial y de interés nacional. No obstante, España apenas representa un 10% de los ingresos totales de la constructora, que tras la crisis económica que sufrió el país entre 2008 y 2012 decidió apostar por áreas geográficas más seguras desde el punto de visto jurídico y de cumplimiento de pagos. No obstante, la empresa fue accionista relevante de Yoigo, con la que ganó casi 280 millones en la venta a MásMóvil.

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J. C. P. Cotizalia / Agencias

Pero otras fuentes indican que el Gobierno sí está interesado en que algunos de los pocos empresarios afines que aún mantiene la Moncloa hagan un esfuerzo a título personal para crear ese núcleo duro. Porque lo que está en juego es el control de Telefónica a medio plazo. En 2011, cuando el Ejecutivo entonces gobernado por José Luis Rodríguez Zapatero hizo una llamada de auxilio a los principales líderes del Ibex para salvar la oferta pública de venta (OPV) de Bankia, con la aportación de 1.500 millones, ACS fue uno de los colaboradores, junto con Telefónica, CaixaBank, Banco Santander, Banco Sabadell, Banco Popular, El Corte Inglés, OHL, Acciona, Alicia Koplowitz, Iberdrola, Juan Abelló, Gestamp, Mutua Madrileña, Mapfre y Meliá, entre otras muchas compañías.