La división en la UE amenaza con empañar el día grande de Calviño en Santiago de Compostela
El ministerio esperaba que la carrera por presidir el BEI se decidiera en Santiago de Compostela, pero nada garantiza que se pueda elegir a un candidato ese día
Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno en funciones, juega en casa el viernes y sábado de la semana que viene, cuando los ministros de Finanzas de toda la Unión Europea viajan a su Galicia natal. Se reunirán en Santiago de Compostela, en un encuentro que ha estado marcado en rojo en todos los calendarios, especialmente después de que el 11 de agosto Calviño anunciara que participaría en la carrera para convertirse en la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Sería la primera ocasión en que una mujer ocupa ese cargo.
Aquel 11 de agosto, en un comunicado, el Ministerio de Economía trasladó a los medios de comunicación que "el nombramiento se acordaría en la reunión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) informal de Santiago de Compostela los días 15 y 16 de septiembre y sería formalmente adoptado en el Consejo de Gobernadores del BEI en octubre". Los gobernadores son, de hecho, los propios ministros de Economía de la UE. Pero a medida que se ha acercado la fecha, la contundencia de esa afirmación se ha ido diluyendo y nadie pone la mano en el fuego por que la elección vaya a cerrarse en la capital gallega.
De hecho, fuentes diplomáticas belgas, el país que ostenta la presidencia del Consejo de Gobernadores del BEI y quien verdaderamente controla el calendario de este proceso, explican a El Confidencial que no hay "un calendario concreto". "La reunión informal en Santiago será sin duda un momento importante para negociaciones y debates informales, pero no es una fecha límite formal", explica la fuente diplomática. Para que uno de los candidatos sea elegido, es necesario que reciba los votos favorables de al menos 18 países que representen como mínimo el 68% del capital del BEI. "Una vez que se cumplan las condiciones, se elegirá un candidato", señala dicha fuente. Esa decisión se formalizará el 16 y 17 de octubre, cuando los ministros de Finanzas se reúnen en Luxemburgo y se celebrará una reunión del Consejo de Gobernadores del BEI.
Desde el Ministerio de Economía español, se alejan de aquel comunicado del 11 de agosto y ahora apuntan a que el objetivo es obtener una candidata elegida en Santiago, pero que el proceso está dirigido por los belgas hasta el punto de que no forma parte de la agenda oficial del Ecofin, sino que será algo que se discuta en los márgenes de la reunión.
La presidencia del Consejo de Gobernadores está ultimando la lista de candidatos que participarán en la carrera, y está previsto que esa lista se anuncie este viernes por la tarde. Otros candidatos, más allá de Calviño, son Daniele Franco, que fue ministro de Finanzas del Gobierno de Mario Draghi y que ha sido propuesto por el Gobierno italiano, y los vicepresidentes del BEI Teresa Czerwinska, antigua ministra de Finanzas de Polonia entre 2018 y 2019, y Thomas Ostros, que fue ministro de Asuntos Financieros, de Educación y de Comercio en el Gobierno sueco entre finales del siglo XX y principios del XXI.
Pero si bien muchos están de acuerdo en que Franco es un buen candidato y que Italia tiene un enorme peso dentro del BEI, la gran competidora de Calviño es Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, que ha sido presentada como candidata por el Gobierno de Dinamarca. Para la inmensa mayoría en Bruselas, esta carrera se reduce a un Vestager contra Calviño. La española es, a priori, la favorita: es mucho más sencillo que el resto de ministros elijan a uno de los suyos, es decir, a otro ministro, que el que escojan a alguien de fuera de su círculo.
La gran competidora de Calviño es Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, candidata por Dinamarca
Aunque Calviño es considerada favorita, Vestager es una rival muy fuerte, favorita indiscutible antes de que la española lanzara su candidatura. De hecho, la danesa, que ha pedido una excedencia en la Comisión Europea, se ha volcado en los últimos días en hacer campaña, por ejemplo, ofreciendo una entrevista al Financial Times, el periódico británico que todos los ministros de Finanzas siguen con atención.
Fechas complicadas
La carrera de Calviño se ve complicada por otro factor: la elección de la presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). El Banco Central Europeo tiene previsto escoger a una candidata la próxima semana, y la mejor posicionada es la alemana Claudia Buch. Pero la otra candidata es Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España. Si el BCE decide finalmente elegir a Delgado, el camino de Calviño se podría complicar, ya que hay fuentes que consideran que no respetaría el equilibrio geográfico entregar dos puestos económicos importantes de la Unión Europea a dos españolas en el lapso de pocos días.
Pero la cosa es incluso más compleja. Buch es vista como favorita, pero la realidad es que los portavoces de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo recomendó de forma unánime a Delgado, y Buch necesitaría obtener los votos favorables de esta misma comisión europarlamentaria en una sesión que fuentes internas explican que se celebraría el 20 de septiembre. Y los eurodiputados podrían estar más que dispuestos a tumbar a Buch en esa votación. Ese rechazo de la alemana se confirmaría en un voto en el pleno que se celebra del 2 al 5 de octubre en Estrasburgo, o bien en la otra sesión plenaria, del 16 al 19 de octubre.
En caso de que Calviño no lograra el respaldo de sus colegas en Santiago de Compostela la semana que viene y de que la comisión económica de la Eurocámara tumbara la candidatura de Buch, la vicepresidenta del Gobierno en funciones se enfrentaría a un escenario muy complejo en la reunión de mediados de octubre, ya que al BCE no le quedaría más opciones que presentar a Delgado para el puesto en el MUS, reforzando el argumento del equilibrio geográfico en contra de Calviño.
El sustituto del actual presidente, el alemán Werner Hoyer, deberá incorporarse al BEI el próximo 1 de enero. Si la candidatura de Calviño es exitosa, y por esas fechas está en el Ejecutivo, deberá abandonarlo antes de incorporarse a la sede de la institución, ubicada en Luxemburgo. El BEI es el banco encargado de financiar proyectos a largo plazo alineados con los objetivos políticos de la Unión Europea, cuyos Estados miembros son los accionistas de la entidad. En los últimos tiempos, el BEI ha centrado gran parte de su actividad en la cuestión climática.
Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno en funciones, juega en casa el viernes y sábado de la semana que viene, cuando los ministros de Finanzas de toda la Unión Europea viajan a su Galicia natal. Se reunirán en Santiago de Compostela, en un encuentro que ha estado marcado en rojo en todos los calendarios, especialmente después de que el 11 de agosto Calviño anunciara que participaría en la carrera para convertirse en la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Sería la primera ocasión en que una mujer ocupa ese cargo.
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