Los directivos y empresarios que arroparon a Sánchez en NY: mucho abogado y poco CEO

Pedro Sánchez, presidente en funciones y aspirante a ser investido de nuevo, aprovechó su participación en la asamblea general de la ONU para intervenir ayer en un evento organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y España en Nueva York. El objetivo del evento, según el programa original, era congregar a "destacados líderes empresariales de Latinoamérica, España y Estados Unidos, incluidos altos ejecutivos del sector privado, del público, gestores de fondos y analistas financieros". Finalmente, apenas asistieron ejecutivos de primer nivel de grandes compañías, más allá de aquellos que patrocinaban el acto, y no todos.

El líder del PSOE, que ha mantenido una relación tirante con el empresariado español, especialmente en el último tramo de la legislatura, congregó a cerca de un centenar de personas en el Hotel Roxy, en el sur de Nueva York, cerca del distrito financiero. Pero en el acto, patrocinado por el Grupo Prisa, Indra, Inditex, Iberia, Baker & McKenzie y la colombiana Nutresa, destacó la ausencia de presidentes o consejeros delegados de empresas del Ibex o estadounidenses. Los presentes de más rango fueron Joseph Oughourlian, presidente del grupo editor de El País y Cadena SER, que envió también a Fernando Carrillo, su nuevo consejero, y Marc Murtra, presidente de Indra, nombrado precisamente por el Gobierno actual por su vinculación con el socialismo catalán.

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El resto de representantes del mundo financiero fueron segundos o terceras espadas. Algunos directivos de Banco Santander, como Javier Álvarez Sánchez y Eduard Casajuana, del área de Cumplimiento y director general internacional, respectivamente, otros de Iberia y dos de Abertis Mobility, también patrocinador del evento. ACS envió al director financiero de Dragados USA; OHLA, a su consejero delegado de la filial de concesiones, Fausto Casado, y CaixaBank, a Raúl Carmona, el representante de su oficina en Nueva York. FCC, Ferrovial y Sener enviaron asimismo a directivos no pertenecientes a sus comités ejecutivos.

Iberdrola, cuyo presidente, Ignacio Sánchez Galán, estaba en Nueva York para asistir a la cumbre del clima de Naciones Unidas, como suele hacer habitualmente, estuvo representada por Puneet Verma, directivo de asuntos públicos de Avangrid, la empresa estadounidense participada mayoritariamente por la eléctrica española. No hubo presencia de miembros de BBVA, Telefónica, Endesa o Naturgy. Tampoco de Inditex, pese a que en el panel promocional aparecía como sponsor del acto.

Por el contrario, el presidente del Gobierno estuvo respaldado por numerosos bufetes de abogados, como Uría y Menéndez (María Pan de Soraluce), Garrigues (Carolina Dávila), Cuatrecasas (los socios Antonio Baena, Alfonso Ugarte y Diego Pérez Yarza), Baker & McKenzie (Carlos Pérez Aritz, Carlos Suárez y José Morán) y Pérez Llorca (Javier Gómez, socio de la firma en Nueva York). Pero, salvo los de la firma barcelonesa y Gómez, el resto eran directivos de segundos niveles en los respectivos despachos.

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De la banca americana solo hizo acto de presencia JPMorgan, con Carlos Aspillaga y Eduardo Pérez Ballí, del área de Banca Privada, mientras que los únicos grandes fondos de capital riesgo que tomaron asiento fueron Brookfield, Palladium, L Catterton y Allianz Capital Partners. Responsables de las consultoras Deloitte, KPMG y Alvarez & Marsal también escucharon al presidente, así como representantes de las escuelas de negocios IESE Bussiness School e IE University y de empresas de comunicación como Atrevia.

Como es conocido, la relación de la Moncloa con el Ibex es más que tensa. Especialmente con el sector eléctrico y con el financiero, al que impuso sendos impuestos extraordinarios por las subidas drásticas del precio de la luz y de los tipos de interés. Una presión fiscal justificada por el Gobierno porque este incremento les ha llevado a obtener beneficios históricos mientras los clientes han tenido que hacer frente al encarecimiento de las facturas y de los préstamos. La industria alimentaria, con Mercadona a la cabeza, así como Inditex, ha sido foco de críticas por parte de algunos miembros del Ejecutivo de coalición, que la ha acusado de subir márgenes a costa del bolsillo de los consumidores.

Con quien sí contó Sánchez desde el sector político fue con el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, el embajador español en Estados Unidos, Santiago Cabanas, así como la secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, o su hombre de confianza en asuntos económicos, Manuel de la Rocha.