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La caída de la inflación es una tregua, la tensión volverá en la segunda mitad del año
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Acabará el año cerca del 5%

La caída de la inflación es una tregua, la tensión volverá en la segunda mitad del año

La inflación ha tocado mínimos anuales en junio, pero a partir de julio se avecina un nuevo rebote que llevará la variación del IPC cerca del 5% a final de año

Foto: El precio de los alimentos sigue impulsando el IPC. (EFE/Javier Lizón)
El precio de los alimentos sigue impulsando el IPC. (EFE/Javier Lizón)
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España es el país pionero en Europa en rebajar la inflación por debajo del 2%. Según el dato adelantado por el INE, la tasa anual del IPC se ha reducido en junio hasta el 1,9%, marcando el nivel más bajo desde que comenzó la crisis inflacionista hace ya más de dos años. España alcanza el nivel que el Banco Central Europeo considera de estabilidad de precios, pero la realidad es que la batalla contra la inflación no ha terminado. Esta tregua responde a cuestiones estadísticas, pero la subida de precios volverá a acelerar a partir de julio y podría llegar a situarse cerca del 5% a final de año.

La caída de la inflación en este año 2023 tiene poco de moderación de precios y mucho de efecto estadístico. En el inicio de 2022, los precios escalaron rápidamente, a un ritmo que difícilmente se podía mantener en el tiempo. Por ejemplo, en marzo de 2022, los precios subieron nada menos que un 3% en un solo mes, una tasa que casi duplica el nivel más alto registrado en las últimas décadas. Y, en julio, los precios volvieron a subir casi un 2%, marcando un segundo récord. Estas cifras son difícilmente alcanzables (salvo en un escenario de hiperinflación), de modo que el efecto escalón garantizaba que la tasa interanual de la inflación se moderaría rápidamente.

Foto: Mayores de 65 años. (iStock)

Sin embargo, los precios han seguido subiendo a un ritmo elevado desde que comenzó el año. Solo hubo una tregua, en el mes de enero, provocada por la reducción del IVA de los alimentos. Desde entonces y hasta el mes de junio los precios han subido un 2,5% y la inflación subyacente (la que excluye energía y alimentos frescos), un 3,1%.

En la primera mitad del año, los precios han subido un 0,4% de media cada mes. En el mismo periodo de 2022 los precios escalaron un 1% cada mes, lo que ha permitido un rápido descenso de la tasa interanual, pero no significa que los precios hayan empezado a caer. Sí lo hicieron durante la segunda mitad de 2022 gracias a la reducción de los precios energéticos. Entre junio y diciembre registraron un descenso del 0,3%, pero este escenario ya ha desaparecido.

Esta caída de los precios en la segunda mitad de 2022 es lo que provocará que en 2023 acelere la inflación en tasa interanual. Es justo el efecto contrario de lo que ha ocurrido en la primera mitad del año: esta vez el efecto escalón es hacia abajo. O, lo que es lo mismo: la tregua actual que se observa en las tasas interanuales de inflación es consecuencia del comportamiento tan diferente de los precios en 2022, con una primera mitad de año de gran escalada y una segunda parte de leve caída.

Hagamos algunos números para comprender lo que ocurrirá con la inflación en la segunda mitad del año. Si los precios se mantuviesen estancados hasta diciembre en los niveles de junio, la tasa de inflación interanual cerraría el año cerca del 2,5%, esto es, medio punto por encima del nivel actual. Si se mantiene la inercia de la primera mitad del año, esto es, una subida del 0,4% mensual, al final de año la inflación estará cerca del 5%. Esto es, los problemas con la inflación volverán a primera línea de la escena política.

Lo ha avisado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en un evento celebrado el jueves en Madrid junto al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell: "La inflación seguirá alta por un periodo prolongado". No debe confundirse la tregua actual con el final de la guerra contra la inflación. El Banco Central Europeo ya ha advertido que seguirá manteniendo una política de tipos de interés agresiva para conseguir doblegar la inflación definitivamente.

Hay otro factor clave que impulsará los precios durante los próximos meses: el paulatino desmontaje de las medidas contra la inflación adoptadas en los últimos años. Entre las medidas adoptadas se encuentra la bajada del IVA (a la electricidad y a los alimentos), las ayudas a profesionales para la compra de combustibles, la intervención de los precios del gas o del butano, la eliminación del impuesto sobre la producción de energía eléctrica, etc. El levantamiento de estas medidas dará un impulso adicional a la inflación en los próximos meses.

Ante este panorama, Funcas prevé que la inflación irá acelerando desde los mínimos de junio y prevé que cerrará el año por encima del 5%, y la media anual se quedará cerca del 4%. El Banco de España anticipa que la subida de precios seguirá siendo elevada también en 2024, situándose claramente por encima del 3% de media anual. Esto significa que todavía queda por delante más de un año de lucha contra la inflación. En el mejor de los casos, estaremos asistiendo a los últimos coletazos de esta crisis de precios.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

El gran reto ahora para las autoridades es conseguir que los salarios recuperen poder adquisitivo en un contexto de moderación de los precios. Esto es, que las empresas absorban con sus márgenes los mayores costes laborales y que no los trasladen a los precios para evitar que se desencadenen efectos de segunda ronda. En palabras de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, "necesitamos que las empresas absorban los crecientes costes laborales a través de sus márgenes".

Si los ruegos y plegarias del BCE no se cumplen y las empresas siguen protegiendo sus beneficios, los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés para lastrar la demanda y obligar a las empresas a competir para colocar sus productos en el mercado. Lejos de bajar la guardia, el BCE mantiene la espada en ristre. "Ante un proceso inflacionista más persistente, necesitamos una política más persistente, que, además de generar un endurecimiento suficiente en el presente, también mantenga unas condiciones restrictivas hasta que podamos estar seguros de que esta segunda fase del proceso de inflación ha terminado", advirtió Lagarde esta misma semana.

En España, estos problemas de inflación y de segunda ronda en los salarios están más contenidos. Primero porque la inflación es más baja y, segundo, porque los salarios están subiendo menos que en Europa en términos nominales. Pero eso no significa que el riesgo de que surja una espiral de inflación por los efectos de segunda ronda ha desaparecido. De ahí que el propio gobernador del Banco de España reconociera que a corto plazo los tipos van a seguir siendo elevados. Concluye así que la batalla contra la inflación todavía no ha terminado, a pesar de los avances conseguidos en los últimos meses y la tregua que vive España.

España es el país pionero en Europa en rebajar la inflación por debajo del 2%. Según el dato adelantado por el INE, la tasa anual del IPC se ha reducido en junio hasta el 1,9%, marcando el nivel más bajo desde que comenzó la crisis inflacionista hace ya más de dos años. España alcanza el nivel que el Banco Central Europeo considera de estabilidad de precios, pero la realidad es que la batalla contra la inflación no ha terminado. Esta tregua responde a cuestiones estadísticas, pero la subida de precios volverá a acelerar a partir de julio y podría llegar a situarse cerca del 5% a final de año.

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