Sánchez sabe que no necesita a Rubiales para traer el Mundial 2030 y ya se plantea puentearle

Tal y como ha podido demostrar este diario con los mensajes que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el del Gobierno se intercambiaron, Luis Rubiales llegó a amenazar a Pedro Sánchez con dejar a España sin la organización del Mundial 2030, además de denunciar una resolución del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) contraria a sus intereses y pedir veladamente la destitución de la secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano. Lo cierto es que el mencionado Mundial de fútbol es una prioridad para Moncloa, donde llevan tiempo hartos de Rubiales. Una situación que ha empeorado tras las últimas revelaciones de El Confidencial, que han mostrado el abuso de confianza y al mismo tiempo su falta de respeto hacia el presidente del Gobierno y el ninguneo al exministro José Guirao.

La primera vez que la idea de traer el Mundial de 2030 a España salió a la luz fue el 12 de septiembre de 2018, tras la reunión que Pedro Sánchez mantuvo en Moncloa con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y Rubiales. Dos meses después, el presidente del Gobierno visitó a Mohamed VI y, con la intención de reforzar los lazos de cooperación, invitó al primer ministro del país vecino, Saadedine El Othmani, a unirse a la candidatura de España y Portugal. Como señaló el propio Sánchez en su cuenta de Twitter: "El fútbol como nexo entre Europa y África. Es la propuesta de España, junto con Portugal y Marruecos, de cara al Mundial 2030. Sería la primera vez que se presenta una candidatura que une a dos continentes. Trabajamos con ilusión para que esa idea pueda hacerse realidad".

TE PUEDE INTERESAR

Rubiales presionó a Sánchez con dejar a España sin Mundial: "Si no puede ser... Mucha suerte"

José María Olmo Alejandro Requeijo

La noticia causó sorpresa en Portugal, hasta el punto de que el Gobierno luso dijo desconocer “oficialmente” la propuesta, aunque dos días después el presidente español vio a su homólogo portugués y António Costa dijo que le parecía "una buenísima idea". Fuentes de la RFEF también aseguraron que no tenían conocimiento previo al anuncio hecho en Rabat, si bien, tal y como ha desvelado ahora este diario, Rubiales estaba al corriente y prueba de ello es que Sánchez le escribió unas horas después para reprocharle que la Federación le hubiera desautorizado al desmarcarse de la invitación a Marruecos.

Es decir, que, según el presidente del Gobierno, Rubi sabía desde al menos un mes antes su intención de trasladar a Mohamed VI la invitación para el Mundial, de ahí que el de Motril le pidiera disculpas "por el malentendido" y se ofreciera a hablar con los medios de comunicación para tratar de subsanar el desaire. “Quédate tranquilo, por favor (…) Desde aquel día no hemos vuelto a reunirnos y creo que sería bueno hacerlo aunque sea brevemente. Repito que siempre voy a estarte agradecido”, fue la respuesta de Rubiales para intentar congraciarse con Sánchez.

El tirón de orejas de la UEFA

Sin embargo, dos semanas más tarde, la UEFA reunió a su Consejo Ejecutivo y su presidente se despachó contra los planes de Moncloa. “Alguien debería decir de una vez a los políticos que no depende de ellos si serán anfitriones de las Eurocopas o de la Copa del Mundo o no”, declaró Aleksander Ceferin, quien recordó que esa era una competencia de las instancias deportivas y se pronunció contra una candidatura mixta de dos confederaciones como sería esta euroafricana. Es decir, que Rubiales, vicepresidente de la UEFA por el mero hecho de ser presidente de la RFEF, o no había informado a Ceferin o ya sabía que a su presidente no le gustaba la idea y por eso hizo el vacío a Sánchez cuando este la anunció desde Marruecos.

La siguiente reunión de la UEFA se celebró a comienzos de febrero de 2019. Tras meses sin novedades, la candidatura tripartita salió de nuevo a relucir con motivo del viaje de los Reyes de España a Marruecos, acompañados de una nutrida delegación del Gobierno, que incluía al ministro José Guirao. Fuentes oficiales dijeron que el dosier del Mundial 2030 estaba en la agenda y que el plan iba “adelante”, pero nada más se supo.

Tal vez por ello, cuando la UEFA volvió a rechazar la propuesta hispano-lusa-marroquí, en Moncloa corrieron un tupido velo. “Las federaciones española y portuguesa inician el análisis de una candidatura conjunta para el Mundial de 2030”, fue el comunicado que difundieron conjuntamente ambos organismos. La nota era tan lacónica como extraña, pues en un segundo párrafo se limitaban a añadir que “los gobiernos de ambos países están convenientemente informados sobre el proceso, ya que serán una parte fundamental para su desarrollo”. Ni rastro de Marruecos...

La candidatura hispano-lusa es la favorita

"No es a los gobiernos, sino a las federaciones a quienes toca construir este proyecto. España ha demostrado que es muy capaz a la hora de organizar grandes eventos deportivos", se limitaron a comentar desde el Consejo Superior de Deportes (CSD), mientras la Real Federación de Fútbol de Marruecos nunca llegó a pronunciarse sobre la posibilidad de albergar el Mundial 2030 junto a España y Portugal, pero posteriormente se han postulado con su propia candidatura, a la que se suma la hispano-lusa y la también conjunta de Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay. Con esta terna, es evidente que España, junto a Portugal, es la gran favorita para organizar el Mundial 2030, a pesar de Rubiales.

A Rubiales, al igual que al presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, le gusta puentear, no solo al secretario de Estado, sino incluso al ministro, de ahí que contactara directamente con el presidente del Gobierno para solicitarle una reunión en Moncloa, "te prometo que solo serán 15 minutos", con la excusa de cerrar los detalles de la presentación oficial de la candidatura con Portugal. Como es lógico, el presidente le remitió al entonces ministro Guirao, del que Rubi tiene grabaciones y ha quedado claro que quiso puentearle.

Sí, el presidente de la RFEF dejó por escrito algo que ya se sabía que era habitual, sobre todo con las dos anteriores secretarias de Estado para el Deporte, María José Rienda e Irene Lozano. Rubiales interpretó el mensaje de Sánchez como una humillación y le contestó deslizando una amenaza. “Gracias presidente, pero no es con Guirao con quien tengo que hablar. Si no puede ser, no te preocupes. Dejamos de lado el Mundial. Un abrazo y mucha suerte”, zanjó en un tono desafiante.

TE PUEDE INTERESAR

El ninguneo de Ceferin y el plantón de Infantino: el descrédito de Rubiales traspasa fronteras

Kike Marín

Así las cosas, ahora es Sánchez quien se está planteando puentear a Rubiales y dirigirse directamente a la FIFA, de quien depende directamente que el Mundial 2030 venga a España y Portugal, y para lo cual en Moncloa saben que a día de hoy el presidente de la RFEF más que una ayuda es un lastre. Como ya informamos hace unos días, no cuenta ni con el respaldo de Ceferin ni con el de Infantino. Del mismo modo que cuando le dijo a Sánchez "o lo arreglas (creo que eres el único) o no voy a poder seguir en la Federación", parece claro que Moncloa tiene la llave para que Rubiales deje de ser responsable del fútbol español, ya sea vía inhabilitación a través del TAD o con un simple mensaje en el que en lugar de contestarle con un escueto “déjame ver”, lo haga con un contundente "déjanos en paz".