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El programa que ha dado trabajo a 8.500 antiguos reclusos en España
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El programa que ha dado trabajo a 8.500 antiguos reclusos en España

Reincorpora nació en 2011 de la mano de Fundación La Caixa y el Ministerio del Interior. Desde su creación, más de 10.400 internos han participado en 2.261 acciones formativas

Foto: Fuente: iStock.
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Encontrar trabajo no es fácil, mucho menos si has pasado una temporada en un centro penitenciario. En España hay 55.999 reclusos, según los datos de septiembre de la Administración General del Estado. La vida no es sencilla para ellos cuando son puestos en libertad: estigmas, exclusión social… A la mayoría les cuesta adaptarse, y esto impacta de forma negativa en su capacidad para adentrarse en el mundo laboral, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que subraya la importancia de contar con programas específicos que ayuden a estas personas a dar el salto.

Precisamente, con el objetivo de mejorar esta situación, Fundación La Caixa y el Ministerio del Interior pusieron en marcha hace 12 años Reincorpora, un proyecto que, a través de formación y prácticas, facilita la reinserción del recluso. El balance de estos años se puso sobre la mesa este mes en un encuentro celebrado en CaixaForum Madrid. Desde su creación, más de 10.400 internos han participado en 2.261 acciones formativas en 261 centros. El resultado es que, hasta hoy, 8.526 personas privadas de libertad, procedentes de 84 establecimientos penitenciarios en nuestro país, han conseguido empleo, según explicaron en el evento el subdirector general de la Fundación, Marc Simón, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz.

A través del programa se realizan servicios a la comunidad que van desde la atención a personas mayores hasta tareas medioambientales

En el marco de estos datos, el impulso del pasado año fue significativo: la cifra alcanzó los 1.546 reclusos con la colaboración de 1.000 empresas. Javier Ramos es uno de ellos. A sus 43 años y tras dedicar más de la mitad de su vida a la hostelería, entró en prisión. Ahora, con los pies en la calle, ha emprendido un nuevo rumbo: "Realicé un curso de polivalencia de mercados. Tuvo una duración de tres meses, y tras ese periodo, comencé las prácticas en la empresa donde hoy trabajo. Lo tenía muy claro, tenía que hacer todo lo posible para que me contratasen. Y lo conseguí. Desde el programa elaboraron un currículum adaptado a mi experiencia profesional. Apostaron por mí y me animaron a seguir adelante. Ahora me valoro más, veo la vida de otra manera".

“Queremos que la persona amplíe sus competencias, refuerce sus valores y mejore habilidades personales y profesionales que le ayuden en su camino hacia la plena inclusión social y laboral”, comentan desde Fundación La Caixa. Con el proyecto colaboran 48 entidades sociales especializadas en la atención a personas en riesgo de exclusión. Son ellas las que adaptan los programas a las necesidades específicas de cada participante a través de un técnico que diseña y pacta con ellos el itinerario. "Mónica fue el técnico que me ayudó. Le pedí participar en algún curso, y cuando llevaba tan solo un mes y medio fuera de prisión, me llamó", comenta Javier Ramos.

La hoja de ruta del programa se dividen en varias fases: formación, prácticas no laborales y servicios a la comunidad para fomentar habilidades y valores, al tiempo que se promueve la participación social. Estas iniciativas comunitarias incluyen atención y acompañamiento de personas mayores, tareas medioambientales, colaboración con comedores sociales, y charlas de sensibilización a jóvenes en riesgo de exclusión social. En total, se han realizado 1.053 servicios solidarios en los que han participado 8.683 internos y se estima que han impactado de forma positiva en 134.699 personas.

Las empresas y los propios centros penitenciarios, que incorporan las metodologías del programa, son otro de los pilares. José Manuel Montalvo, empresario de la cadena hotelera Premium que colabora con la Asociación Arrabal-AID de Málaga, explicó en CaixaForum Madrid que “acompañamos a las personas contratadas a mirar hacia adelante con ilusión y responsabilidad. El agradecimiento y las ganas que muestran es inspirador”. En esta línea, Cristina Ibáñez, funcionaria de Interior en el Centro Penitenciario Madrid II, afirmó que "hemos adquirido las herramientas para la intervención en régimen ordinario y para hacer posible la reinserción sociolaboral. Cuando el acompañamiento da frutos y ganan confianza en sí mismos, todo cobra sentido”.

Encontrar trabajo no es fácil, mucho menos si has pasado una temporada en un centro penitenciario. En España hay 55.999 reclusos, según los datos de septiembre de la Administración General del Estado. La vida no es sencilla para ellos cuando son puestos en libertad: estigmas, exclusión social… A la mayoría les cuesta adaptarse, y esto impacta de forma negativa en su capacidad para adentrarse en el mundo laboral, según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que subraya la importancia de contar con programas específicos que ayuden a estas personas a dar el salto.

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