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La paradoja del empleo: hay más ocupados, pero menos horas trabajadas
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ESTUDIO DEL BCE

La paradoja del empleo: hay más ocupados, pero menos horas trabajadas

Al Banco Central Europeo le ha llamado la atención una paradoja: el empleo crece con fuerza, pero las horas trabajadas todavía están por debajo de la etapa precovid. No ocurre lo mismo en EEUU. Hay problemas estructurales que lo explican

Foto: La paradoja del empleo. (Pixabay)
La paradoja del empleo. (Pixabay)
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Puede parecer una contradicción, pero no lo es. O sí. El empleo crece con fuerza en la eurozona y, de hecho, hoy existen 3,6 millones de ocupados más de los que había antes del covid. También están aumentando de forma significativa las vacantes laborales, es decir, los empleos sin cubrir por falta de mano de obra. ¿Qué sucede con las horas trabajadas? Pues justamente lo contrario. La zona euro —también España— todavía no ha recuperado las horas trabajadas previas a la pandemia, lo que supone una aparente paradoja. Se entiende que si hay más empleo, también deben crecer las horas trabajadas globales, lo que en última instancia influye, como es obvio, en el crecimiento económico.

La paradoja, incluso, sorprende al propio Banco Central Europeo (BCE), que en un reciente artículo, firmado entre otros por su director de estudios, Óscar Arce, llega a la conclusión de que la "trayectoria moderada" del promedio de horas trabajadas está frenando la "vibrante recuperación" de las cifras generales de empleo y, posiblemente, aumentando las "preocupaciones actuales" sobre la escasez de mano de obra que tienen muchas empresas.

La "trayectoria moderada" es, en realidad, un descenso. Los datos lo acreditan de forma inapelable. Mientras que entre el cuarto trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2022 el empleo ha crecido un 2,3%, hasta los 165 millones de ocupados, el promedio de horas trabajadas disminuyó un 1,6%. Si la misma comparación se hace con la economía española, el resultado es muy parecido. A la luz de la EPA (Encuesta de la Población Activa), el empleo ha crecido en ese mismo periodo un 2,4%, pero las horas trabajadas han descendido un 1,2%, es decir, en ambos casos tasas de variación muy parecidas.

El BCE aporta algunas cifras adicionales. El descenso de horas trabajadas representa una reducción de alrededor de seis horas por trimestre y persona desde antes de la pandemia. "Pero por qué?", se preguntan Arce y los otros dos economistas que firman el artículo, Agostino Consolo y Antonio Dias da Silva, ambos especialistas en el mercado laboral.

Suspensiones o despidos

Lo que les sorprende a los economistas del BCE es que la reducción de las horas trabajadas no se está produciendo en EEUU, pese a que las dos economías tuvieron ajustes similares en términos de empleo al inicio de la pandemia. La diferencia estuvo en que mientras que al otro lado del Atlántico el ajuste se hizo vía despidos, es decir, los trabajadores perdieron su relación laboral con la empresa y posteriormente recuperaron un empleo, en la eurozona el ajuste se produjo reduciendo el tiempo de trabajo a través de instrumentos como los ERTE, en el caso de España, o mediante el llamado kurzarbeit, en Alemania. Naturalmente, dice el BCE, "esto plantea la pregunta: ¿qué está impulsando la caída del promedio de horas trabajadas en la zona del euro en un momento en que se crean muchos puestos de trabajo nuevos?".

El BCE apunta varias ideas. En primer lugar, la tasa de participación en el mercado laboral de algunos grupos sociodemográficos importantes, como son las mujeres y los trabajadores mayores de 55 años, que tienden a tener jornadas laborales por debajo de la ordinaria.

En segundo lugar, las circunstancias específicas de cada actividad económica. En concreto, la construcción y el sector público, que arrastran hacia abajo el número de horas trabajadas. Estos dos sectores concentran nada menos que el 65% de recorte del tiempo de trabajo, pese a que representan el 30% del empleo total. El estudio constata, en particular, el peor desempeño del sector público, pese a que ha sido uno de los más dinámicos en creación de puestos de trabajo.

Foto: El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Mariscal)

Se apunta un tercer factor. La recuperación del empleo a partir de 2021 ha coincidido en el tiempo con un aumento que el BCE denomina "inusual" de las bajas por enfermedad, pese a que la pandemia se ha difuminado. Según sus cálculos, obtenidos de los gobiernos, en los cuatro países más grandes de la zona del euro, Alemania, Francia, Italia y España, las bajas por enfermedad han aumentado entre un 10% y un 30% en comparación con 2021, que es un año con fuerte incidencia del covid. La mayoría de los casos son bajas por enfermedad temporales, lo que significa que los empleados permanecen en la nómina de sus empleadores, aclara el estudio. En el caso de Alemania, el promedio anual de horas de trabajo perdidas debido a una baja por enfermedad aumentó de 68 a 91 entre 2021 y 2022, y cifras similares se han registrado en el resto de países.

Empleo parcial

Un estudio reciente del Banco de España mostró que la jornada laboral media en España entre 1987 y 2019 pasó de 37 a 31,8 horas semanales, lo que refleja de forma diáfana los cambios estructurales que se han producido en la economía en ese periodo, en particular, por el mayor peso del sector servicios o por el empuje del empleo parcial. La tasa de parcialidad, en concreto, ha pasado de representar el 5,2% de los asalariados en 1987 hasta cerca del 14% actualmente.

Más allá de este último dato, hay razones que ya pueden considerarse estructurales. Y el BCE recuerda que el promedio anual de horas trabajadas en la eurozona ha disminuido un 6,8% entre 1995 y 2019, de 1.686 a 1.571. Entre las causas, se encuentra el fuerte incremento del aumento del empleo a tiempo parcial, que explica el 80% de la disminución del promedio de horas hasta 2014. Igualmente, el aumento de la proporción de mujeres empleadas explica el 16% de la disminución de las horas semanales (las mujeres trabajan una media de 32 horas, mientras que los hombres promedian unas 39 horas).

El BCE recuerda que esto no significa que los trabajadores tengan mayores preferencias por trabajar menos horas. Al contrario. Los datos de la reciente Encuesta de Expectativas del Consumidor del BCE muestran que, mientras que alrededor del 20% de los trabajadores desearía trabajar menos horas, al 35% de los trabajadores le gustaría trabajar más. Y no lo hacen porque su empleador no lo necesita. De hecho, a finales de 2022 todavía hay alrededor de cinco millones de trabajadores que quieren trabajar más horas, de los que el 28% son de baja cualificación y otro 43%, de mediana formación. La conclusión que sacan los autores del estudio es que hay que revisar en profundidad los obstáculos institucionales, sin citarlos, que impiden aumentar el número de horas trabajadas, cuya evolución afecta de forma relevante al crecimiento del PIB.

Puede parecer una contradicción, pero no lo es. O sí. El empleo crece con fuerza en la eurozona y, de hecho, hoy existen 3,6 millones de ocupados más de los que había antes del covid. También están aumentando de forma significativa las vacantes laborales, es decir, los empleos sin cubrir por falta de mano de obra. ¿Qué sucede con las horas trabajadas? Pues justamente lo contrario. La zona euro —también España— todavía no ha recuperado las horas trabajadas previas a la pandemia, lo que supone una aparente paradoja. Se entiende que si hay más empleo, también deben crecer las horas trabajadas globales, lo que en última instancia influye, como es obvio, en el crecimiento económico.

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