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Del cable a las pelis: las apuestas díscolas de Vodafone en su mercado más difícil
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EN LAS QUINIELAS CON MÁSMÓVIL

Del cable a las pelis: las apuestas díscolas de Vodafone en su mercado más difícil

La británica se diferencia en varios aspectos del resto del mercado. En infraestructuras, tiene el particular encaje del cable HCP. En oferta, ha estado sufriendo con la TV

Foto: El logo de Vodafone. (Reuters)
El logo de Vodafone. (Reuters)
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Vodafone ha estado toda la semana en el foco informativo. El lunes, en la inauguración de su 'hub' de innovación en Málaga (Andalucía), en el que compartieron palco la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el presidente de la junta de Andalucía, Juanma Moreno. El miércoles, por la presentación de sus resultados trimestrales en cuanto a grupo y, por otro lado, en España. Y, finalmente, por las noticias adelantadas por El Confidencial acerca de los fondos propietarios de MásMóvil, interesados en una operación con la británica. Una disposición que confirmó el mismo consejero delegado de la empresa, Nick Read, al señalar que la 'teleco' "está activa en varios frentes" y subrayar a la filial española como clave para este baile de fusiones.

Una de las razones por la que Vodafone lleva tiempo sonando en las quinielas de las fusiones es por su tamaño relativo dentro de nuestro país. Por ingresos, está por detrás de Orange y Telefónica. Dentro del grupo británico, la filial española no supera el 10% de los ingresos, en comparación con Orange, que cuenta en España con su segundo mercado y, por lo tanto, es más dependiente de esta filial. En ese sentido, Vodafone goza de mayor flexibilidad para jugar al M&A. En el baile de fusiones, el preferido ha sido MásMóvil, que nació precisamente de la compra de Jazztel para, años más tarde, llevar a cabo operaciones como la de Euskaltel o la entrada del capital riesgo.

Foto: Foto: Reuters/Toby Melville

Todas las 'telecos' reconocen a menudo que España es uno de los mercados más difíciles de Europa. En el caso de Vodafone, los ingresos por servicios se dejaron un 1,6% siendo este el peor dato de todas sus filiales. La compañía consiguió salvar la cifra total (+1,9%) gracias a la venta de terminales. "El incremento de la agresividad en precios del 'low-end' y las promociones estacionales afectaron a la actividad comercial", reconoció la empresa en los resultados. Para las 'telecos' incumbentes, es decir, aquellas que invierten en sus propias redes, la guerra de precios es una presión constante sobre sus márgenes que en España ha llevado a cerrar 2021 como uno de los ejercicios más calientes en procesos de despido y salidas dentro de este sector.

Sin embargo, esta situación viene de largo. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados de Competencia (CNMC), Vodafone tenía, a cierre del tercer trimestre de 2011, hace una década, 4.323 millones de ingresos acumulados (frente a los 3.457 millones del mismo periodo en 2021). Por comparar, Telefónica pasó de 13.621 millones de euros en la España de 2011 a los 10.764 millones en 2021. Orange, que integró a Jazztel en 2015, pasó de los 2.988 millones a cierre del tercer trimestre de 2011 hasta los 4.168 millones a cierre de 2021.

En un mercado tan competitivo como el español, cada operador tiene sus distinciones. Una cuestión que diferencia a Vodafone son sus infraestructuras de banda ancha fija. Tras la compra de Ono, Vodafone heredó una extensa red de cable HFC. Según los datos de la CNMC publicados este viernes, Vodafone tiene 1,5 millones de líneas de HFC, prácticamente la misma cantidad de líneas de FTTH (conocida como fibra pura). Este es un contexto muy distinto al de otros competidores: Telefónica u Orange cuentan con 4,8 millones y 3,5 millones de líneas de FTTH, respectivamente, y prácticamente no tienen líneas de HFC. El propio Vodafone alquila al antiguo monopolio las redes a las que no puede llegar por sí solo.

La diferencia entre el HFC y la FTTH es que la primera es híbrida —es decir, cuenta con una línea de fibra que luego se conecta al hogar con un cable coaxial— y la segunda entra directamente en el hogar. Esto hace que la primera opción sea más difícil y cara de modernizar. Una modernización ingrata, ya que la inversión no supone mayores ingresos (no se ganan nuevos clientes) pero, si no se acometen estas inversiones, la operadora podría perder usuarios ante las mejoras del FTTH. De hecho, los datos de la CNMC revelan que, a lo largo de los últimos años, el sector 'teleco' en su conjunto ha estado recortando en líneas de HFC y, sin embargo, aumentando en redes FTTH.

Esta unidad de las infraestructuras de Vodafone recibió el año pasado muestras de interés por líderes del FTTH como Telefónica (para favorecer el alquiler de terceros a su propia red) y Onivia (para aumentar la dimensión de su red). En caso de fusión con MásMóvil, estos activos tendrían que encontrar su encaje con las propias particularidades de la operadora amarilla. Esta paga en torno a 200 millones de euros al año a Orange solo por el uso de sus redes mayoristas; situación que cambiaría si pudiese usar las de Vodafone (siendo esta su propia empresa, claro), con las que también ganaría sinergias y capilaridad. En cambio, ya en 2020, cuando sonaba igualmente el posible matrimonio entre las dos 'telecos', los analistas de Bank of America, avisaban de que la compra tendría un fuerte impacto económico en la renovación de las infraestructuras de Vodafone, por lo que aconsejaban vender activos para seguir comprando en el mercado.

Otra de las apuestas diferentes de Vodafone es la televisión. Esta división apenas afectaría un encaje de negocios entre MásMóvil y Vodafone, pero es sintomática de la presión a la que los servicios de telecomunicaciones están sometidos en España. Vodafone abandonó la oferta de fútbol en su oferta de televisión de pago en 2019. La compañía hizo un análisis entre sus clientes y vio que no había interés por el deporte rey de España, que además era poco rentable por el coste de los derechos. Asimismo, pasó a apostar por las series y la televisión, convirtiéndose en la oferta audiovisual de nuestro país: cuenta con HBO Max, Amazon Prime, Netflix y Filmin. Desde entonces, la compañía registró una fuerte ganancia de clientes que alcanzó máximos en 2021, con Vodafone sumando 310.000 usuarios hasta alcanzar los 1,64 millones de euros. Todo, mientras Telefónica y Orange se encomendaban a los vaivenes del fútbol, con una pérdida neta de miles de clientes de TV en los últimos años.

Con todo, el éxito de Vodafone con su apuesta 'contraria' en televisión ha decrecido últimamente. En los últimos nueve meses, la 'teleco' ha virado a la baja hasta acumular una pérdida de 480.000 clientes. La empresa atribuye estas pérdidas a la competencia general del sector, donde los usuarios se mueven por paquetes convergentes de ofertas, en los que entran tanto la televisión como otras ofertas de datos móviles o internet. Este trimestre, Vodafone también ha perdido en la base de clientes móviles de contrato, que se redujo en 53.000 líneas, a la vez que los clientes de banda ancha disminuían en 50.000. Aún están por ver los resultados de los demás competidores para comparar la dimensión de estas caídas.

Otra de las apuestas de Vodafone en España ha sido el liderazgo en innovación de las ofertas a clientes. Fueron los primeros en ofrecer datos ilimitados, así como el 'roaming' europeo antes de que fuera norma. Además, han sido de los primeros en dar comienzo al desarrollo de las infraestructuras 5G, esencial para las empresas (un tercio de su base de clientes). Las exigencias de costes que implica despliegue de estas tecnologías es una de las principales causas por las que las 'telecos' necesitan urgentemente unir fuerzas. Operaciones que encuentran la resistencia de las autoridades de competencia, que históricamente han mostrado sus recelos a una concentración en el mercado que encarezca los precios al cliente.

Vodafone ha estado toda la semana en el foco informativo. El lunes, en la inauguración de su 'hub' de innovación en Málaga (Andalucía), en el que compartieron palco la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y el presidente de la junta de Andalucía, Juanma Moreno. El miércoles, por la presentación de sus resultados trimestrales en cuanto a grupo y, por otro lado, en España. Y, finalmente, por las noticias adelantadas por El Confidencial acerca de los fondos propietarios de MásMóvil, interesados en una operación con la británica. Una disposición que confirmó el mismo consejero delegado de la empresa, Nick Read, al señalar que la 'teleco' "está activa en varios frentes" y subrayar a la filial española como clave para este baile de fusiones.

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