La caída de los presupuestos paraliza la condonación de la deuda y hace un roto a las CCAA
Las regiones esperaban la condonación para aliviar la carga de intereses de la deuda, que están pagando más de un 3% por el FLA. La reforma de la financiación autonómica entra en vía muerta
El Gobierno planeó una legislatura apoyada en los gobiernos autonómicos para sostener su minoría parlamentaria. La condonación de la deuda a las comunidades y la reforma de la financiación autonómica eran las dos grandes palancas que pretendía activar para conseguir los apoyos en Madrid. Sin embargo, la caída de los presupuestos ha desbaratado todos los planes. Ahora la condonación de la deuda y la reforma de la financiación autonómica entran en vía muerta.
El futuro del Ejecutivo queda supeditado al próximo ciclo electoral, con comicios en el País Vasco, Cataluña y la Unión Europea, como cierre, a principios de junio. Las mayorías resultantes de esas elecciones determinarán la capacidad del Gobierno para mantener con vida la legislatura. No sólo eso: también la necesidad del Ejecutivo de poner en marcha una negociación tan compleja como la reforma de la financiación autonómica si percibe un ambiente preelectoral.
Para las comunidades autónomas la noticia ha supuesto un mazazo, sobre todo para las que están peor financiadas. Esto supone posponer, de forma indefinida, una solución a sus problemas presupuestarios y seguir engrosando la deuda. Por ejemplo, en 2024 las regiones contarán con unos recursos extraordinarios derivados de la liquidación del sistema de financiación de 2022 y, aun así, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana van camino de acumular un déficit superior al 1% de su PIB, según los cálculos de la Autoridad Fiscal (AIReF).
La caída de los presupuestos implica el retraso de la condonación de la deuda, que esperaban para este año. De hecho, el propio Gobierno había anunciado que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, iniciaría de forma inminente conversaciones con los consejeros de Economía de los territorios para acordar la condonación de la deuda.
Estos planes decayeron con el adelanto electoral en Cataluña. De hecho, para el Gobierno, la política económica entra en una fase de espera ante la dificultad de tejer mayorías en el Congreso. Por el momento se conforma con aprobar la reforma del subsidio por desempleo para desbloquear el cuarto pago de los fondos europeos.
Más de 5.000 millones
La escalada de los tipos de interés está provocando un roto en las cuentas de las comunidades autónomas con más deuda. El recurso al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) no es gratuito, sino que el Tesoro le cobra a las CCAA el coste de emitir esa deuda. El tipo medio que soportan las comunidades supera el 3%, lo que supone un gran esfuerzo financiero, sobre todo para las que tienen mayor stock de deuda con el Estado.
Según los cálculos de Fedea, las comunidades autónomas pagarán más de 5.000 millones de euros este año en intereses, de los cuales, casi la mitad irían a soportar el coste del FLA. La condonación de la deuda implicaba una reducción drástica de estos costes financieros. Por ejemplo, para Cataluña, la condonación del 20% de su deuda, como acordó el PSOE con ERC, supondría un ahorro anual de más de 200 millones de euros en intereses.
En las últimas horas se han sucedido las críticas de los gobiernos autonómicos al Ejecutivo central por bajar los brazos con los presupuestos. El portavoz del gobierno murciano, Marcos Ortuño, ha señalado que es una "mala noticia para la Región de Murcia" la caída de los presupuestos. Sin cuentas públicas, "no se va a poder abordar la reforma del sistema de financiación autonómica", lamentó el jueves, por lo que la región seguirá infrafinanciada "un año más". Y eso, en el mejor de los casos, porque no hay ya ninguna visibilidad de que la reforma del sistema pueda salir adelante. Para Murcia, la condonación era un paso clave para aliviar la carga de intereses de la deuda, ya que es una de las regiones más endeudadas de España.
El presidente en funciones de la Xunta, Alfonso Rueda, calificó de "malísima noticia" el rechazo a los presupuestos. El presidente electo gallego lamenta que tras la caída de los presupuestos llega "una vez más" el aplazamiento de la reforma del sistema de financiación autonómica. Cunde el desánimo entre los gobiernos autonómicos sobre las posibilidades reales de que se aborde esta reforma en esta legislatura. La debilidad parlamentaria del gobierno y la complejidad de esta negociación fomentan el pesimismo.
El Gobierno planeó una legislatura apoyada en los gobiernos autonómicos para sostener su minoría parlamentaria. La condonación de la deuda a las comunidades y la reforma de la financiación autonómica eran las dos grandes palancas que pretendía activar para conseguir los apoyos en Madrid. Sin embargo, la caída de los presupuestos ha desbaratado todos los planes. Ahora la condonación de la deuda y la reforma de la financiación autonómica entran en vía muerta.
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