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El extraño caso Otero con el que el rugby español trata de enterrar la maldición de la 'F'
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ALGO TOTALMENTE INESPERADO

El extraño caso Otero con el que el rugby español trata de enterrar la maldición de la 'F'

No había problemas para que jugara en la Liga Iberdrola ni en la Selección por su ascendencia española. Sin embargo, dos rivales denunciaron al Eibar por alineación indebida

Foto: Una melé en pleno partido. (Alberto Segade)
Una melé en pleno partido. (Alberto Segade)

Hace apenas un lustro, a la Federación Española de Rugby (FER) se le ocurrió establecer como una especie de himno para alentar a los jugadores del XV del León la famosa canción de Loquillo, Feo, fuerte y formal, que sonaba de forma atronadora y persistente a través de la megafonía en el Campo Central de la Ciudad Universitaria de Madrid. Quién se iba a imaginar que, años más tarde, tanta efe se le iba a atragantar a sus dirigentes hasta convertirse en una letra maldita.

Ese mal fario de la F ha llevado a España a ser descalificada de las dos últimas citas mundialistas cuando jugadores, técnicos y dirigentes ya tenían hechas las maletas. Además, World Rugby dio un tirón de orejas a la antigua FER por las dudas surgidas en su día en torno a la elegibilidad del jugador sudafricano John Wessel Bell. Ahora se sabe también que el samoano tristemente desaparecido Kawa Leauma tampoco era seleccionable a pesar de que estuvo a 24 horas de debutar con España frente a Países Bajos gracias al reportaje televisivo Espíritu Kawa. La conjura del rugby español.

placeholder Algunas sufrieron un placaje mayúsculo. (Alberto Segade)
Algunas sufrieron un placaje mayúsculo. (Alberto Segade)

Los problemas que suscita la maldita letra parecen no tener fin. El último caso se ha quedado en un simple susto, ya que, por suerte, se ha limitado a la competición doméstica. El Eibar, club donde milita la argentina Yamila Alejandra Otero, era consciente del pasado de la jugadora en Las Pumas. Sin embargo, no se lo comentó a la FER porque no lo consideró necesario. "Es que a nosotras nos explicaron que, con la nueva normativa, para que una jugadora obtuviera la F solo hacía falta remitirles el DNI o los papeles que demostraran que tenía padres o abuelos españoles", explica la entrenadora del club, Cristina Guntin.

Sin pedirles los requisitos

Desde el Eibar aseguran estar "sorprendidos" porque "desde el principio hicimos las cosas bien y como ellos nos pidieron". Así, recuerdan que dos meses antes de la llegada a España de Yamila Alejandra Otero se pusieron en contacto con la Federación. A partir de entonces, les fueron informando de todos los pasos que iban dando hasta que, por fin, consiguieron su propósito de que jugara como asimilada sin que nadie les pidiera ningún requisito que no fuera el de su ascendencia española. Fueron tan cuidadosas con el papeleo que hasta la propia jugadora fue la encargada de entregar en mano toda la documentación en la Federación. Las alarmas saltaron cuando dos clubes (Sant Cugat y Cisneros) denunciaron al conjunto vasco por alineación indebida en sendos partidos de la Liga Iberdrola, disputados el 14 y 21 de enero frente a Universitario Rugby Sevilla y Sant Cugat, respectivamente, donde Otero aparecía en el acta federativa con marca F.

El asunto cayó en manos del Comité Nacional de Disciplina Deportiva (CNDD) que, en su resolución, señaló que la nueva normativa de la FER introducida para esta temporada limitaba la consideración de asimilados a jugadores de formación "por razones de nacimiento propio o de sus padres o abuelos". En concreto, la Circular 1 ("Nota para todas las Competiciones de Categoría Sénior Masculina y Femenina") dice literalmente: "Igualmente serán asimilados a los jugadores de 'formación' los jugadores que reúnan los requisitos necesarios para ser seleccionables con la Selección española (Equipo Nacional de España) en lo que respecta al derecho de nacimiento (haber nacido en España o ser hijos o nietos de personas nacidas en España)".

Aquí no había problemas porque Yamila Alejandra Otero es nieta de españoles y posee la doble nacionalidad hispano-argentina. Tanto esta circunstancia como el transfer de la UAR habían sido ya aportadas en documentos originales o compulsados del original, tal y como le había exigido la Federación. Tampoco los había para revisar su elegibilidad por razones de residencia. Esta posibilidad se había eliminado de la nueva normativa, aprobada en julio por los rectores de la antigua FER, porque, tal y como reconoce el propio CNDD, "el control eficaz de las razones de residencia de los periodos de estancia efectiva es mucho más comprometido, como dolorosamente se pudo comprobar el año pasado…".

placeholder El conflicto no era esperado por ninguna de las partes. (Alberto Segade)
El conflicto no era esperado por ninguna de las partes. (Alberto Segade)

El inconveniente de la residencia

Y, entonces, ¿dónde está el problema? Pues en la interpretación que se haga de la nueva normativa. El Eibar, a instancias de la FER, entendió que, una vez eliminado el tema de la residencia, bastaba con que la jugadora tuviera padres o abuelos españoles para obtener la F. Sin embargo, ahora los órganos federativos aluden a que la palabra "seleccionable" que aparece en la circular lleva necesariamente a entender que se deben aplicar los criterios de World Rugby en torno a la elegibilidad, entre los que figura que la jugadora no haya sido capturada por otro país y hubiera disputado competiciones internacionales en los tres últimos años.

El caso es que, en 2021, la jugadora había competido con la selección de su país en varios encuentros en la modalidad de seven, lo que la convertía en jugadora capturada por la UAR, una circunstancia que nadie ha pretendido ocultar en ningún momento. Ese fue el motivo, y no otro, que llevó al CNDD a sostener que el reconocimiento de Otero como jugadora en formación se hizo "indebidamente". Sin embargo, al apreciar el carácter confuso de la norma, concluyó que no se había producido alineación indebida. Como consecuencia de ello, estimó parcialmente el recurso y anuló su condición de "elegible". Eso sí, solo a partir de la fecha de la resolución (01-03-2023). Ese detalle significaba que el tema sobre su alineación indebida no afectaba en modo alguno a los dos partidos que ya había disputado como jugadora en formación.

La patata caliente llegó al Comité Nacional de Apelación (CNA), que dejó bien claro que un jugador o jugadora que aspire a enfundarse la camiseta de Los Leones del XV o del seven tiene que tener un vínculo "genuino, estrecho y creíble" con España. De igual forma, sostuvo que la jugadora "no es elegible" si ha formado parte de un equipo representativo nacional tanto del XV como del seven. Pese a todo, el CNA no apreciaba en este asunto "mala fe" por parte del Eibar, ni de su delegado, ni de la propia jugadora. En su opinión, "se dejaron llevar [el Eibar] por la condición de hija y nieta de españoles con DNI, motivo por el que no repararon, como debían haberlo hecho, en su condición de capturada por la UAR". El propio organismo sancionador subrayó a continuación que ese error debió ser advertido por el club vasco, "y ello sin perjuicio de que la Federación tampoco acertara".

placeholder La batalla ha sido tanto dentro de la pista como fuera. (Alberto Segade)
La batalla ha sido tanto dentro de la pista como fuera. (Alberto Segade)

Habían cumplido los requisitos

La última palabra sobre esta cuestión la tenía el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) que este mismo viernes, en una resolución a la que tuvo acceso El Confidencial, estimó parcialmente el recurso del Eibar y declaró nula la sanción que le impuso el CNA que implicaba la pérdida del partido frente al Sant Cugat por 21-0 y la merma adicional de dos puntos en la clasificación de la Liga que le hubieran privado de disputar los playoffs por el título. Cabe recordar que el otro encuentro denunciado, que se saldó con una derrota de las vascas de 50-12 frente al Universitario Rugby Sevilla, no recibió castigo porque la reclamación por alineación indebida se presentó fuera de plazo.

El TAD alude en su resolución a que "sea cual sea el tenor de las normas" lo cierto es que si un equipo consulta "abiertamente" su interpretación y su aplicación, de tal forma que obtiene del órgano competente una determinada decisión, "obvio es deducir que a partir de ese momento actúa amparado por un principio de confianza legítima, que no puede volverse en su contra y, mucho menos, en sede disciplinaria". Por ello, muestra su "connivencia" con el criterio del CNDD, cuando advirtió de que en este caso concreto no cabía actuación dolosa, "ni siquiera mínimamente culposa por parte de los expedientados". Es más, tampoco observó que el club vasco actuara sin la debida diligencia en la tramitación de las condiciones de jugadora de formación Yamila Alejandra Otero. De ahí que rechazara sancionar al club.

Desde la FER se manifiestan de una forma tajante ante todo el ruido generado en torno a este asunto: "Ya no se pasa ni una", aseveran. Entienden que en el caso de Yamila Alejandra Otero "no ha habido la más mínima posibilidad de que afectara a su seleccionabilidad". Como primera medida, fuentes del organismo que presidente Juan Carlos Martín, explican que, antes de comenzar esta temporada, se remitieron sendas cartas a todos los clubes. En las misivas se recordaba a todos los presidentes su deber "inexcusable" de asegurarse de que sus jugadores inscritos para la competición nacional tuvieran cumplimentados todos los requisitos necesarios. A continuación, debían remitir un documento a la Federación firmado por ellos mismos manifestando que así lo habían hecho. Todos, sin excepción, lo rubricaron.

Las mismas fuentes precisan que hay que distinguir "de forma radical" entre los requisitos y trámites para jugar en las competiciones nacionales (ámbito en que los clubes son responsables ante la Federación), y los previstos para jugar con las selecciones (donde la FER es responsable ante World Rugby). Respecto a la seleccionabilidad, el esquema también es totalmente diferente. En el primer caso, la normativa la modificó la anterior Federación en su última junta directiva, eliminando, por ejemplo, la posibilidad de obtener nuevas F por residencia. Sin embargo, en el segundo supuesto, los requisitos siguen siendo los mismos "entre otras cosas porque el que los pone y los quita es World Rugby". Esto es: haber nacido en el país en cuestión, que algunos de tus padres o abuelos hayan nacido en España, residencia de 60 meses (antes 236) de estancia interrumpida el país desde el día debut sin haber salido en un año más de 60 días o 10 años de residencia y, por último, no haber sido capturado por la selección de otro país.

placeholder Lance del encuentro femenino de rugby. (Alberto Segade)
Lance del encuentro femenino de rugby. (Alberto Segade)

Se miran con rigor los expedientes

En el caso de Yamila Alejandra Otero, la Comisión de Elegibilidad no llegó a intervenir. La propia Federación explica que, si el seleccionador la hubiera querido convocar para alguno de los partidos que disputaron Las Leonas el pasado mes de febrero que les sirvieron para revalidar su título de campeonas de Europa, antes tendría que haber consultado con los servicios de la Federación y, en su caso, con la Comisión de Elegibilidad. Todos sabían que la jugadora había sido capturada y que era consciente de que la jugadora no llevaba 36 meses sin disputar un partido con su país, el periodo mínimo que estableció World Rugby para cambiar de selección por razones de nacimiento del propio jugador de sus padres o abuelos. Por tanto, la posibilidad de que la argentina hubiera jugado con España ha sido siempre "inexistente".

Ha habido más sustos que no han trascendido y que se han solucionado con premura. "Ni media broma para jugar en la Selección", advierten desde la Federación. La escrupulosidad con que se están mirando los expedientes actuales y antiguos da hasta un poco de miedo. Un jugador corrió el riesgo de no ser aceptado con España "de forma injusta", porque, en la fotocopia no compulsada y borrosa que figuraba en su expediente antiguo, no se leía bien el lugar de nacimiento de sus progenitores. De hecho, cuando los servicios de la FER, en el proceso de revisión de expedientes antiguos de jugadores convocados de nuevo, acudieron al registro civil de la localidad erróneamente identificada como lugar de nacimiento del abuelo del jugador, se encontraron con la sorpresa de que esa persona no existía. Todo quedó aclarado cuando se identificó el error y se acudió al registro civil adecuado. La cosa, afortunadamente, se pudo reconducir y ya tiene todos los papeles en regla.

placeholder Una situación prácticamente inédita en el rugby. (Alberto Segade)
Una situación prácticamente inédita en el rugby. (Alberto Segade)

En otra ocasión, la FER se vio obligada a consultar a World Rugby para obtener la autorización específica de un jugador que previamente había sido capturado por otra selección y que llevaba más de 36 meses sin disputar ningún partido con la misma. Que su madre fuera notaria en su país de origen facilitó mucho el trabajo de la FER y, en tan solo 15 días, todas las dudas quedaron resueltas. También hubo otro de una jugadora nacida en España con padres de dos países diferentes y que ya había sido capturada por el de uno de ellos antes de cumplir los 18 años. Esta circunstancia, sin embargo, no le impide jugar ahora con la Selección española.

Hay historias de todos los colores. Desde la amiga de la madre de un jugador que se cruzó el Atlántico, para traer en mano a España toda la documentación requerida por la FER, hasta las dificultades para encontrar los originales de jugadores que llevan años compitiendo en la Selección con base en expedientes que contenían fotocopias no compulsadas. También es celosa la Federación con los integrantes del seven porque, además de cumplir con los requisitos de World Rugby, al ser una modalidad olímpica, también tienen que acatar, cuando se trata de competiciones relevantes para acudir a los Juegos, los de Comité Olímpico Internacional (COI), que los obliga a estar en posesión del pasaporte español. Hubo un jugador que lo obtuvo solo dos días antes de coger un avión para competir con España.

Hace apenas un lustro, a la Federación Española de Rugby (FER) se le ocurrió establecer como una especie de himno para alentar a los jugadores del XV del León la famosa canción de Loquillo, Feo, fuerte y formal, que sonaba de forma atronadora y persistente a través de la megafonía en el Campo Central de la Ciudad Universitaria de Madrid. Quién se iba a imaginar que, años más tarde, tanta efe se le iba a atragantar a sus dirigentes hasta convertirse en una letra maldita.

Club de Rugby Liceo Francés
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