El nuevo reglamento de datos pone en órbita a los cotizados abogados 'tech'

El nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) está a la vuelta de la esquina y las empresas lo saben. La nueva normativa, que entra en vigor el próximo mes de mayo, supone un cambio sustancial con respecto a la ley vigente y, entre otras cosas, pone sobre la mesa la posibilidad de que las empresas sean sancionadas con multas muy elevadas.

Un nuevo andamiaje legal que requiere de abogados 'tech' capaces de velar por su cumplimiento, un perfil que no es tan fácil de encontrar. "Todavía hay muy pocos profesionales en el mercado", explica Cecilia Álvarez, presidenta de la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP), quien señala que los despachos de abogados son uno de los caladeros en los que los cazatalentos suelen 'pescar' en busca de estos cotizados letrados. "Recibimos muchas solicitudes buscando profesionales de privacidad".

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Y es que el nuevo RGPD va a suponer todo un cambio para las organizaciones. La normativa introduce nuevos derechos como el derecho al olvido o la limitación del tratamiento de datos, establece que los consentimientos de los usuarios deben ser siempre expresos y hace obligatoria la adopción de medidas de autoevaluación y autorregulación.

Otro de los aspectos más relevantes es el relativo a las sanciones, que pueden alcanzar los 20 millones de euros o el 4% de la facturación global en función de la infracción cometida. Unas multas que no se aplicarán a las administraciones públicas, algo que ha llamado la atención en el sector. Si un responsable de la administración comete alguna infracción contra la normativa, este no será multado como tal y solo recibirá un apercibimiento.

En suma, un elevado número de cambios que ha derivado en una importante demanda de este tipo de profesionales, precisa Álvarez. Un filón aprovechado por universidades y escuelas de negocios, que ya ofertan másteres, cursos y programas de formación para estos nuevos guardianes de la privacidad en una economía donde los datos cada vez tienen más importancia.

Una nueva economía digital con una arquitectura jurídica en la que juegan un papel importante los Delegados de Protección de Datos (DPO)

Para muestra, un botón. Según un estudio publicado el año pasado por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), el negocio de los datos crecerá hasta los 5.500 millones de euros en Europa en 2018, lo que supone casi triplicar la cifra de 2013 de 2.000 millones de euros. Una nueva economía digital con una arquitectura jurídica en la que juegan un papel importante los Delegados de Protección de Datos (DPO).

Se trata de una figura de nuevo cuño que contará con una protección especial y que será obligatoria en los organismos públicos y en las empresas que requieran el tratamiento de datos a gran escala.

Este delegado, además de garantizar el cumplimiento de la ley, será el enlace de la empresa con las diferentes autoridades, entre ellas la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Los DPO no podrán ser destituidos por desempeñar sus funciones y podrán ser nombrados de entre los miembros de la plantilla o bien a través de una contratación externa.