Cuando Leo Messi se volvió 'canchero' para hacer volar a Argentina en busca de su Mundial

Leo Messi tiene una cita con la historia. Este martes, Argentina y Croacia lucharán a brazo partido en busca de la final del Mundial, un torneo con el que el capitán de la albiceleste tiene una deuda pendiente. Hace 17 años, el 10 debutaba con la selección, pero el tiempo sigue avanzando irremediablemente y el delantero sigue sin conseguir el único gran título que le falta: la Copa del Mundo. Ahora, está a dos partidos de conseguirlo. ¿Será esta vez?

Durante varias décadas, Messi ha demostrado ser uno de los grandes jugadores de la historia del fútbol. Tras entrar en la leyenda con el Barcelona y confirmarse como uno de los dominadores del balompié mundial, su gran espina siempre estuvo con la selección. Incluso fue criticado duramente durante años por no ser capaz de ser el líder que se esperaba ni de tirar del carro cuando el equipo lo necesitaba. Pero esa situación ha cambiado en Qatar.

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Rubén Rodríguez

Este es el quinto Mundial que juega Messi con Argentina... pero llega liberado. Después de muchos años recibiendo críticas, sin ser el jugador que todo un país esperaba y dejando más dudas que certezas, el triunfo en la Copa América de 2021 le permitió levantar su primer título con la albiceleste y tener la redención que necesitaba, tras perder la final del torneo en 2015 y 2016, además de la final del Mundial de 2014. Pero ahora, Argentina tiene un Messi diferente.

Es un jugador más maduro, con más liderazgo e, incluso, más canchero. Este Messi sigue teniendo la calidad, el fútbol y la capacidad para cambiar un partido gracias a su calidad, pero, además, es mucho más completo en el otro fútbol. Después de muchos años pidiéndolo, por fin Argentina ha descubierto al otro Messi, ese que parecía estar escondido en un segundo plano con la albiceleste: tira del equipo, anima, pelea y, si hace falta, planta cara al que se ponga por delante.

Es precisamente lo que sucedió contra Países Bajos, donde se le pudo ver en su versión más desconocida sobre un terreno de juego. Enfrentamientos con Louis van Gaal y Edgar Davids, protestas constantes a Mateu Lahoz o, incluso, el ya conocido "eres bobo" a Wout Weghorst ya son parte de la historia de los mundiales y, aunque pueda sonar extraño, son una razón para creer para el aficionado argentino, que ha encontrado en Messi un líder deportivo y espiritual.

Pero la misión para Argentina no es fácil pues, para seguir soñando con poder ganar el título, primero deberá derrotar a la siempre complicada Croacia, un equipo aguerrido, muy compacto y liderado por un Luka Modric en pleno estado de gracia. Messi sigue teniendo una cuenta pendiente con los mundiales y es consciente de que esta es su última oportunidad para levantar el único título que le falta. Es su última bala y eso hace que se transforme.

Salvando las distancias, en este Mundial se ha visto, por primera vez con Argentina, al Messi más maradoniano. O, dicho de otra manera, no solo suma fútbol a su equipo, sino que se ha convertido en el alma mater del grupo y, cuando hace falta, saca la versión más hosca y canchera que nunca se le haya visto. Aquel "hijos de puta" de Maradona a la grada de la final de Italia 90 es el "¿qué mirás, bobo?" ante Países Bajos. Es luchar con todo por su país.

Ahora, quedan 90 minutos por delante para saber cuál de las dos selecciones será la primera finalista de Qatar 2022. Messi sabe que tiene una cita con la historia, pero enfrente tendrá a una Croacia liderada por Luka Modric que no dará su brazo a torcer con tanta facilidad. Es la última bala para el jugador del PSG, que no quiere retirarse sin tener un Mundial en su vitrina. Será un partido vibrante, emocionante y muy duro. ¿Qué versión de Messi se verá?