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"Las relaciones estaban destrozadas". El rugby español se lame las heridas para los JJOO
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A por la gloria

"Las relaciones estaban destrozadas". El rugby español se lame las heridas para los JJOO

El rugby español luchará este fin de semana para conseguir la clasificación a los Juegos Olímpicos de París. En la expedición hay grandes expectativas tras los varapalos del pasado

Foto: España aspira a demostrar todo su potencial. (Rugby Europe/Algarve7s)
España aspira a demostrar todo su potencial. (Rugby Europe/Algarve7s)

El rugby español vuelve a tener la oportunidad de estar presente en unos Juegos Olímpicos. Las decepciones mundialistas del XV no pueden nublar las esperanzas depositadas en el seven. La ciudad polaca de Cracovia acoge entre los días 25 y 27 de junio a los combinados de mujeres y hombres que pelearán por conseguir una plaza en París. La aventura parece complicada porque la clasificación directa pasa por alzarse con el torneo. En cualquier caso, siempre tendrán una segunda oportunidad es una especie de repesca que se celebrará el próximo año pocas semanas antes de la cita olímpica. Es curioso, pero parece que a España le gusta cambiar a sus responsables técnicos cada vez que se acercan las fechas para disputar una competición de la que solo existe un precedente a nivel de participación, que fue hace siete años en Río de Janeiro.

El seven femenino está desde el pasado mes de abril en manos de Ignacio Martín. Por su parte, Francisco Hernández tan solo lleva seis meses con los chicos. Si alguien conoce de cerca lo que significa el sueño olímpico esa es Eli Martínez, la capitana del combinado español que acudió en 2016 a la ciudad carioca. "Si te soy sincera, ya sabíamos desde el principio que íbamos a ir", dice con vehemencia. "No sé decirte cómo ni por qué, pero el caso es que lo sabíamos todas", repite. Habrá que creerla, pero es que echando la vista atrás no les resultó nada sencillo clasificarse.

placeholder Los Leones confían en lograr el billete a París. (Rugby Europe/Algarve7s)
Los Leones confían en lograr el billete a París. (Rugby Europe/Algarve7s)

En 2015 no lo consiguieron de forma directa al quedar lejos de las cuatro primeras en las World Series. Su siguiente opción fue acudir al clasificatorio europeo donde la primera obtenía el billete olímpico, mientras que la segunda y tercera tenían otra posibilidad al año siguiente en el clasificatorio mundial. Tampoco lo lograron. El último tren pasaba por Dublín un mes antes de comenzar las olimpiadas. "A última hora, y en el último partido que ganamos a Rusia, pero al final lo conseguimos", espeta. De Rio de Janeiro solo guarda “buenos e “inolvidables recuerdos". A nivel deportivo lograron un diploma olímpico al clasificarse séptimas, "algo que tuvo mucho mérito".

Una experiencia única

Fuera de los terrenos de juego le resultó chocante que, a pesar de ser deportistas de élite, nunca hasta entonces habían tenido la oportunidad de estar tan cerca de mitos como Rafa Nadal o los hermanos Gasol. "Imagínate, desfilamos con ellos y con el mismo chándal". Eli Martínez sonríe cuando recuerda la primera vez que habló en catalán con el tenista mallorquín. Fue un encuentro casual. En la villa olímpica había una especie de almacén donde entregaban la ropa a los atletas que se iban a poner en desfile. "Allí que estábamos varias jugadoras y, de repente, apareció él". Todas se quedaron un poco "sorprendidas", y más cuando Nadal empezó a probarse ropa mientras les preguntaba con qué pantalón le veían mejor. "Y mientras, nosotras, embobadas", comenta riéndose.

Con los Gasol les pasó también algo curioso. "Queríamos sacarnos una foto con ellos y se nos ocurrió la idea de hacer una touche con dos tíos de más de dos metros". Los hermanos no lo dudaron. Elevaron a una de sus compañeras hasta donde pudieron, "y ella se sintió como si estuviera en el cielo cuando la levantaron". Sin embargo, antes de tomar la foto surgieron algunas dudas. "Nos reímos mucho porque cuando les contamos que el jugador que estaba detrás de nuestra compañera para subirla tenía que agarrarla un poco del culo…". Un poco con cara de póker los Gasol respondieron: "Vale, vale. No hay problema". Como es lógico, las chicas más jóvenes se interesan por estas y otras anécdotas simpáticas de Río de Janeiro. Pero al margen de estas historias tan divertidas de contar, también hay otras donde les explican lo duro que fue el año anterior a la cita olímpica "porque todas nos tuvimos que venir a Madrid haciendo muchos sacrificios y solo pensando en trabajar para alcanzar la meta que nos habíamos fijado".

placeholder El quinto puesto espolea al equipo. (Rugby Europe/Algarve7s)
El quinto puesto espolea al equipo. (Rugby Europe/Algarve7s)

El quinto puesto alcanzado en Algarve hace dos semanas les permite ser ahora cabeza de serie en el europeo de Cracovia. En su grupo están también Bélgica, Suecia y Rumanía. Las dos primeras pasan a disputar los cuartos de final y solo la ganadora del clasificatorio tiene plaza directa para París donde estará con las otras selecciones europeas ya clasificadas como Francia por su condición de anfitrión e Irlanda, que lo logró en las World Series. Para Eli Martínez las favoritas son Gran Bretaña, "a la que ya hemos ganado este año a principio de temporada", Polonia y Bélgica. "En este torneo no hay a priori ninguna selección invencible, pero eso luego hay que demostrarlo en el campo".

La selección femenina tiene un grupo de jugadoras veteranas encabezado por la ordiziarra Amaia Erbina, que ya estuvo en Rio de Janeiro, otras que llevan menos años con el grupo y las que se han incorporado hace pocos meses como la catalana Claudia Peña que no puede viajar a Polonia debido a una lesión en el hombro que se produjo en el último torneo de las World Series que se celebró hace un mes en Toulousse. Durante la concentración el equipo se aloja en la residencia Blume y entrena en el campo de la Ciudad Universitaria. La mayoría de las chicas van con libros o apuntes, y aprovechan cualquier momento de descanso para ir a estudiar a su habitación o a la biblioteca. "Resulta duro, pero saben que vivir del rugby es muy difícil, así que tienen que tener un plan b para cuando acaben su carrera deportiva, y eso solo lo consiguen gracias a los estudios".

En el seven masculino, Pablo Feijoo ha sido hasta hace cinco meses su máximo responsable. Como integrantes de aquella selección que estuvo presente en los Juegos Olímpicos de 2016, repasa el “angustioso” periplo que tuvieron que afrontar los jugadores para acudir a Río de Janeiro. "2015 fue un año raro", recuerda. Empezaron la pretemporada con Alberto Socias como entrenador y poco después fue sustituido por Tiki Inchausti. Esto es, una circunstancia bastante parecida a lo que ha ocurrido este año. Disputar unos Juegos Olímpicos era un sueño compartido por todos. Durante un mes se prepararon a conciencia en Fidji, donde participaron en un torneo en el que estaban presentes los principales equipos de las islas, “y lo ganamos”. Poco después viajaron a Hong Kong. Allí aspiraban a ascender al grupo de las series mundiales, "pero todo fue muy mal y resultó un palo enorme no conseguir el objetivo que nos habíamos marcado". Pese a todo, las ilusiones permanecieron intactas.

"Las relaciones estaban destrozadas"

Sin el cartel de favoritos y con la decepción de Hong Kong, acudieron al torneo preolímpico de Mónaco. Pintaban bastos para la selección. Además, como reconoce Feijoo, "el grupo estaba roto internamente" y las relaciones entre algunos jugadores "estaban destrozadas". De repente, al seleccionador se le ocurrió la idea de contratar a Imanol Ibarrondo, un coach deportivo que consiguió que por unas semanas el grupo fuera una piña. Para lograr la plaza olímpica se las tenían que ver con selecciones que por entonces competían en las World Series como Samoa, que ese año había ganado el torneo que se disputó en Francia, Rusia o Irlanda.

"O sea, para nada éramos favoritos", admite. Poco a poco los resultados fueron saliendo. "Empezamos a jugar concienciados", señala. Ganaron en cuartos de final a los rusos de forma “agónica” en el último minuto con un ensayo de Igor Genua, e hicieron lo mismo en semifinales contra Irlanda. Frente a Samoa "que se veían muy superiores" hicieron la machada también con el tiempo agotado. "Nos pitaron un golpe en la 22 contraria, Igor sacó rápido, el balón llegó a Iñaki Villanueva, que hizo un camaleón (una especie de redoble), y le dejó el ensayo a Ignacio Martín", cuenta.

Foto: Elisaveta, jugadora ucraniana que huyó a España de la guerra. (Cedida)

De aquel grupo solo queda Pol Plá. Bueno, también Paco Hernández, el actual seleccionador. Experiencia como jugador no le falta. Debutó en 2012 con el seven español y se retiró en 2020. Un par de años desconectado del rugby trabajando como ingeniero, "y ahora me reengancho". Cinco meses al frente de la selección le llevan a ser optimista de cara a la próxima cita olímpica. "Veo al grupo muy bien", subraya. El caso es que tiene argumentos de sobra para albergar la esperanza de acudir a París. "Este año hemos ido de menos a más", asegura. También tiene motivos para sacar pecho tras la undécima plaza que han conseguido esta temporada en las World Series, lo que les permite competir otra vez el próximo año con la élite mundial. "Para nosotros era imprescindible mantenernos porque, al margen de las ayudas económicas que podamos recibir, nos permite seguir en la máxima competición del seven de cara a dar estabilidad al proyecto".

El gran reto que queda por delante

La última competición en la que participó el equipo español fue hace dos semanas en Algarve. Allí obtuvieron un séptimo puesto que, como reconoce Hernández, "no es lo que estábamos buscando". Por ello, España no será cabeza de serie en Cracovia. Estará en un grupo junto a Georgia, Bélgica y República Checa. "Fuimos con un equipo bastante competitivo, pero dejamos fuera a jugadores importantes que aún están recuperándose “, dice. El objetivo es pasar la primera fase, superar los cuartos de final y llegar a semifinales "que, al menos, te da opción de estar entre los tres primeros que el año que viene disputarán el preolímpico mundial donde habrá otra plaza directa para ir a París".

Foto: Partido de Inglaterra frente a los Barbarians. (REUTERS/Peter Cziborra)

Aun así, confía en que España gane el torneo y obtenga su billete para la cita olímpica. La meta está lejos, pero la recompensa merece la pena. Estas dos últimas semanas el seleccionador ha trabajado con un grupo de 20 jugadores. Antes lo hacía con 30 pero ha reducido el número "para hacer entrenamientos de calidad". No obstante, para ir a París antes tendrá que vencer a equipos como Irlanda o Gran Bretaña que también están en las series mundiales y que han quedado este año en quinta y séptima posición, respectivamente. Un dato poco halagüeño es que esta temporada han perdido siempre frente a ambas selecciones. Eso, sin embargo, no le quita el sueño a Paco Hernández porque cree que son "asequibles". De hecho, no se olvida de que ya han derrotado a otras selecciones tan potentes como Nueva Zelanda, Samoa o Estados Unidos.

Como técnico alaba las virtudes que tiene España con una defensa "muy presionante", que consigue ahogar al rival, o lo bien que los jugadores saben guardar la pelota en ataque. "Cuando atacamos somos capaces de generar posesiones muy largas que acaban en ensayo y eso desgasta mucho a la defensa rival". Son datos también a tener en cuenta para ver el vaso medio lleno. Eso, y el brutal compromiso de los miembros del seven que estos días están concentrados en la Casa de Brasil de Madrid. "Pasan muchos días fuera de su casa y de su ambiente, algo que no es del agrado de nadie, pero con todo el trabajo que estamos haciendo la competición pondrá a cada uno en su sitio y espero que el premio sea viajar el próximo año a París".

El rugby español vuelve a tener la oportunidad de estar presente en unos Juegos Olímpicos. Las decepciones mundialistas del XV no pueden nublar las esperanzas depositadas en el seven. La ciudad polaca de Cracovia acoge entre los días 25 y 27 de junio a los combinados de mujeres y hombres que pelearán por conseguir una plaza en París. La aventura parece complicada porque la clasificación directa pasa por alzarse con el torneo. En cualquier caso, siempre tendrán una segunda oportunidad es una especie de repesca que se celebrará el próximo año pocas semanas antes de la cita olímpica. Es curioso, pero parece que a España le gusta cambiar a sus responsables técnicos cada vez que se acercan las fechas para disputar una competición de la que solo existe un precedente a nivel de participación, que fue hace siete años en Río de Janeiro.

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