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La nevada devuelve Madrid a los peores datos económicos desde el confinamiento
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Registra las peores cifras de España

La nevada devuelve Madrid a los peores datos económicos desde el confinamiento

La afluencia a locales comerciales durante el fin de semana sufrió un desplome del 80% y las compras con tarjetas de crédito cayeron un 24% a lo largo de la semana

Foto: Comercios del centro de Madrid cerrados todavía el martes. (EFE)
Comercios del centro de Madrid cerrados todavía el martes. (EFE)

La borrasca Filomena ha dado la puntilla al comercio madrileño, que estaba ya muy debilitado por la crisis del coronavirus y el desplome del turismo que ha sufrido la capital (ni siquiera ha conseguido captar viajeros nacionales desde el inicio de la pandemia). El impacto económico de la pandemia empieza a reflejarse en los indicadores de alta frecuencia, que son los más seguidos por los expertos para medir la evolución de la economía, ya que dan la fotografía casi en tiempo real. Las cifras obtenidas muestran un brusco parón de la actividad, que ha vuelto a niveles no registrados desde las semanas más duras del confinamiento.

Uno de los mejores indicadores es el de las compras presenciales con tarjetas de crédito, en este caso, con datos registrados por BBVA. En la semana del 4 al 10 de enero, las operaciones se hundieron un 24%. Este dato recoge todas las operaciones realizadas a lo largo de la semana, pero la borrasca solo afectó a las compras a partir del jueves. Esto significa que la caída real solo durante los días de la borrasca es muy superior. En cualquier caso, se trata del peor dato semanal registrado desde la entrada en la ‘nueva normalidad’, reflejando así una caída totalmente extraordinaria. De hecho, si no existiese la comparativa de las semanas del confinamiento, se trataría de un desplome de la actividad histórico.

Foto: Varios aviones de la aerolínea Iberia Express aparcados junto a las pasarelas de acceso de viajeros en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. (EFE)

La recaída del consumo con tarjetas en Madrid contrasta con la leve mejora registrada en el resto de España. Y eso a pesar de que otras regiones del interior y el este del país también estuvieron muy afectadas por la pandemia. En total, las compras en el resto de España cayeron un 4% en comparación con la misma semana del año anterior.

Para el comercio, la borrasca Filomena está suponiendo un golpe inesperado que, para más inri, ha coincidido con el inicio de la temporada de rebajas. Malas noticias que se suman al avance de las restricciones como consecuencia del virus. De hecho, algunos expertos empiezan a hablar ya de confinamientos severos.

Los datos de movilidad de Google también reflejan el colapso de las comunicaciones en Madrid durante el pasado fin de semana. En este caso, la comparativa no es interanual, sino respecto a un promedio previo a la pandemia, pero muestra igualmente el impacto de la borrasca sobre la actividad. La asistencia a locales de comercio y restauración en la Comunidad de Madrid se hundió un 84% el sábado y un 74% el domingo. De media, una caída próxima al 80%, cifras que no se veían desde el pasado mes de mayo, cuando la región todavía estaba en las fases de la desescalada.

Si se comparan los datos de Madrid con los de otras comunidades autónomas que no sufrieron la tormenta, como es el caso del País Vasco, la diferencia es significativa. En Euskadi, la asistencia a locales comerciales se redujo menos de un 50% durante el fin de semana respecto a los niveles precrisis. Un descenso que es menos de la mitad del que sufrió Madrid.

El mejor dato nacional lo registró Andalucía, con un descenso de la asistencia a tiendas y locales de hostelería del 41% de media en el fin de semana, la mitad que en Madrid. Cataluña también registró datos muy negativos, pero en su caso no estuvieron relacionados con la borrasca sino con la pandemia. A principios de enero, la comunidad aprobó severas restricciones a la movilidad que incluyen confinamientos municipales, cierres de comercios los fines de semana y limitación de aforo al 30% en el interior de bares y restaurantes.

Una crisis temporal

Estos datos muestran que el fin de semana de las rebajas, el que debería haber marcado el inicio de la recuperación del consumo en 2021, provocó una dura recaída. Los efectos de las tormentas rara vez son tan profundos como en esta ocasión, ya que pocas veces provocan un colapso casi total de la actividad. La buena noticia es que son temporales. De ahí que no generen efectos estructurales negativos sobre la actividad. Sin embargo, en el caso de Madrid, aunque lleva días sin nevar, la movilidad sigue muy limitada y la nieve se acumula en carreteras y aceras.

Foto: La Puerta de Alcalá, al fondo, entre nieve y hielo. (Reuters)

Los problemas para recuperar la normalidad logística amenazan con extender la crisis en la región durante casi una semana. Aunque todavía no hay datos disponibles de esta semana, las imágenes de la ciudad muestran cómo el consumo está a medio gas, en el mejor de los casos. De ahí que el impacto de esta tormenta sobre el PIB de la Comunidad de Madrid sí vaya a ser significativo, lastrando las cifras de este primer trimestre del año. Una semana perdida, en términos de PIB, supone dos puntos menos al cierre del año. Madrid difícilmente llegará a tal nivel, pero el golpe será significativo.

El coste de la tormenta será mayor cuanto más tarde en recuperarse la normalidad. En especial, sobre las actividades que no pueden acumular demanda embalsada, como es el caso de los servicios de restauración, peluquería, ocio o algunos alimentos de primera necesidad. Por ejemplo, las panaderías no van a recuperar nunca las ventas que pierdan cada día, porque la demanda no se acumula. Tampoco podrán recuperar el tiempo perdido las industrias que no tengan capacidad ociosa. Esto explica que, ante una crisis meteorológica, la clave no sea evitar el fenómeno climático, sino acortar su duración una vez superado el fenómeno. En Madrid, los días pasan y cada minuto cuenta.

La borrasca Filomena ha dado la puntilla al comercio madrileño, que estaba ya muy debilitado por la crisis del coronavirus y el desplome del turismo que ha sufrido la capital (ni siquiera ha conseguido captar viajeros nacionales desde el inicio de la pandemia). El impacto económico de la pandemia empieza a reflejarse en los indicadores de alta frecuencia, que son los más seguidos por los expertos para medir la evolución de la economía, ya que dan la fotografía casi en tiempo real. Las cifras obtenidas muestran un brusco parón de la actividad, que ha vuelto a niveles no registrados desde las semanas más duras del confinamiento.

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