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Por qué el Rubiales de Marruecos puede dejar sin la final del Mundial al mismísimo Florentino
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Fouzi Lekjaa es miembro del consejo de fifa

Por qué el Rubiales de Marruecos puede dejar sin la final del Mundial al mismísimo Florentino

El presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF), acusado de corrupción, es un estrecho colaborador de Gianni Infantino, quien le debe el control de muchos votos en África

Foto: Fouzi Lekjaa, junto a Luis Rubiales, en Rabat. (EFE/Javier Otazu)
Fouzi Lekjaa, junto a Luis Rubiales, en Rabat. (EFE/Javier Otazu)

Su nombre es Fouzi Lekjaa (Berkane, 1970) y preside la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF) desde abril de 2014. En junio de 2022 fue reelegido sin oposición alguna e inició un tercer mandato que estrenó anunciando su voluntad de albergar la Copa Africana de Naciones de 2025, algo que la Confederación Africana de Fútbol (CAF) confirmó el mes pasado. Fue vicepresidente segundo de la propia CAF, donde preside el Comité de Finanzas, es miembro del consejo ejecutivo de la Unión Árabe de Asociaciones de Fútbol y, lo más importante de todo, desde 2021 forma parte del Consejo de la FIFA que preside su amigo Gianni Infantino, en el que, por cierto, también está el presidente portugués, Fernando Soares, pero no el español, vacante desde que Ángel María Villar fue vicepresidente primero.

En marzo de este año, los medios gubernamentales de Argelia acusaron a Lekjaa de "corrupción" y "manipulación", lo que dio lugar a una campaña en redes sociales en la que se exigió su salida de la CAF. El pasado mes de junio, Mohammed VI, con quien tiene una estrecha relación, le nombró presidente del comité de la candidatura de Marruecos al Mundial 2030. Sí, la misma en la que al principio no estaba y ahora parece liderar. De hecho, una vez que la FIFA se lo ha concedido junto a España y Portugal, con las migajas para Uruguay, Argentina y Paraguay, su rey también nombró a Lekjaa presidente del comité de la Copa Mundial 2030.

Foto: Pedro Sánchez, entre Infantino y Rubiales. (EFE/Ian Langsdon)

Como puede comprobarse, hablamos de una especie de Rubiales de Marruecos, pues su nombre siempre está rodeado de polémica, aunque evidentemente con mucha más influencia, tanto a nivel nacional como internacional, que el dimitido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Así, en su calidad de titular del Comité Financiero de la CAF, a Lekjaa se le ha señalado como el primer responsable de todas las irregularidades financieras ocurridas durante el mandado del expresidente Ahmad Ahmad, inhabilitado por la FIFA en noviembre de 2020.

Tal y como informamos en este diario en junio de 2019, en el pliego de cargos contra el dirigente malgache figuraban, entre otros presuntos delitos, el pago de sobornos por valor de 20.000 dólares a presidentes de federaciones africanas, así como aumentar en 830.000 el coste de una serie de equipamientos adquiridos por la CAF para pagar a Tactical Steel, una empresa de intermediación francesa, o despilfarrar más de 400.000 del organismo que presidía en adquirir coches en Egipto y Madagascar, su país, donde montó una oficina satélite.

placeholder Gianni Infantino habla con Ahmad Ahmad, expresidente de la CAF. (Reuters/Sumaya Hisham)
Gianni Infantino habla con Ahmad Ahmad, expresidente de la CAF. (Reuters/Sumaya Hisham)

Máximo responsable de las finanzas de la CAF

Como máximo responsable de las finanzas de la CAF, Lekjaa debía tener conocimiento detallado de las numerosas transgresiones cometidas por Ahmad Ahmad durante su mandato. El marroquí estaría familiarizado con todas las cuentas, operaciones de caja y transferencias, por lo que podría conocer todas las sumas y bonificaciones gastadas por los miembros del comité ejecutivo y los empleados de alta dirección. Dichas acusaciones se basan en el informe de 55 páginas elaborado, aunque nunca publicado, para la FIFA por PriceWaterhouseCoopers (PwC) durante el semestre que el máximo organismo del fútbol mundial tomó el control económico de la CAF tras la destitución del mencionado Ahmad. En las conclusiones de la prestigiosa auditora se incluyeron incidencias financieras muy graves detectadas en las cuentas.

En cuanto a otras acusaciones de manipulación, lo cierto es que con motivo de las últimas elecciones a la presidencia de la CAF el dirigente del fútbol marroquí organizó una reunión en Rabat con tres de los aspirantes, a saber, el mauritano Ahmed Ould Yahya, el marfileño Jacques Anouma y el senegalés Augustin Senghor, con el pretexto de acordar una sola candidatura en representación del África Occidental. Sin embargo, y para sorpresa de los presentes, en el cónclave hicieron acto de presencia Veron Mosengo-Omba y Mathias Grafstrom, dos de los pesos pesados del equipo de trabajo de Infantino, quienes intentaron persuadirles para que se retiraran y dejaran vía libre al sudafricano Patrice Motsepe, quien terminó siendo elegido. ¿Qué papel jugó Fouzi Lekjaa? Parece evidente.

placeholder Lekjaa, en Las Rozas, con sus homólogos Pedro Rocha y Fernando Gomes. (EFE/Eidan Rubio)
Lekjaa, en Las Rozas, con sus homólogos Pedro Rocha y Fernando Gomes. (EFE/Eidan Rubio)

El detalle de los nombres y las banderas

Así se entiende que ahora el presidente de la FRMF se haya permitido salir públicamente a decir que Marruecos ha presentado seis sedes y que desea que la final del Mundial 2030 se dispute en el futuro estadio de Casablanca. ¿Acaso se lo habrá prometido Infantino? Después del fracaso de la votación de 2018, donde la candidatura de Estados Unidos, México y Canadá se impuso claramente a la marroquí para llevarse el Mundial 2026, con la abstención de Rubiales, es evidente que el presidente de la FIFA impulsó la inclusión del país africano en la, no en vano, inicialmente llamada Candidatura Ibérica que formaban España y Portugal.

Aunque pueda parecer un detalle menor, en el anuncio oficial de dónde se disputará el Mundial 2030 llamó la atención el orden de los nombres y, sobre todo, de la colocación de las banderas de los seis países implicados. En el caso de "Morocco, Portugal and Spain", puede pensarse que la FIFA siguió el orden alfabético, aunque esto no sucedió con los sudamericanos Uruguay, Argentina y Paraguay, lo que lleva a pensar que tampoco es una casualidad que la bandera de Marruecos dominara la imagen, con la de España relegada a una esquina.

¿Será el castigo por el "perjuicio irreparable" que Rubiales provocó a la integridad y la reputación del fútbol, tal y como calificó la FIFA la actuación del expresidente de la RFEF? No es descartable. El caso Rubiales le ha venido que ni pintado a Infantino para acabar organizando el Mundial 2030 en tres continentes y seis países, aunque sin fijar dónde se jugará la final, de ahí que todo pueda pasar y no sean pocos los que empiecen a asumir que esta se dispute finalmente, valga la redundancia, en Casablanca. Sobre todo, dada la debilidad de España ante la FIFA por culpa de Rubiales, así como la del Gobierno de Sánchez ante Marruecos.

En este sentido, surge otra pregunta: ¿el Consejo Superior de Deportes y la RFEF que preside de manera interina e irregular Pedro Rocha saben algo que no han dicho? El secretario de Estado para el Deporte, el indiscreto Víctor Francos, se atrevió a hablar del gran trabajo realizado en materia diplomática, aunque, al ser preguntado sobre dónde cree que se jugará la final del Mundial 2030, resultó poco creíble al decir: "A mí me da igual si es en Madrid o en Barcelona, pero lo que vamos a trabajar es por intentar que la final sea en España".

Foto: Rubiales, en Rabat, con motivo de la Supercopa. (EFE/Javier Otazu)

Sabido es que, en los orígenes de la llamada Candidatura Ibérica, en la que Ucrania entró y salió por arte de birlibirloque, la idea de Rubiales era que no solo la final, sino también la inauguración se jugaran en el remozado Estadio Santiago Bernabéu, la gran obra de Florentino Pérez, a quien a buen seguro el comentario de su protegido Víctor Francos no haría ninguna gracia. El mero hecho de que desde Marruecos se hayan pronunciado con tanta celeridad sobre la posibilidad de albergar la final del Mundial 2030 y, de este modo, retar al mismísimo presidente del Real Madrid, demuestra la seguridad que Fouzi Lekjaa tiene en sus posibilidades. Normal, contando con el apoyo de su rey y del emperador del fútbol mundial.

Su nombre es Fouzi Lekjaa (Berkane, 1970) y preside la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF) desde abril de 2014. En junio de 2022 fue reelegido sin oposición alguna e inició un tercer mandato que estrenó anunciando su voluntad de albergar la Copa Africana de Naciones de 2025, algo que la Confederación Africana de Fútbol (CAF) confirmó el mes pasado. Fue vicepresidente segundo de la propia CAF, donde preside el Comité de Finanzas, es miembro del consejo ejecutivo de la Unión Árabe de Asociaciones de Fútbol y, lo más importante de todo, desde 2021 forma parte del Consejo de la FIFA que preside su amigo Gianni Infantino, en el que, por cierto, también está el presidente portugués, Fernando Soares, pero no el español, vacante desde que Ángel María Villar fue vicepresidente primero.

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