Uría espolea su negocio de datos con su primera socia del ramo

Uría Menéndez reajusta su panel de socios. El pasado diciembre, el despacho de abogados aprobó la nueva hornada de nombres que desde el 1 de enero lucen los galones de socio de la conocida firma mercantilista: Tomás Acosta, Adriano Squilacce, Carles Vendrell, Rita Xavier de Brito y Leticia López-Lapuente, según avanzan fuentes del sector y ha confirmado el despacho.

Además de reforzar las áreas clásicas de cualquier firma multidisciplinar (mercantil, procesal, inmobiliario), López-Lapuente se ha convertido en la primera socia de privacidad y protección de datos de la historia del bufete, una práctica muy en boga tras la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).

López-Lapuente, que se incorporó a Uría en 2004, ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera en el despacho con sede en Príncipe de Vergara 187. Tras un breve paréntesis en Sanitas (2014-2015), la abogada se reincorporó al despacho para encabezar el área tras la salida de la entonces 'counsel' Cecilia Álvarez Rigaudias, quien fichó por Pfizer como responsable europea de privacidad.

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A los cambios en la sociatura se suma el estreno de Luis de Carlos como nuevo presidente del despacho y de Salvador Sánchez-Terán como nuevo socio director, como adelantó El Confidencial. Ambos abogados ocupan sus nuevos cargos desde comienzos de año con una duración inicial de cuatro años. Los estatutos del despacho no prevén ninguna limitación para permanecer en un puesto.

Uría Menéndez, que solo tiene socios de cuota, es un despacho que se rige por el modelo 'up or out' al igual que, por ejemplo, la consultora McKinsey. Esto significa que desde que los jóvenes abogados ponen un pie en Uría con el título bajo el brazo, todos tienen un camino trazado que, si se sigue correctamente, culmina con la entrada en la sociatura tras 11 años de trabajo, todo ello tras recibir previamente la 'bendición' de la junta de socios.

Este modelo, que el despacho implantó en España bastante pronto, ha derivado en una arraigada cultura corporativa que hace que algo más del 80% de los socios del despacho haya desarrollado la totalidad de su carrera en sus filas tras licenciarse. El crecimiento orgánico es muy fuerte y es raro que el despacho recurra a fichajes externos salvo en casos muy puntuales.