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Gatopardismo en las fusiones de telecos: las ansias de M&A no conmueven al regulador
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EL REINADO DE LOS CUATRO OPERADORES

Gatopardismo en las fusiones de telecos: las ansias de M&A no conmueven al regulador

Tras el ruido que suscitó la decisión de la Justicia sobre la venta de O2 en Reino Unido, no ha habido grandes operaciones. Los expertos creen que poco ha cambiado en los últimos tiempos

Foto: La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager. (Reuters/Yves Herman)
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager. (Reuters/Yves Herman)

Todo cambia para que todo siga igual. El lema del gatopardismo lampedusiano, originalmente aplicado al mundo político, puede aplicarse también al mundo teleco. Las operadoras llevan años rezando al dios de la consolidación y, aunque en España sí se han dado algunas operaciones notables, ninguna ha traspasado el Rubicón de reducir de cuatro a tres el número de grandes operadores de un mercado. Entre las negativas y los ‘remedies’, los tambores de fusión hacen agua para frenar la guerra de precios. Sin embargo, hay quien insiste en que algo está cambiando.

Estos últimos días, el detonante en España ha sido Vodafone. Mientras El Confidencial adelantaba los contactos entre MásMóvil y la teleco, el propio CEO, Nick Read, reconocía que la operadora estaba “activa” en varios países. A lo largo de esta semana, quienes han vuelto a sonar en varios medios han sido Orange y MásMóvil. No solo en España: en Italia, Iliad presentó una oferta por la filial de Vodafone que esta ha rechazado este mismo jueves. Las pocas candidatas a quedar al margen del baile de sillas tampoco se quedaron quietas: en España, Telefónica ya ha contratado a McKinsey y BCG para decidir el futuro de Movistar+.

Foto: El logo de Vodafone. (Reuters)

Todo esto ha llevado a las operadoras a vivir una semana dorada en bolsa. Telefónica ha ganado casi un 5% en los últimos cinco días, mientras que en París Orange ha subido más de un 3% y en Londres Vodafone ha avanzado casi otro 4%. Sin embargo, los analistas tienen sus reparos. “Vemos poco probable que el sector de las telecomunicaciones experimente una mayor concentración nacional, tampoco en España”, explica Jacques de Greling, director de Calificaciones Corporativas de la agencia Scope Ratings.

“Una de las principales razones es que tanto la Comisión Europea como los propios reguladores nacionales siguen reforzando la normativa antimonopolio para garantizar una competencia adecuada, pues el número de operadores de telefonía móvil en cada país es muy reducido. Además, no creemos que se produzca un cambio normativo que favorezca una mayor consolidación de los mercados nacionales de telefonía móvil”.

Las operaciones del sector teleco suelen pasar por la lupa de Bruselas, sobre todo con operadores de sede extranjera que jueguen al M&A a nivel nacional. El umbral a partir del cual se notifica la operación es si la facturación resulta en más de 5.000 millones de euros a nivel mundial (y que dos de ellas ganen más de 250 millones de euros en Europa).

En este contexto, el mercado sigue viendo guiños. En Reino Unido, el regulador de competencia, Ofcom, ha roto con la fijación por los cuatro operadores al decir que su posición “sobre una potencial fusión se verá condicionada por las circunstancias particulares de esta fusión particular, antes que pensar solo en el número de competidores”. Ante casos individuales, los expertos animan a esperar a que se confirme una tendencia con varios casos firmes.

En el mercado, hay la norma no escrita de que tiene que haber cuatro operadores

He ahí el quid de la cuestión: ¿qué hace pensar que el operador ha cambiado su visión del mercado? Los directivos del sector no se cansan de clamar en público que el sector necesita un golpe de consolidación. Sin esta, no serán capaces de soportar la erosión de la competencia, a la vez que invierten en las infraestructuras sobre las que navegarán las innovaciones del futuro. En 2020, Pallete se atrevía a decir en el diario británico 'Financial Times' que algo estaba “cambiando en Europa”. “Las estrellas se están alineando para la consolidación de las telecomunicaciones”, zanjaba. Casi dos años después, España sigue sin ver grandes operaciones que reduzcan el número de grandes jugadores.

Ha pasado casi una década desde el impulso de M&A que hubo en España con la compra de Ono por Vodafone y de Jazztel por Orange. Con el caso de esta última, MásMóvil surgió como el gran beneficiario de estas fusiones, ya que los ‘remedies’ forzaron el traspaso de 13 centrales de red de fibra óptica para reequilibrar el mercado. Ya entonces, la comisaria de Competencia en Europa era Margrethe Vestager, todavía hoy en el cargo. Desde entonces, en España apenas se ha dado la compra de MásMóvil por parte de los fondos de capital riesgo y, en pandemia, la adhesión de Euskaltel (colmando a José Miguel García como el maestro del M&A teleco). Mientras tanto, en 2020, la Justicia europea anulaba la prohibición de la venta de la filial de Telefónica en Reino Unido. Ese movimiento fue percibido como un gesto a favor, pero los expertos recuerdan que el organismo de Vestager se reservó el derecho de recurrir la decisión. “En vez de pensar en consolidar el mercado nacional, deberíamos tener una visión más paneuropea”, dijo entonces la danesa.

“En mi opinión, las autoridades de competencia han mostrado un enfoque neutro y profesional en la reciente operación MásMóvil-Euskaltel, donde se realizó un análisis riguroso de competencia acerca de los méritos de la operación. El anterior presidente de la CNMC, José María Marín, dijo en 2018 que era una buena noticia que hubiera cuatro operadores de telecomunicaciones en España, lo que algunos han interpretado como un mensaje de 'enfriamiento' de las tendencias consolidadoras en el sector, pero no cabe hablar de una política preestablecida”, explica Íñigo Igartua, socio coordinador de Competencia y Derecho de la UE.

Foto: Foto: Reuters/Toby Melville

“La comisaria Vestager se ha mostrado favorable en algunas manifestaciones a la consolidación transnacional (los mercados siguen siendo muy 'nacionales') pero, al igual que con la CNMC, cabe esperar un enfoque riguroso caso por caso cuando surjan proyectos de consolidación”, añade Igartua. “Es también destacable que en mayo de 2020, el Tribunal General anuló una previa decisión de la Comisión Europea que había prohibido en 2016 la adquisición por Three de O2, la filial británica de Telefónica”, matiza el abogado. “Aunque el asunto está aún pendiente de solución definitiva tras el recurso interpuesto por la Comisión ante el Tribunal de Justicia, el contenido de la sentencia del Tribunal General parece sugerir que los efectos negativos de un proyecto de consolidación deben ser claramente probados por la Comisión antes de que pueda vetar el proyecto”.

Por su ‘track record’, los reguladores parecen proteger el modelo de cuatro operadores: tres grandes (en España están Telefónica, Orange y Vodafone) que luego se vean desafiados por la agresividad de un cuarto (por ejemplo, MásMóvil). Los ‘remedies’ de la compra de Jazztel subrayan esa tendencia: puede haber fusiones, pero al final debe surgir un cuarto operador que proteja el ‘statu quo’ de los precios. Es la norma no escrita del mercado europeo.

“El más pequeño del sector suele tener mayor necesidad de crecimiento, por lo que suele ser más agresivo, por lo que las autoridades intentan fomentar un ‘outsider’ del mercado”, señala Andrew Ward, socio coordinador del área de Competencia en Cuatrecasas. “Yo no he percibido un cambio en ese sentido… Pueden haberse dado operaciones pequeñas que se hayan aprobado sin poner peros, pero así a grandes rasgos no me viene nada a la cabeza que me haga pensar que el regulador haya cambiado de parecer”, argumenta el experto.

¿Hay algo que nos haga pensar que la Comisión vaya a tener una visión más ‘light’? “Yo creo que no”, opina Rafael Baena, socio de Derecho de la Competencia y la UE de Ashurst. Para el experto, el caso del tribunal solo subraya todo lo contrario: “En estas operaciones, el regulador mide los defectos en el cambio de estructura de un mercado que pasa de cuatro a tres jugadores, todo por debajo de los umbrales de dominancia”, explica Baena, que matiza que lo que suele preocupar al regulador es que la caída de ese cuarto competidor, normalmente cercano a uno de los tres grandes, tenga un efecto negativo a largo plazo en el funcionamiento de los mercados. “El tribunal fue muy crítico, alegando que el análisis de la Comisión no era lo bastante profundo”, zanjó. ¿La respuesta de la Comisión? “No solo recurrió, sino que todos los comisarios que se pronunciaron subrayaron que mantenían firmes sus convicciones”, concluyó. "Ha sido muy dura".

Todo cambia para que todo siga igual. El lema del gatopardismo lampedusiano, originalmente aplicado al mundo político, puede aplicarse también al mundo teleco. Las operadoras llevan años rezando al dios de la consolidación y, aunque en España sí se han dado algunas operaciones notables, ninguna ha traspasado el Rubicón de reducir de cuatro a tres el número de grandes operadores de un mercado. Entre las negativas y los ‘remedies’, los tambores de fusión hacen agua para frenar la guerra de precios. Sin embargo, hay quien insiste en que algo está cambiando.

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