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Un sueco del servicio diplomático de la UE lleva 500 días detenido en Irán
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Acusado de espionaje

Un sueco del servicio diplomático de la UE lleva 500 días detenido en Irán

Un sueco que trabaja para la Unión Europea fue detenido en Irán hace más de 500 días. Solamente ahora la Comisión Europea habla de ello

Foto: El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell (Reuters/Isabel Infantes)
El Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell (Reuters/Isabel Infantes)

Johan Floderus, un sueco que trabajaba para el servicio diplomático de la Unión Europea, lleva detenido en Irán más de 500 días, una información que se ha mantenido fuera del ojo públic este año y casi cinco meses. La sorpresa fue mayúscula cuando la información fue publicada hace unos días por The New York Times, y este martes la confirmó Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. "No descansaremos hasta que Floredus esté libre", aseguró Borrell a su llegada a una reunión de ministros europeos celebrada en Cádiz.

El jefe de la diplomacia europea asegura que el caso del ciudadano sueco se ha tratado en cada contacto que las autoridades europeas han mantenido con las iraníes. Floderus, de 33 años, viajó a Teherán en primavera de 2022 para visitar a un amigo que trabajaba en la embajada sueca, y fue detenido cuando se disponía a abandonar el país, bajo acusación de espionaje. Según el medio Politico, Floredus trabajó como asesor de Ylva Johansson, comisaria europea de Migración, y en 2019 se unió al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que dirige Borrell.

Foto: Enrique Mora, en una foto de archivo de noviembre de 2021. (EFE/Christian Bruna)

El caso no es ni mucho menos un incidente aislado. Irán lleva tiempo deteniendo a ciudadanos europeos bajo acusación de espionaje y negociando con sus países de origen para un intercambio de presos. El Gobierno francés considera que las autoridades iraníes mantienen a una treintena de ciudadanos europeos inocentes detenidos con el objetivo de extorsionar a países de la Unión.

El caso más sonado se produjo a finales de mayo, cuando Bélgica entregó a Teherán a un diplomático iraní encarcelado por un intento de atentado terrorista contra una manifestación de la oposición iraní en París en 2018, a cambio de la liberación de Olivier Vandecasteele, un trabajador humanitario que estuvo detenido durante más de un año en suelo persa. Contra Vandecasteele también pesaba la acusación de espionaje, pero el Gobierno belga aseguró que se trataba solamente de una manera de presionar del régimen de los ayatolás para que pusiera en libertad al diplomático iraní. Poco después de la liberación de Vandecasteele, Teherán también liberó a un ciudadano danés y dos austriacos con la mediación de Omán.

Foto: Manifestación de miembros del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI) en Berlín el año pasado. (EFE)

Como en el caso belga, en la detención de Floredus también hay un diplomático iraní implicado. En 2019, las autoridades suecas detuvieron a un antiguo funcionario persa bajo la acusación de haber participado en ejecuciones masivas y tortura de prisioneros políticos durante los años ochenta. En 2022 fue condenado a cadena perpetua, lo que generó fuertes protestas por parte de Teherán. “Este caso también debe verse en el contexto del creciente número de detenciones arbitrarias que afectan a ciudadanos de la UE”, ha explicado Peter Stano, portavoz de la Comisión Europea a cargo de Asuntos Exteriores.

La última oleada de detenciones se ha producido después de los disturbios vividos en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini durante la detención policial que sufrió por no llevar el velo correctamente en septiembre de 2022. De hecho, el español Santiago Sánchez Cogedor, desaparecido en Irán hace meses, fue detenido por fotografiar la tumba de Amini mientras se dirigía a pie para ver el mundial de fútbol de Qatar, y desde entonces se encuentra detenido en una prisión iraní.

Foto: Santiago Blázquez, en Dubái. (Fotografía cedida)

Los casos vienen de más atrás. Por ejemplo, en las últimas semanas las autoridades persas han dado pasos hacia la transferencia de presos estadounidenses a su país de origen. Uno de ellos, de hecho, lleva detenido desde el año 2015 y fue condenado por espionaje. La negociación entre Washington y Teherán, que llevan años en marcha a través de varios intermediarios, tienen como objetivo la entrega de los presos a cambio de la liberación de activos iraníes congelados en Corea del Sur.

La familia del diplomático sueco emitió un comunicado al hacerse pública la noticia de su detención. "Sabemos que muchos están trabajando duro para lograr su liberación y estamos agradecidos por ello. Al mismo tiempo, cada día es un calvario enorme, para nosotros y sobre todo para Johan. Debe ser liberado y se le debe permitir regresar a casa de inmediato", señala la familia.

Algunos eurodiputados han criticado que el Servicio Europeo de Acción Exterior no haya informado a la Eurocámara sobre la detención de un trabajador de las instituciones europeas. “¿Un empleado de la Unión Europea lleva retenido por el régimen de Irán por más de 500 días? El SEAE debería haber informado al Parlamento Europeo. Incluyendo información sobre lo que se está haciendo para sacarlo de allí y cómo esto ha impactado y se ha planteado durante las negociaciones del JCPOA”, el acuerdo nuclear con Irán, ha señalado Hannah Neumann, eurodiputada alemana de Los Verdes.

Johan Floderus, un sueco que trabajaba para el servicio diplomático de la Unión Europea, lleva detenido en Irán más de 500 días, una información que se ha mantenido fuera del ojo públic este año y casi cinco meses. La sorpresa fue mayúscula cuando la información fue publicada hace unos días por The New York Times, y este martes la confirmó Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. "No descansaremos hasta que Floredus esté libre", aseguró Borrell a su llegada a una reunión de ministros europeos celebrada en Cádiz.

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