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Misa Rodríguez y Alexia Putellas, las dos patatas calientes de Vilda para la final del Mundial
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Duras decisiones

Misa Rodríguez y Alexia Putellas, las dos patatas calientes de Vilda para la final del Mundial

En los vestuarios de un equipo de fútbol, se pasa por momentos buenos y malos durante un campeonato. En esta ocasión, algún gesto y sustitución han reflejado tiranteces propias

Foto: Alexia Putellas en el partido ante Suecia. (Reuters/Hannah Mckay)
Alexia Putellas en el partido ante Suecia. (Reuters/Hannah Mckay)
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Con alguna tirantez. No todo son risas y alegrías dentro de un vestuario que llega a la final de la Copa del Mundo. Durante el torneo, se viven situaciones difíciles o de tensión y decisiones que no complacen a todas, pero lo más importante es terminar remando juntas en la misma dirección porque "no ganan el Mundial las 11 que juegan, sino las 23", afirma un conocedor del grupo del Mundial de fútbol femenino que prefiere mantenerse en el anonimato. En ocasiones, la actitud o el semblante dice más que las propias palabras.

El gesto de Alexia Putellas después de abandonar el terreno de juego, no pasó desapercibido para nadie. Jorge Vilda ordenó la sustitución de la centrocampista en el minuto 57 de las semifinales para dar entrada a Salma Paralluelo, quien minutos más tarde consiguió el 1-0 para España. El partido de Alexia, al igual que el resto del Mundial, no fue de sobresaliente, sino más bien de suficiente, y el técnico decidió dar un aire nuevo al equipo. Un cambio que no sentó nada bien a la mejor jugadora del mundo, que se dirigió a ocupar su asiento en el banquillo visiblemente cabreada.

Foto: El seguimiento de la semifinal del mundial de fútbol femenino alcanzó casi dos millones de espectadores (EFE/Paco Paredes)

Putellas se negó a dar la mano a Carlos Sánchez, el preparador de las porteras, y se mostró pasiva al miembro del cuerpo técnico que le entregó la sudadera. Un gesto feo de la mayor referente del fútbol femenino español. Se puede estar frustrada y más o menos contenta con el rendimiento personal, pero nadie ajeno es responsable de esa situación.

Tras la grave lesión, Vilda confió en la jugadora porque "tiene mucha calidad", pero, por el momento, no está a su mejor nivel. La reacción tras el cambio no es nada acertada y da igual que seas la mejor jugadora del mundo o tengas más o menos títulos. Esto va más allá de lo deportivo.

El golpe a Misa

Una jugadora que ha vivido altibajos durante este Mundial ha sido Misa Rodríguez. España se estrenó en el Mundial con la canaria bajo los palos. Nada extraño, ya que la internacional se convirtió en habitual en el once de Jorge Vilda desde el pasado mes de octubre. Misa acudió al campeonato como la portera titular debido a la ausencia de Sandra Paños en la lista definitiva de la Selección. Llegaba, además, como la gran referente del Real Madrid en el conjunto titular. Ella misma confirmó en redes sociales que fue "el debut soñado". El equipo consiguió la primera victoria y no encajó ningún gol. La situación se repitió en la segunda jornada, pero ante Japón hubo un giro de tuercas. La canaria tuvo que recoger el balón desde el interior de las mallas de la portería hasta en cuatro ocasiones.

Ese partido fue un punto de inflexión, y Vilda realizó varias sustituciones. La canaria fue una de las futbolistas que se quedó en el banquillo en el duelo ante Suiza porque, "si el seleccionador decide hacer cambios, la portería es un puesto más", como apunta un analista del fútbol femenino a este medio. Por las imágenes posteriores al pitido final, parece que a Misa le costó aceptar su nuevo rol en el banquillo, aunque de cara a los siguientes duelos se la ha visto diferente. Totalmente comprometida con el resto de compañeras y entrenando al máximo, la futbolista no dejó pasar la ocasión tras la clasificación para la final y mostró sus sentimientos.

Nunca se sabe lo que puede pasar y la oportunidad de saltar al terreno de juego puede volver en cualquier momento. "Mira a Iker en la final de la Champions de 2002". Casillas era el suplente de César en el Real Madrid, pero, a 15 minutos del final y ganando 2-1 al Bayer Leverkusen, el extremeño se lesionó. En ese momento, Casillas entró al campo y realizó varias intervenciones prodigiosas que bien valieron una orejona al conjunto blanco. ¿Quién dice que en la final del Mundial Misa no tenga que suplir, por cualquier razón, a Cata Coll y se convierta en una pieza clave del partido? Ahí, "tiene que estar mentalmente fuerte y con confianza" y, si no juega, "tiene que disfrutar del momento igual", apuntan conocedores de su situación.

Las 23 jugadoras han aportado su granito de arena para ocupar una plaza en la final de Sídney y no importa si lo han hecho desde el banquillo o desde dentro del campo. Lo valioso es que estén dispuestas a darlo todo cuando el equipo las necesite, porque "es un éxito que van a recordar toda la vida".

Con alguna tirantez. No todo son risas y alegrías dentro de un vestuario que llega a la final de la Copa del Mundo. Durante el torneo, se viven situaciones difíciles o de tensión y decisiones que no complacen a todas, pero lo más importante es terminar remando juntas en la misma dirección porque "no ganan el Mundial las 11 que juegan, sino las 23", afirma un conocedor del grupo del Mundial de fútbol femenino que prefiere mantenerse en el anonimato. En ocasiones, la actitud o el semblante dice más que las propias palabras.

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