El sueño del pleno empleo se desvanece: por qué la tasa de paro se estancará sobre el 11%

El boom del empleo que ha vivido España en los últimos tres años ha permitido al país superar los 21 millones de ocupados por primera vez en la historia. Sin embargo, a pesar del crecimiento del empleo, la tasa de paro se ha estancado cerca del 12%. La esperanza del Gobierno para esta legislatura, conseguir el pleno empleo, se desvanece. En su último informe de previsiones económicas, el Banco de España constata la ralentización de la caída de la tasa de paro y prevé que seguirá por encima del 11% dentro de tres años. No hay forma de conseguir que España se acerque a los niveles de desempleo europeos.

En concreto, el banco prevé que la tasa de paro caerá apenas cinco décimas en los próximos tres años. Si al cierre de 2023 el desempleo se situaba en el 11,8%, para 2026 el banco espera que se caiga al 11,3%. Un estancamiento del paro que responde a dos factores, el rápido crecimiento de la población activa y la ralentización del empleo. Esto provocará que el número total de desempleados se estabilice cerca de los niveles actuales.

El aumento de la población activa se explica por la inmigración. Por ejemplo, en el último año la población extranjera en España aumentó en 520.000 personas, lo que elevó la oferta de mano de obra en 305.000 personas y el empleo en 301.000 personas. Esta gran entrada de población extranjera supone un gran alivio para las empresas que sufren problemas de vacantes, sobre todo en sectores de bajo valor añadido. Sin embargo, también ralentiza la reducción del paro, ya que las listas se reponen constantemente con demandantes de empleo extranjeros.

Pero el ritmo de creación de empleo también le preocupa al Banco de España. La entidad apunta que las empresas habrían hecho atesoramiento de mano de obra durante los últimos años, una tendencia que no es sostenible en el tiempo. Las empresas habrían optado por aumentar sus plantillas bajo el prisma de un mercado laboral con escasez de profesionales y ante la expectativa de una recuperación económica. En otras palabras: las empresas decidieron contratar a más trabajadores de los que necesitaban con la premisa de que el crecimiento económico mejoraría su facturación.

Este efecto atesoramiento explicaría también la caída de la productividad, ya que una parte de los empleados estarían ociosos. Sin embargo, el Banco de España prevé que esta situación se corregirá en los próximos meses, lo que frenará el crecimiento del empleo. Ya sea porque las empresas pueden producir más sin ampliar sus plantillas, o porque se den cuenta de que no necesitan a esos trabajadores, el resultado sería una reversión del atesoramiento de mano de obra. En el primero de los casos simplemente se frenarían las nuevas contrataciones, pero en el segundo, se producirían despidos.

"Este fenómeno de atesoramiento de mano de obra no puede continuar", explicó Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, durante la presentación del informe trimestral. "El atesoramiento se tiene que revertir cuando las perturbaciones económicas adversas se disipen o, si las perturbaciones son más persistentes, tendrán que ajustar los niveles de empleo", remarca.

En cualquiera de los dos casos, el Banco de España anticipa una ralentización de la creación de empleo en los próximos años. En 2023 la ocupación, medida en horas trabajadas, creció un 1,9%; en 2024 prevé que crezca un 1,8% y seguirá frenando hasta el 0,9% en 2026. Esto es, una desaceleración del empleo más abrupta que la del PIB.

El Banco de España anticipa una ralentización de la creación de empleo en los próximos años

Se produciría así cierta recuperación de la productividad por trabajador, que es uno de los indicadores de la economía española que más preocupa. Si realmente existe este efecto atesoramiento de mano de obra, cuando se resuelva aumentará la productividad, ya sea porque las empresas aumenten su producción por encima del empleo o porque recorten plantilla sin reducir la producción.

En definitiva, el Banco de España prevé que la población activa siga creciendo a un ritmo similar al empleo. Esto provocará que el número de parados se estabilice en los niveles actuales y, por tanto, la tasa de desempleo se vaya a mantener en niveles muy altos.

La ralentización de los salarios

La menor competencia por trabajadores gracias a la inmigración también provocará una moderación más rápida de los salarios, sostiene el Banco de España. Su hipótesis es que el problema de vacantes se está reduciendo y seguirá así durante los próximos meses, en parte provocado por la ralentización de las contrataciones.

TE PUEDE INTERESAR

La subida de los salarios se frena y ralentiza la recuperación del poder adquisitivo

Javier Jorrín

Esto permitirá a las empresas no tener que pagar sobresueldos a los trabajadores para retenerlos o para contratarlos. Se frenará así uno de los principales causantes de la mejora de las retribuciones, lo que los economistas llaman deriva salarial. La mayor parte de las retribuciones quedarán vinculadas a la negociación colectiva, que será el principal impulso de los salarios. En concreto, la entidad prevé que la remuneración por asalariado se frene de forma brusca este año. En 2023 aumentó algo más de un 6% y para 2024 espera un crecimiento próximo al 4%.

La desinflación también ayudará a la moderación de los salarios. El Banco de España prevé que la subida de precios se sitúe de forma consistente por debajo del 2% ya desde finales de este año. Eso significaría la vuelta de la estabilidad de precios y, por tanto, menores presiones salariales.