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La agresividad de Paco Hernández, el español que triunfa en el rugby con 1,73 m
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La agresividad de Paco Hernández, el español que triunfa en el rugby con 1,73 m

Paco Hernández, referente de los Leones de Seven y máximo anotador de las Series Mundiales disputadas en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), triunfa rodeado de gigantes

Foto: Paco Hernández durante el duelo ante Japón en las Series Mundiales de Ciudad del Cabo. (Mike Lee/World Rugby)
Paco Hernández durante el duelo ante Japón en las Series Mundiales de Ciudad del Cabo. (Mike Lee/World Rugby)

En Sudáfrica, donde el rugby es religión, los Leones españoles deslumbraron hace una semana al mundo del rugby con su sexto puesto en las Series Mundiales de Ciudad del Cabo. Y dentro del grupo destacó la figura de un ingeniero industrial de Motril de 1,73 metros que doblegó a cuantos gigantes se encontró en su camino. Paco Hernández se convirtió en el máximo anotador del fin de semana sudafricano, logro nunca alcanzado por un rugbier español.

"(En mi cuarto) Tengo una foto que publicó la revista 'Desde la zona de 22' de las Series Mundiales de 2014 en Dubái en la que pone 'Clasificación para los JJOO de Río'. Me hizo gracia porque nunca pensamos que lo pudiéramos hacer, hasta que lo logramos. Desde entonces miro esa foto y pienso que si lo hicimos aquella vez, podemos hacer lo que nos propongamos ahora. Es una foto muy inspiradora".

La historia de Paco es una historia de tenacidad y superación. "Yo era un chico normal de Motril que tuvo la suerte de coincidir en mi colegio con un profesor que había jugado al rugby en el Universidad de Granada y nos metió el gusanillo", cuenta. "Imagina en una localidad de 60.000 habitantes lo difícil que era sacar adelante un club. Lo hizo, aunque hoy el Motril Rugby Club está extinguido. Empecé a jugar con 11 años y recuerdo que subía a Granada a entrenar los viernes con el Universidad de Granada y a jugar con sus cadetes. Me llamaron de la selección andaluza y luego de la sub-18 española. Tuve la suerte de que fue todo rodado. Al empezar la universidad me fui a Sevilla y estuve dos años jugando en el Ciencias. Entonces me llamó mi compañero de la andaluza Manolo Olivares y me dijo que había opciones de hacerme un hueco en el Cisneros, en Madrid, y me fui en 2009 al colegio, donde pasé cuatro años con una beca de la Complutense. Compatibilizaba mis estudios de Ingeniería Industrial con el rugby y hasta logramos el ascenso a División de Honor".

El rugby 7 apareció por casualidad en su vida. "Surgió la idea de la concentración permanente del 'top-16' de 7 con Tiki Inchausti como seleccionador, y como tiraba de gente del rugby madrileño para completar los entrenamientos, me surgió la posibilidad, me gustó y me enganché. Tuve la suerte de que mi compañero de Cisneros Juan Cano estaba en la selección de 7 y podía entrenarme con él, aunque yo no entrase en el grupo. Toqué muchas veces a la puerta de Tiki y aproveché cuando me la abrió. He visto pasar muchos jugadores morfológica y físicamente mejores que yo, pero he trabajado más duro que ellos y por eso me he ganado el puesto. Mi caso es un ejemplo de que el trabajo obtiene recompensa", advierte con convicción.

Paco Hernández es hoy la mano derecha dentro del campo del seleccionador Pablo Feijoo, excompañero como jugador y amigo del granadino. Al de Cisneros no le extraña el éxito de los Leones: "Hemos dado un paso adelante. Hemos evolucionado en nuestro juego. En ataque ahora dejamos trabajar al portador y los apoyos son opciones. Antes mandaban más los apoyos y este año el protagonismo descansa en el portador. Y en defensa el placador tiene más responsabilidad a la hora de derribar, mientras el asistente se implica más en defensa y menos en el derribo. Eso le da más libertad al asistente para pescar o para implicarse en la siguiente fase defensiva". Ese nuevo libreto de juego ha convertido a España en una selección más competitiva. "Ahora complicamos a todos los equipos, con alguna excepción como Fiyi. Sabemos que si trabajamos bien, tenemos opciones de ganar el partido. Un ejemplo es el choque de Dubái ante Nueva Zelanda, en el que les hicimos trabajar, aunque luego te metan dos o tres ensayos", explica.

"He visto pasar muchos jugadores morfológica y físicamente mejores que yo, pero he trabajado más duro que ellos y por eso me he ganado el puesto"

El éxito de los Leones

El granadino señala que "los partidos de élite se deciden en detalles". "Nos pasó en Dubái ante Samoa, que perdimos por errores puntuales al final como un placaje que fallé yo o una pelota que no supimos asegurar. Pero también se ganó otro partido a una Escocia que tuvo muchas opciones de ganarnos y sin embargo tomamos mejores decisiones. Ahora nos respetan más los rivales porque ya no ven a España y piensan 'ahí están los paquetes estos'. Después de Ciudad del Cabo, entrenadores de primer nivel felicitaron a Pablo por nuestra actuación".

Con su estatura, Paco es un jugador que compite en inferioridad física en muchos de los duelos que afronta en los partidos, algo que no le inquieta: "Es cierto que alguna vez me ha ocurrido que con mi 1,73 me he plantado ante uno de esos fiyianos de más de 1,90 y cien kilos y he pensado: '¿Qué hago yo aquí?'. Pero entonces te centras en que el rival no pase. Lo compensas con agresividad. Este año hemos trabajado muy bien físicamente porque por primera vez hemos disfrutado de un periodo real de 'offseason'. Hemos vuelto descansados de piernas y cabeza y se ha completado una de las mejores pretemporadas que recuerdo. Si a eso sumas que además venimos de ganar un par de veces a Australia o terminar las Series Mundiales en París casi ganando a Sudáfrica, los estímulos son muy buenos. Como jugador ganas en confianza y sabes que haciendo las cosas bien tienes una mínima posibilidad de ganar a cualquier rival".

placeholder Paco Hernández fue olímpico con la selección española en Río 2016. (Reuters)
Paco Hernández fue olímpico con la selección española en Río 2016. (Reuters)

Afirma con humildad que lo de ser máximo anotador en Ciudad del Cabo "fue una anécdota". "Yo no soy un finalizador como Pol Pla o Poggi. Mi papel es jugar en el mediocampo y hacer jugar a mis compañeros, pero es cierto que en Sudáfrica anoté varios ensayos, alguno que me regalaron, y a eso sumé de dos en dos muchas patadas, especialmente ante Japón. Aunque también es cierto que el ensayo ante Fiyi, en la primera fase, es probablemente mi mejor ensayo en las Series Mundiales. Me sentí con esa chispa para encarar, la que no tenía en Dubái".

Sus referentes son gente que juega en su posición como el fiyiano Amenoni Nasilasila, por sus impactos en defensa o cómo pisa en ataque, o el inglés Harry Glover, un armario que domina la pelota con una mano de forma brutal. "A Nacho Guerra y a Alex Alonso les digo que se fijen mucho en él. En estos años me he convertido en un especialista en el pateo. Soy zurdo, pero este año le pego con las dos piernas y así puedo sorprender a los rivales en los saques de centro, que son fundamentales en el 7. Ahí me fijo mucho en el inglés Tom Mitchell y en el fiyiano Ravouvou". Paco Hernández gestiona con naturalidad el éxito de los Leones y disfruta "conviviendo con neozelandeses, fiyianos o ingleses con los que al final entablas una amistad a base de viajar y jugar con ellos muchas veces durante el año". Aquel niño de Motril se ha ganado el respeto de esas estrellas porque debajo de su físico discreto esconde un descomunal jugador de rugby.

En Sudáfrica, donde el rugby es religión, los Leones españoles deslumbraron hace una semana al mundo del rugby con su sexto puesto en las Series Mundiales de Ciudad del Cabo. Y dentro del grupo destacó la figura de un ingeniero industrial de Motril de 1,73 metros que doblegó a cuantos gigantes se encontró en su camino. Paco Hernández se convirtió en el máximo anotador del fin de semana sudafricano, logro nunca alcanzado por un rugbier español.

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