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La 'operación Calviño' para el BEI complica otras dos candidaturas españolas clave en la UE
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La 'operación Calviño' para el BEI complica otras dos candidaturas españolas clave en la UE

Se espera que el Ejecutivo se remangue para que su vicepresidenta llegue al BEI, lo que perjudicaría las aspiraciones de Delgado para el MUS y para traer el AMLA a Madrid

Foto: Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, en un acto para traer el Sepblac europeo a Madrid. (EFE/Javier Lizón)
Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno, en un acto para traer el Sepblac europeo a Madrid. (EFE/Javier Lizón)
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La candidatura de Nadia Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) tendrá efectos secundarios para España. La campaña que tiene que acometer el Ejecutivo en funciones llega en un momento clave para otras dos concursos públicos determinantes en los que España parte con ventaja: el de la presidencia del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), la segunda silla más importante del Banco Central Europeo (BCE); y el de la elección de la sede de la Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA, por sus siglas en inglés).

Estos dos procesos ya estaban en marcha antes de que Calviño anunciara su candidatura. De hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno había mostrado públicamente su respaldo a ambas candidaturas, a las que aspiran la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en el caso del MUS, y Madrid, en el del organismo antiblanqueo europeo.

Foto: Foto de archivo de Nadia Calviño en un acto público. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El mecanismo para repartir sillas en Europa se basa en un complicado juego de equilibrios. Norte y Sur, Este y Oeste, país grande y país pequeño, familia política socialdemócrata y demócratacristiana... Todos estos factores entran en la coctelera a la hora de aflorar un ganador y se trata siempre de buscar que, tras la decisión que sea, el mapa no quede demasiado desequilibrado por ningún lado. En consecuencia, cuando un país logra una posición, necesariamente debilita su capital político para pujar por otras.

Calviño ya intentó infructuosamente ser la candidata europea para presidir el Fondo Monetario Internacional y también ser la presidenta del Eurogrupo, pero no logró el respaldo mayoritario del resto de socios. En declaraciones a la prensa efectuadas ayer, la vicepresidenta primera en funciones aseguró ser la única persona española con posibilidades de hacerse con el puesto: "Dado el calibre del resto de competidores, el presidente Sánchez y yo vimos claramente en nuestros contactos informales tras las elecciones, que solamente una candidatura con mi nombre tenía las máximas opciones para prosperar [...] Cualquier otro candidato o perfil hubiera sido dar la batalla por perdida".

Plan opaco

Calviño había negado hasta ahora sus intenciones de presentarse a la carrera para presidir el BEI, a pesar de los crecientes rumores que había desde que el 15 de junio pasado desveló que el Gobierno propondría un candidato. Desde su entorno alegaban que ella estaba comprometida con el futuro Gobierno de Pedro Sánchez y que no quería desvelar el nombre que iba a proponer España para que no fuera quemado por la oposición.

Para desgracia de Delgado y de Madrid, los rumores eran ciertos, y la realidad es que tendrán que remar a contracorriente para ganar los pulsos que tienen en marcha contra dos pesos pesados europeos. La subgobernadora se mide contra la elegida para el cargo por Alemania, Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank. Y Madrid lo hace frente a Fráncfort, París y Viena, entre otras grandes ciudades europeas.

Foto: Calviño, durante el Foro Económico de Bruselas. (EFE/Olivier Matthys)

En el caso de Calviño, los rivales tampoco serán fáciles: Margrethe Vestager, actual vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia, una auténtica protagonista de la política europea durante la última década, y considerada como la favorita indiscutible; y Daniele Franco, que fue ministro de Finanzas del Gobierno de Mario Draghi; entre otros.

En este entorno, las fuentes consultadas creen que tanto Sánchez como Calviño deberían elegir bien la batalla que interesa más al país, en lugar de centrarse en intereses personales. El presidente en funciones y su número dos tendrán una oportunidad de oro para ello en la reunión informal que mantendrán en Santiago de Compostela los ministros de Economía y Finanzas de la UE el próximo 15 y 16 de septiembre. Todo apunta a que el BEI será la prioridad de la agenda. Al menos de la española.

placeholder Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España.
Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España.

La cuestión no es sencilla. Por un lado, está el BEI, cuya influencia ha crecido en los últimos años y que solo el año pasado facilitó cerca de 67.000 millones de euros en financiación pública. El rol de esta institución se antoja cada vez más importante en el futuro, y tener una española podría ser clave.

Pero en el sector bancario español se ve mayor capacidad de influencia comunitaria en el MUS, donde italianos y franceses se han repartido el asiento desde su creación. La presidencia del supervisor europeo da margen sobre decisiones clave de los grandes bancos europeos y puede ser más determinante en el futuro ante las decisiones que se deben tomar sobre el fondo de garantía de depósitos europeo (EDIS, por sus siglas en inglés), y ante las posibles fusiones comunitarias que se esperan en los próximos años. Delgado o Buch serán las directoras de orquesta de la banca europea hasta 2030.

En el caso del AMLA, lo que hay en juego es conseguir una gran sede financiera en Europa, que hasta ahora acaparan Fráncfort y París. Traería a Madrid unos 400 puestos cualificados e incentivaría la creación de otros puestos indirectos. Tanto Economía como el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid llevan meses en campaña para lograr esta sede. La incógnita es qué efecto provocará a sus intereses la candidatura de Calviño.

La candidatura de Nadia Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) tendrá efectos secundarios para España. La campaña que tiene que acometer el Ejecutivo en funciones llega en un momento clave para otras dos concursos públicos determinantes en los que España parte con ventaja: el de la presidencia del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), la segunda silla más importante del Banco Central Europeo (BCE); y el de la elección de la sede de la Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA, por sus siglas en inglés).

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