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Repensemos el empleo

Los nuevos empleos de la transición energética

Por EC Brands

Mujeres mirando un proyecto

Arquitecto de smart cities o IoT, especialistas en rehabilitación energética o ingenieros de materiales más eficientes. Algunas de las profesiones del futuro… que ya son presente

Los llamados empleos verdes están en auge. Una creciente conciencia ambiental nos enfoca en trabajar para ser más eficientes en la reducción de las emisiones de CO2. La Comisión Europea calcula que en la próxima década se crearán hasta 18 millones de empleos relacionados con la transición energética en todo el mundo. En España, se estima que las cifras alcancen los 1,7 millones de puestos de trabajo, según el informe Empleo en Sostenibilidad y Medioambiente, elaborado en 2021 por Infoempleo y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). A nivel mundial, las previsiones son incluso más optimistas: actualmente, seis millones de personas trabajan en este sector, mientras que en los próximos siete años encontrarán empleo otros ocho millones, que trabajarán en actividades como la búsqueda de alternativas para un transporte más sostenible, soluciones energéticas más eficientes para el hogar y las empresas o el hidrógeno renovable, entre otras.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), por su parte, va más allá en su estudio Empleos verdes: hacia un trabajo decente en un mundo sostenible con bajas emisiones de carbono e incluso analiza en qué sectores hay más empleos enfocados a la sostenibilidad y cómo van a evolucionar hasta 2030.

La propia OIT confirma esta tendencia: en otro de sus informes, ’La ecologización de las empresas. Transformar los procesos y los lugares de trabajo’, apunta hacia las salidas profesionales del futuro para frenar el calentamiento global, mientras las universidades y centros de formación actualizan sus planes y proyectos para adaptarse a profesiones en ciernes con una oferta académica que responda a esta demanda. “Un planteamiento compartido permitirá a todas las partes –la dirección de las empresas y los trabajadores– prepararse para las consecuencias del cambio climático en los puestos de trabajo, las competencias y los salarios, y lograr una transición justa tanto en los sectores que deben transformarse como en los que tienen potencial de creación de empleo”, apunta.

Si quieres saber cuáles serán los nuevos empleos en la lucha contra el cambio climático, aquí va un recorrido por algunos de ellos:

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Especialista en nuevos combustibles

Depósito de Biogás

La descarbonización es imprescindible para mitigar los efectos del cambio climático, y es ahí donde precisamente entran en juego dos actividades esenciales: la investigación y la innovación. Ambas ramas se han fijado varios objetivos en el camino a la sostenibilidad; uno de ellos es el desarrollo de combustibles alternativos a los tradicionales. Los combustibles renovables –biogás, bioetanol, biodiesel, HVO– considerados de cero emisiones netas, son una solución complementaria a la electrificación, especialmente en áreas donde es más complejo implementarla como el transporte marítimo, aéreo y el sector agrícola o industrial.

Es por ello que estos investigadores, cuyas oportunidades de empleo seguirán aumentando, se dedican a proponer alternativas para que los combustibles de todo tipo de transporte se encaminen hacia el objetivo de la UE de conseguir un transporte neutro en emisiones para 2050. De hecho, dichos desarrollos “se están incorporando en una proporción creciente en los combustibles que ya repostamos; ya están disponibles en el mercado y son compatibles con los motores actuales que utilizan coches, camiones, barcos y aviones”, afirma Claudia Esarte, doctora en ingeniería química, que trabaja en Repsol Technology Lab como experta en desarrollo de combustibles renovables. Se trabaja en dos direcciones, expone: por un lado, biocombustibles avanzados, producidos a partir de materias primas de origen residual (como restos agroforestales o aceite usado de fritura); por otro, combustibles sintéticos producidos a partir de hidrógeno renovable y CO2 retirado de la atmósfera.

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Especialistas en optimización energética de edificios

Edificios

La sostenibilidad empieza en casa y la tendencia es que nuestro hogar sea lo más eficiente posible, optimizando el consumo energético. En este contexto, los profesionales en rehabilitación van más allá de la típica revisión del estado de un edificio, ya que su labor consiste, además, en proponer y ejecutar los cambios oportunos, por ejemplo, para que los materiales, las cubiertas o el aislamiento sean capaces de preservar de las temperaturas extremas y, con ello, necesitar menos energía para calentar o enfriar.

Estos especialistas trabajan cuando hace falta una rehabilitación, pero en un paso anterior se sitúan también los ecoarquitectos o arquitectos con una perspectiva sostenible, que se adelantan al futuro y planifican los edificios desde cero: planeamiento, diseño y construcción. Aquí, además de la preocupación por los materiales y el aislamiento, cobra importancia la nueva arquitectura smart para casas domóticas y los nuevos materiales como el grafeno, ligero y más resistente que el acero. Todo ello responde a un cambio de mentalidad en el diseño, el urbanismo y la planificación integral para crear casas más eficientes que sumen en la reducción de la huella de carbono.

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Ingenieros IoT

Dispositivos

Si tienes un altavoz inteligente, ya puedes intuir en qué consiste el trabajo de los ingenieros del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés): en conectar los dispositivos físicos cotidianos (la televisión, la pulsera, el robot aspirador…) a internet, bien para mandarles órdenes de manera remota o incluso para que, de manera autónoma, puedan ejecutar ciertas acciones. Estos ingenieros, que comenzaron trabajando especialmente en el ámbito del entretenimiento, han ido ampliando su radio de actuación, dirigiendo sus desarrollos hacia la sostenibilidad.

Un ejemplo de ello son los sensores para el jardín, que recaban información sobre la luz, la humedad o la temperatura y avisan al usuario, con una alerta al móvil, de lo que necesitan las plantas. Los casos de uso, de todos modos, son casi infinitos: activar la lavadora en los horarios de menor consumo, calentar el agua de la ducha con la energía solar del tejado, etc. En el ámbito empresarial, por cierto, las tecnologías de estos ingenieros asumen una escala todavía mayor, ya que pueden regular el consumo energético de una compañía o distribuir mejor el regadío en una plantación agrícola. Dichos especialistas también se encargan de entrenar la inteligencia artificial de estos dispositivos para que puedan proponer mejores decisiones para gastar menos. Con todos estos actos, consiguen contribuir a la sostenibilidad disminuyendo el consumo energético o haciendo más eficiente el consumo de agua, entre otras cosas.

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Guardianes del clima

Manos sujetando una maceta

Puede que ahora te suene extraño, pero, en pocos años, los técnicos especializados en el control de la huella de carbono estarán presentes en muchas empresas que progresivamente irán incorporando las mediciones a sus rutinas con sistemas enfocados a reducir su impacto ambiental.

Tal vez suene a ciencia-ficción, pero se trata de una labor técnica, medible y comprobable. Estos profesionales son los que ponen encima de la mesa de las compañías la necesidad de medir y reducir su huella de carbono. Para ello, recurren al big data para medir todos los parámetros directamente relacionados con el impacto ambiental: el consumo energético, el aprovechamiento del agua, la gestión de residuos, etc. Con todos estos datos, la analítica avanzada y la inteligencia artificial serán las encargadas de dictaminar qué medidas deben llevarse a cabo para hacer un uso más eficiente y sostenible de los recursos.

Además de los puestos de investigación y desarrollo, de la digitalización y las ingenierías especializadas, surgen también nuevas oportunidades en el empleo industrial, ya que estas innovaciones aportan sus propios procesos de producción, logística, construcción y mantenimiento. Como hemos visto, la unión de la transición energética y las nuevas tecnologías está cambiando nuestro mundo tal y como lo conocemos. Esto tiene una gran influencia en el marco laboral, con una variedad creciente de puestos de trabajo en un mercado marcado por una mayor conciencia ambiental en un mundo con recursos finitos. El año 2050 está a la vuelta de la esquina y son muchos los objetivos a cumplir del Pacto Verde Europeo con un fin: ser el primer continente climáticamente neutro.