De joya de la corona a filial venida a menos: Altadis cumple diez años en manos británicas

Tiene más de tres siglos de historia a sus espaldas, gestionaba el monopolio estatal de tabacos y fue uno de los buques insignia del Estado junto a Iberia, Repsol o Telefónica. La antigua Tabacalera Española adoptó ese nombre durante el régimen franquista (1945) pero sus antecedentes se remontan a la Institución del Estanco del Tabaco, fundada en 1636 para explotar la venta de cigarros como fuente de ingresos para el fisco.

La joya de la corona fue privatizada en tiempos de Aznar (1998), al igual que las principales compañías de sectores clave como electricidad, gas, petróleo, transporte o telecomunicaciones: Endesa, Repsol, Telefónica, Argentaria.. Pero no todas corrieron la misma suerte. El 'imperio' de la antigua Tabacalera ya no es tal, en contraste con las citadas empresas. Ha quedado reducido a 800 empleados en España (antes rozaba los 10.000) y apenas resiste una fábrica frente a las 14 plantas de producción de la época.

TE PUEDE INTERESAR

España marca su récord de consumo de cerveza pero el tabaco no se recupera

Javier G. Jorrín

El último cierre se produjo a finales de 2016 en Agoncillo (La Rioja), donde el fabricante de Fortuna, Ducados o Nobel mantenía una planta de cigarrillos con 126 años de antigüedad y más de 400 trabajadores que perdieron su empleo. En consecuencia, la producción industrial de tabaco descendió casi un 20% en 2017, como consta en el INE. Solo queda en pie la fábrica de Santander, especializada en cigarros puros y puritos mecanizados.

Tabacalera era una compañía cotizada con un valor en bolsa de 1.200 millones de euros y un ebitda de 130 millones en 1996, dependiente casi en exclusiva del mercado doméstico. Las ventas en el extranjero no suponían ni el 10% en su cifra de negocio, pero pronto inició su internacionalización: desarrolló dos líneas de negocio (logística y cigarros) complementarias a los cigarrillos y se fusionó con la francesa Seita en 1999: así nació Altadis. La que fuera líder mundial en el mercado de puros y líder europea en distribución de tabaco multiplicó por diez su valor bursátil y sus resultados operativos. Antonio Vázquez capitaneó esa transformación.

Los británicos sacan la chequera

Pasarían otros nueve años más hasta que el grupo británico Imperial Tobacco sacó la chequera y la compró tras lanzar una oferta de 50 euros por acción hace justo una década (2008), iniciando así una nueva etapa con altibajos. Altadis pasó a ser una filial de una multinacional venida a menos, salió del parqué, perdió relevancia pero su matriz ganó cuota: subió de la quinta a la cuarta posición a nivel mundial. La intención inicial de Tabacalera y Seita era justo la contraria: querían lanzar una opa sobre Imperial, pero sus planes se trastocaron.

¿Qué ocurrió? La irrupción de las marcas baratas (tipo Elixyr) desató una guerra de precios sin precedentes en 2005: Philip Morris bajó las tarifas de Marlboro para competir, y obligó a Altadis a hacer lo propio con Fortuna, aunque no se sentía cómodo. La competencia de los cigarrillos 'low cost' impactó en la cuenta de resultados de ambos grupos y debilitó la posición de Altadis, que sería adquirido por Imperial más tarde.

El secretario de Estado de Hacienda del momento, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, "hizo oídos sordos a la necesidad de poner un suelo al precio de las cajetillas", rememoran fuentes del sector. La legislación no llegó hasta febrero de 2006, fecha en la que el Gobierno de Zapatero fijó un impuesto mínimo al tabaco para frenar la bajada de tarifas de venta al público, poner coto a las marcas baratas (que alcanzaron una cuota cercana al 18% ese año) y desincentivar el consumo. El objetivo era impedir a comercialización de cajetillas a menos de dos euros. Hoy los precios más bajos están por encima de los 4,25 euros.

TE PUEDE INTERESAR

Altadis desata una guerra de precios al mantener las tarifas de los Fortuna Blando

Marina Valero

Desplome de las ventas

Altadis pasó de facturar 4.058 millones de 2007 a 547 millones a cierre de 2015, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La caída fue superior al 86% en apenas una década.

Las cifras de hoy tienen poco que ver con las de 2007, justo antes de que la antigua Tabacalera Española cayera en manos británicas. En términos de beneficio, Altadis se anotó 219 millones de euros en 2015,​ un 33% menos respecto a 2007.

Durante la última década, la filial de Imperial acometió varios ERE, prejubiló a buena parte de su personal y cerró las fábricas que le quedaban en España (salvo una). En definitiva, celebra un cumpleaños agridulce diez años después de ser comprada por los británicos.

TE PUEDE INTERESAR

Restaurantes vip de Madrid pasan de Ley Antitabaco pese a la ofensiva de Cifuentes

Marina Valero Fotografías: Enrique Villarino

Eso sin contar con los retos a los que también se enfrentaron sus principales competidores (Philip Morris, JTI o British American Tobacco). Véase la Ley Antitabaco y su prohibición de fumar en lugares públicos, cuya entrada en vigor se produjo en 2011, o la normativa sobre advertencias sanitarias en los envases, que hoy ocupan más del 60% del espacio en las cajetillas.

El aumento de la presión fiscal y regulatoria también ha golpeado a las tabacaleras, así como la paulatina caída del consumo y, por ende, de las ventas. De hecho, la industria está apostando por los productos de nueva generación (cigarrillos electrónicos, dispositivos de tabaco calentado como IQOS) ante el declive de los cigarros convencionales. El futuro es sin humo, dicen.

España es el tercer mercado más importante para Imperial, por detrás de Reino Unido y Alemania. Su marca estrella (Fortuna) es la quinta más vendida en España, según los últimos datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos. Está por detrás de Marlboro (Philip Morris), Winston Classic (JTI), Camel (JTI) y Chesterfield (Philip Morris).