Airbus prevé dos años sin apenas pedidos y alerta sobre la fábrica de Puerto Real
Tratará de usar medidas no traumáticas para las 890 personas que dejarán la compañía hasta 2021 por el coronavirus. Espera alguna alegría en pedidos militares que palíe el golpe
La cúpula de Airbus en España ha aterrizado este miércoles en un encuentro telefónico con un puñado de medios de comunicación, las consecuencias en España del plan de ajuste anunciado ayer por la compañía a nivel mundial y que supone la supresión de 890 puestos de trabajo en nuestro país sobre 15.000 en total. Alberto Gutiérrez, presidente, y Manuel Huertas, primer directivo del área de aviación civil (Airbus Operations), explicaron que el grupo europeo no prevé nuevos pedidos significativos de aviones durante los dos próximos años, lo que le llevará a mantener hasta 2022 el ajuste de más de un tercio en la producción de sus dos principales modelos (A320 y A350).
Derivado de ello, detalló Huertas a preguntas de la prensa, alguna planta de las seis que tiene en España tiene un futuro comprometido. "El ajuste ni incluye ninguna reconfiguración de la empresa ni el traslado de cargas de trabajo entre nuestras plantas. Pero está claro que la situación no ayuda nada a resolver la situación crítica de algunas plantas. Me refiero a las más pequeñas, a Puerto Real en España y otras en Europa. La planta de Puerto Real ya estaba en una situación compleja tras el final de la producción del A380. No hemos tenido tiempo de reestructurarla y habrá que encontrar una solución".
Airbus, según han publicado este miércoles algunos medios locales de Cádiz citando fuentes sindicales, prevé que sean 150 los despedidos en esta planta sobre los 500 trabajadores que mantiene. El reparto del ajuste de los 890 puestos entre las distintas factorías está aún por concretar por parte de la empresa a los sindicatos, algo que se prevé trasladar este miércoles. Getafe (Madrid) e Illescas (Toledo) serán previsiblemente las instalaciones más afectadas, puesto que son las que más peso tienen del negocio de aviación civil, junto a Puerto Real.
Las salidas, explicó Alberto Gutiérrez, se intentará que se produzcan de forma no traumática. "Tenemos que lograr hibernar las plantillas con fórmulas imaginativas. Y también incrementar el apoyo a proyectos de I+D vía fondos europeos para mantener plantilla asociada a ellos, y poder así acelerar procesos que están pendientes una vez se recupere la demanda y salgamos de la crisis".
La compañía tiene congeladas las contrataciones desde el 15 de marzo y busca fórmulas para retener talento de forma flexible
También apuntó a otras fórmulas como la contratación por periodos de tiempo más cortos o arbitrar fórmulas para mantener ligada a la empresa a un cierto número de empleados de manera liviana, pero continuada para recuperarlos cuando sea preciso. La compañía tiene congeladas las contrataciones desde el pasado 15 de marzo.
La depresión de la demanda, traducida a cifras detalladas por Huertas, supone que 1.500 de los 10.000 aviones que Airbus preveía entregar a las aerolíneas entre 2020 y 2025 de su familia superventas A320 no se despacharán. En el caso de los modelos más grandes, los de doble pasillo (A350 y A330), el descenso será de entre el 30% y el 65% sobre la estimación de 2.000 aeronaves que iban a ser asumidas por clientes en esos cinco años.
Perspectivas en Defensa
Gutiérrez, que es también director de la división de aviones militares en la filial Airbus Defense & Space, detalló que la empresa está hablando con los tres gobiernos europeos (Francia, Alemania y España) lanzadores del caza de combate del futuro (programa FCAS) para "dar un empujón al programa y consolidar en él la presencia de España". El proyecto está ahora en fase de construcción del primer sistema demostrador completo, que incluye un caza, drones, aviones militares y aeronaves de carga no tripuladas.
Estas tres mismas naciones están detrás del futuro dron militar común Eurodrone, en el que "el reparto de cargas de trabajo sustanciales en el ámbito de aeroestructuras está a la vuelta de la esquina". Gutiérrez espera un papel relevante de España en estas adjudicaciones, merced también al retorno industrial para el país derivado del peso de un 27% de España en el consorcio promotor de esta aeronave no tripulada.
Con ambos, y por primera vez, quizá sería la división militar quien pudiera absorber excedentes de la civil. Tradicionalmente viene ocurriendo lo contrario al ser las aeronaves de pasajeros el negocio más boyante (es el 70% de las ventas del grupo). Gutiérrez destacó la versatilidad de las plantas españolas, que trabajan indistintamente para productos de ambas divisiones. En cualquier caso, la rama de Defensa y Espacio ya tiene en marcha, desde febrero pasado, su propio ajuste por 2.700 empleos de los que 770 serán los afectados en España.
Airbus en España depende más del modelo A350 que de los de la familia A320, los que primero recuperarán la demanda
Sobre las conversaciones con el Gobierno español para que arbitre ayudas para el sector aeronáutico español, Gutiérrez precisó que existe una mesa de trabajo con independencia de los recientes contactos directos entre el presidente Pedro Sánchez y el CEO del grupo, Guillaume Faury. "Estoy seguro de que el Gobierno español va a hacer todo lo posible para estar a la altura de Alemania o Francia. Han ido más rápido porque su capacidad económica es diferente a la española".
El directivo valoró además que parte de los planes francés y alemán está destinado a respaldar la compra de aviones más nuevos y eficientes, y manifestó su esperanza de que también espera que sea así en España. Recordó a este respecto el mensaje de Luis Gallego en la cumbre empresarial de CEOE la semana pasada, donde el presidente de Iberia y próximo CEO del grupo IAG, apostó por un plan renove para el sector aeronáutico en España.
Tratando de vislumbrar claves de la recuperación de la demanda de aviones, Huertas reconoció que no se atreve a predecir cómo estará el mercado en estos dos próximos años. "La perspectiva de retrasos en las entregas pesa mucho. Pensamos que debido a la reapertura inicial de los vuelos domésticos o regionales, antes que los de largo radio, serán los aviones de pasillo único los que primero recuperen la demanda. En España, sin embargo, dependemos más del modelo A350 que del A320", concretó.
¿Una gestión aburrida?
Hace solo año y medio que Alberto Gutiérrez asumió el cargo, y tanto en 2019 como en 2020 está teniendo que afrontar retos desconocidos en las dos décadas de historia de la compañía. Primero, el giro estratégico del Gobierno español al pivotar hacia Indra para potenciar la empresa participada por SEPI en el programa FCAS. Hasta entonces, ha sido siempre Airbus quien lideraba desde España los principales proyectos aeronáuticos como empresa tractora. Segundo, el 'shock' del covid.
¿Cuál es entonces el futuro de Airbus en España, y de sus 12.600 empleados? "Al asumir mi cargo, pedí una gestión aburrida. Que se cumplieran las previsiones y que no tuviéramos que estar 12 horas al día trabajando. Está ocurriendo todo lo contrario. Tenemos los mismos ingredientes que antes del covid para poder salir reforzados de una situación muy difícil. Esto no es una crisis de Airbus, sino del sector, y la demanda sigue ahí, es cuestión de tiempo. El futuro de Airbus y el de España están ligados, España seguirá siendo un país clave en Airbus como los últimos 20 años".
La cúpula de Airbus en España ha aterrizado este miércoles en un encuentro telefónico con un puñado de medios de comunicación, las consecuencias en España del plan de ajuste anunciado ayer por la compañía a nivel mundial y que supone la supresión de 890 puestos de trabajo en nuestro país sobre 15.000 en total. Alberto Gutiérrez, presidente, y Manuel Huertas, primer directivo del área de aviación civil (Airbus Operations), explicaron que el grupo europeo no prevé nuevos pedidos significativos de aviones durante los dos próximos años, lo que le llevará a mantener hasta 2022 el ajuste de más de un tercio en la producción de sus dos principales modelos (A320 y A350).