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Oak Hill, HIG y Fortress toman el control de Telepizza tras hundirse un 40%
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POR IMPAGO DE LA DEUDA

Oak Hill, HIG y Fortress toman el control de Telepizza tras hundirse un 40%

Lideran un grupo de inversores que suscribieron una emisión de bonos por 335 M lanzada por KKR, Torreal, Artá, Altamar y Safra para financiar la adquisición de Telepizza por 600 M en 2019

Foto: Un local de Telepizza, en Alcobendas (Madrid). (EFE/Emilio Naranjo)
Un local de Telepizza, en Alcobendas (Madrid). (EFE/Emilio Naranjo)
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KKR, Juan Abelló (Torreal), Artá (los March), Altamar y Safra están en conversaciones muy avanzadas para ceder el control de Telepizza a sus principales acreedores. Los cuatro fondos de capital riesgo han comunicado que no van a poner un euro más para recapitalizar la compañía de comida rápida, que no tiene capacidad para hacer frente a su deuda. Según fuentes financieras próximas a las negociaciones, Oak Hill, HIG y Fortress se van a quedar con la mayoría del capital al convertir sus bonos en acciones de la compañía.

Oaktree y Fortress lideran un grupo de inversores que suscribieron una emisión de bonos por 335 millones lanzada por KKR, Torreal, Artá, Altamar y Safra para financiar la adquisición de Telepizza por 600 millones de euros en 2019. Unos títulos de renta fija por los que la compañía rápida, rebautizada como Food Delivery Brands, pagaba un cupón del 6,25%, con vencimiento en 2026. Pero el impacto de la pandemia y el mal acuerdo firmado con la estadounidense Yum Brands para gestionar la marca Pizza Hut han llevado a la empresa madrileña a estar cerca de la insolvencia.

Foto: Foto: Reuters/Andrea Comas.

Para evitar la quiebra, Oak Hill, Fortress y el resto de acreedores, entre los que se encuentran HIG, Dryden y Golden Tree, han decidido capitalizar parte de esos 335 millones en acciones de Food Delivery Brands, lo que les dará el control de la sociedad. En otras palabras, se convertirán en los nuevos dueños de Telepizza, ya que los actuales propietarios se han negado a aportar más dinero nuevo. KKR, Torreal, Artá, Altamar y Safra inyectaron unos 20 millones a finales de 2021 ante la tensión de liquidez para pagar los intereses de los bonos. Pero ahora han declinado hacer una segunda ampliación, salvo que los bonistas aceptasen una quita de hasta el 75% del capital.

Según otras fuentes, Oak Hill y Fortress, conocidos como fondos oportunistas o fondos buitre, han rechazado realizar un sacrificio tan grande, que supondría dar por perdidos más de 200 millones, si los accionistas actuales no apoyan a la compañía. Por el contrario, a falta de concretar los detalles, los tres hedge funds apostarán por convertir en acciones bonos de 100 millones de euros e intentar renegociar el acuerdo con Yum Brands. Una alianza que Telepizza no ha podido cumplir y que hoy en día es su principal riesgo para sobrevivir, por la compensación que tiene que abonar a la estadounidense.

La complicada situación del grupo de comida rápida se ha trasladado al valor de sus bonos. Desde que El Confidencial adelantó la semana pasada que los dueños entregarían las llaves de la compañía si los bonistas no aceptaban la quita del 75%, la cotización de estos títulos se ha desplomado cerca de un 40%. Han pasado de cambiarse al 61% de su valor a hacerlo por debajo del 38%, lo que pone de manifiesto que se trata de una empresa con calificación de bono basura.

Foto: Xavier Tapias.

Oaktree ya tiene experiencia en este tipo de transacciones. En 2012, el fondo dirigido en aquel momento por Carlos Gila se hizo con la mayoría del capital de Panrico ante el impago de la deuda por parte de la compañía de bollería, que en ese momento era propiedad de Apax. Este fondo la había comprado por 900 millones en 2005, pero poco tiempo después ya no pudo hacer frente a la deuda que había pedido para financiar esta adquisición. El fondo oportunista inyectó 105 millones tras acordar con los acreedores una quita del 75% del pasivo (290 millones de un total de 380) para salvar al fabricante de Donuts y Bollycao. En 2015, la vendió por 190 millones a la mexicana Bimbo.

Pronovias, otra entrega de llaves

KKR, Torreal, Artá, Altamar y Safra acordaron en 2019 pagar 600 millones por Telepizza al abonar seis euros por acción. Lo primero que hicieron nada más hacerse con el control fue refinanciar el pasivo, engordar la deuda original en más de 130 millones y repartir un dividendo por una cantidad similar en el verano de ese año. Aunque estos fondos sostienen que la pandemia fue un zarpazo a la espina dorsal de la compañía, lo cierto es que otros competidores, como Burger King España, salieron de esa crisis con comodidad. Hasta el punto de que su dueño, Gregorio Jiménez, se la vendió en julio de 2021 a Cinven por cerca de 1.000 millones de euros.

Entregar las llaves de una empresa es la última opción que baraja un fondo de capital riesgo. En España, han sido pocos los casos en que un private equity cede la propiedad de una compañía a los acreedores. Lo hizo en su día Suala Capital, un fondo liderado por Ana Botín, que cedió Paconsa a los bancos y al equipo gestor, que posteriormente lanzó Primafrio, valorada hoy en 1.000 millones. Mercapital también sucumbió en Holmes Place, una cadena de gimnasios de lujo, que pasó a manos de JP Morgan, así como en Bodybell. Ayer, BC Partners hizo lo propio con Pronovias, comprada en 2017 por 550 millones a Alberto Palatchi.

KKR, Juan Abelló (Torreal), Artá (los March), Altamar y Safra están en conversaciones muy avanzadas para ceder el control de Telepizza a sus principales acreedores. Los cuatro fondos de capital riesgo han comunicado que no van a poner un euro más para recapitalizar la compañía de comida rápida, que no tiene capacidad para hacer frente a su deuda. Según fuentes financieras próximas a las negociaciones, Oak Hill, HIG y Fortress se van a quedar con la mayoría del capital al convertir sus bonos en acciones de la compañía.

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