Es noticia
La cuarta revolución industrial ya esta aquí (y tus datos son el nuevo petróleo)
  1. Economía
Un negocio de más de 5.000 millones

La cuarta revolución industrial ya esta aquí (y tus datos son el nuevo petróleo)

Memorice estas palabras: Big Data, Cloud, Privacy... La economía española ya vive la cuarta revolución industrial con los datos personales en el foco. Un negocio que solo acaba de empezar

Foto: Ciberseguridad, inteligencia artificial, Cloud Computing... La cuarta revolución industrial ya ha llegado.
Ciberseguridad, inteligencia artificial, Cloud Computing... La cuarta revolución industrial ya ha llegado.

Quizá no se ha dado cuenta, pero ya esta aquí. La cuarta revolución industrial es ya una realidad en la economía española y lo que hoy conocemos es solo la punta del iceberg de algo mucho más grande. En palabras de Mariano de Beer, director general comercial digital de Telefónica: "Estamos en un momento único en la historia. Lo digital nunca se había acelerado tanto como ahora".

En un acto organizado esta semana por KPMG y 'Forbes', el directivo y Pilar López, presidenta de Microsoft España, coincidieron en poner de relieve los profundos cambios que va a experimentar el mercado en los próximos años: Big Data, Cloud Computing, el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial y la ciberseguridad fueron señalados como las puntas de lanza de este nuevo cambio de piel. Eso sí, todas ellas con un denominador común: los datos, bautizados ya como el nuevo petróleo.

Piénselo dos minutos, cada vez que se instala una aplicación en el móvil, se registra en una página web o abre una cuenta en una red social está dando algo a cambio: datos. No es dinero como tal, pero sí una materia prima muy valiosa que las empresas saben monetizar cada vez más y mejor. Según un informe de Kaspersky Lab, el 83% de las aplicaciones que instalamos en nuestros móviles acceden a datos sensibles.

Foto: La industria proptech logró inversiones por 2.500 millones en 2016

“Estamos ante una nueva revolución, no de carácter industrial, sino digital”, explica a este diario Cecilia Álvarez, presidenta de la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP). “Un nuevo manejo de los datos (personales o no) es consustancial a la digitalización. De lo que se trata es que el valor que extraigamos de tales datos se utilice para el bien de la sociedad en general y del individuo en particular”. Gracias al Big Data, las empresas pueden cruzar millones de datos y establecer tendencias y predicciones, así como patrones de comportamiento y otras informaciones similares.

Una tesis similar es la que mantiene Albert Agustinoy, socio del área de Propiedad Industrial, Medios y Protección de Datos de Cuatrecasas, quien también prefiere adjetivar esta nueva revolución con la palabra digital: “Si la revolución industrial la trajo el carbón, la digital será gracias a los datos”, explica a El Confidencial.

Para este abogado experto en nuevas tecnologías, es fundamental que las empresas sean responsables y actúen con transparencia: “Las personas deben ser conscientes de que entregan sus datos”, señala. “Vivimos un cambio de paradigma. Queremos protegerlos pero al mismo tiempo somos muy exhibicionistas”.

Foto: Yuval Noah Harari

Otro tema no menos relevante es la inteligencia artificial. No hablamos necesariamente de robots ni máquinas físicas ya que un 'software' también puede ser incluido en esta categoría. "Si las grandes empresas no van más rápido con este tema es por una cuestión de responsabilidad", comenta un alto ejecutivo del sector. Si una máquina puede hacer el trabajo de uno o varios empleados, el corolario es fácil de adivinar.

Precisamente, José Luis Sancho, director de Accenture Digital, cree que esta revolución pasa por la suma de tres componentes: datos, inteligencia artificial y tecnología. “Lo que viene, lo que puede dar vértigo, son las tecnologías que puedan afectar a nuestro trabajo”, señala en conversación con este diario.

En su opinión, serán las tecnologías de consumo las que ayudarán a la gente a adaptarse a estos cambios: “Esto es solo el principio”, añade al tiempo que habla de la tecnología como un “potenciador” de la inteligencia humana, una idea que también comparten empresas como Microsoft o Telefónica. “En 2020 se estima que habrá 25.000 millones de dispositivos conectados”.

El negocio de los datos crecerá hasta los 5.500 millones de euros en Europa en 2018, siendo el sector bancario el que más está apostando por ello

Aunque muchas de estas cosas puedan sonar a ciencia ficción, lo cierto es que el sector empresarial ya está expectante ante lo que pueda venir. Así se desprende del último Barómetro de Innovación publicado por General Electric, un estudio que incluye encuestas a 2.700 ejecutivos de 23 países.

Mientras que el 68% de los encuestados está dispuesto a asumir riesgos derivados de la innovación, el 81% confiesa que su mayor temor pasa por que sus empresas se queden obsoletas al no poder adaptarse a tiempo. Por ello, mejor tomar una decisión pronto: el 61% de los ejecutivos ya basa sus decisiones en el Big Data.

En la misma línea, el estudio ¡Directivos y máquinas, unidos! elaborado por Accenture indica que el 46% de los directivos de nivel superior “confiaría plenamente” en sistemas inteligentes a la hora de tomar decisiones comerciales. Ese porcentaje desciende al 24% en el caso de directivos intermedios y un 14% para los de primera línea.

A la hora de abordar este crecimiento del Big Data, la presidenta de la APEP cree conveniente “crear un marco de responsabilidad para todos los actores implicados” en el tratamiento masivo de datos. “Es la única forma de poder adaptarnos con garantías al contexto prometedor de Big Data, abrazando sus beneficios y controlando sus riesgos”, explica.

Si después de todo se mantiene escéptico, apunte esta cifra: según el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), el negocio de los datos crecerá hasta los 5.500 millones de euros en Europa en 2018, siendo el sector bancario el que más está apostando por ello.

Mamá, quiero ser DPO

El auge del tratamiento masivo de datos es tal que la nueva normativa europea, que entrará en vigor en mayo de 2018, obliga a que todas las empresas que manejen un gran volumen de los mismos cuenten con un delegado de protección de datos (Data Protection Officer, también conocido como DPO). “Recibimos muchas consultas sobre este asunto”, apunta Agustinoy.

Se trata de una figura de nuevo cuño cuya tarea pasa por asesorar a empresas y supervisar el cumplimiento de la legislación. No existe una certificación oficial para ejercerlo, pero organizaciones como la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP) han puesto en marcha su propio título.

“Nadie se plantea que una organización no tenga director financiero o de recursos humanos”, explica Álvarez. “Los profesionales de la privacidad serán una necesidad para toda organización digital o en proceso de transformación digital”. Aunque la directiva admite que “todavía no hay suficientes en el mercado”, asegura que serán una figura “indispensable para el futuro más inmediato”.

Todas las organizaciones digitales deberán contar con un delegado de protección de datos para garantizar el cumplimiento de la normativa

La misma opinión tiene Rafael García, coordinador del área internacional de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). "Se irá generalizando", señala. "Aunque en otros países ya existe desde hace tiempo, ya hay empresas españolas que nos han notificado que han nombrado un delegado".

En materia legislativa, Sancho asegura que hace falta “madurar” los controles existentes, especialmente en todo lo relativo a la privacidad. Para el directivo de la AEPD, la nueva normativa proporciona "herramientas" a los ciudadanos para "defender sus datos", amén de implantar una postura "preventiva" en las empresas. "La prevención es fundamental para evitar situaciones problemáticas".

Sea como fuere, no hay que quedarse en España para comprobar que es un tema que está a la orden del día. Prueba de ello lo encontramos en Estados Unidos, donde esta semana se ha aprobado una normativa que permite a las operadoras vender los datos de sus clientes salvo que el consumir pida expresamente lo contrario. Hasta ahora, esta comercialización solo podía ejecutarse si los clientes daban su permiso previo.

Quizá no se ha dado cuenta, pero ya esta aquí. La cuarta revolución industrial es ya una realidad en la economía española y lo que hoy conocemos es solo la punta del iceberg de algo mucho más grande. En palabras de Mariano de Beer, director general comercial digital de Telefónica: "Estamos en un momento único en la historia. Lo digital nunca se había acelerado tanto como ahora".

Big Data Petróleo Inteligencia Artificial Agenda digital Internet de las cosas Industria Ley de protección de datos
El redactor recomienda