Miranda vuelve a desquiciar a un Cholo que sacrifica un día más a su ‘querido’ Torres
El defensa central no está bien. Tiene la cabeza en otra parte, en su salida en falso el pasado verano y en la segura el próximo. Y mientras, Fernando Torres no pudo terminar ni la primera mitad
El partido del Atlético de Madrid en Cornellà no fue tan bueno como aseguró el Cholo en rueda de prensa. “En el segundo tiempo, hicimos un partido muy bien jugado”, dijo. Si hubiera hecho un buen partido, habría ganado y no por el simple hecho de que si se juega bien se gane, en el fútbol no hay semejantes absolutos. No jugó bien porque no hizo prácticamente nada de lo que solía hacer cuando todo el planeta fútbol estaba de acuerdo en alabar al Atlético. Y una de las imágenes del empate contra el Espanyol que muestra la negatividad del momento rojiblanco es la expulsión de João Miranda. Esa instantánea es sólo el reflejo, la extensión palpable en el campo de que el brasileño tiene la cabeza fuera del Atlético desde hace muchos meses.
No es ningún secreto que Miranda quería salir del Atleti el pasado verano. Lo contó este periódico, sin ir más lejos. El jugador tenía claro que la final de la Champions League contra el Real Madrid era su último partido como colchonero, que había llegado el momento de dar el paso de jugar en otro club, con otras aspiraciones… y un mejor salario, claro está. Después de perder la final, Miranda no tenía ni siquiera pensado volver al Cerro del Espino a entrenar cuando empezase la temporada y se despidió de sus compañeros. Pero de repente, llegó el día en el que se tenía que reincorporar y no había ofertas por él. Mentira, haberlas las había, pero ninguna que contemplase la directiva, que se mostró inamovible con la cláusula de rescisión. El Barça fichó a Mathieu y Vermaelen, el United a Marcos Rojo, el Bayern a Benatia… y Miranda siguió en el Atleti.
Y esa situación nada agradable para el jugador le ha pasado factura. No está cómodo en el Atleti, tiene la cabeza en otra parte: en el próximo verano y en su salida del Calderón. Su rendimiento, con tanta distracción, se ha visto tremendamente afectado. Miranda es otro. Ha dejado de ser la perfecta pareja para Diego Godín. Ya no una de las más fiables del mundo, sino una muy buena. El uruguayo poco tiene que ver en esa variación. Él ha seguido firme pese a que también tuvo ofertas, pero prefirió seguir en el Atleti.
Miranda se encuentra ahora con dos problemas. El primero, su mal momento. No es tan contundente al corte, él era el rápido en la pareja y ahora es Godín el que también tiene que ejercer esa función. Tan goleadores que eran ambos y hace dos meses que no marcan un gol. Lo hizo Godín, por supuesto. Miranda no marca desde el 24 de septiembre, en Almería. El segundo problema, la gran presión que está ejerciendo sobre él José María Giménez. El uruguayo está en el momento contrario a Miranda. Siempre eficaz, elegante y mucho más que correcto. Internamente, ya hay debate y por ahora ganan los que prefieren a Giménez que a Miranda. Y eso es mucho decir.
El Cholo no es tonto, precisamente. Sabe que Miranda no está bien, pero su respeto por las jerarquías dentro del vestuario le obliga a darle la titularidad siempre que esté disponible. Pero esta expulsión, con un codazo tan innecesario como fuerte, podría hacerle cambiar y no sólo por la obligación que impone la sanción. El martes llega el Leverkusen. Miranda será titular porque su compañero Godín está sancionado. Pero cuando cumpla su sanción ya se verá…
La carita de Torres en el banquillo…
La roja a Miranda tuvo unos daños colaterales mucho mayores que el simple hecho de jugar con uno menos. Fernando Torres se marchó al banquillo en el descuento del primer tiempo y diez segundos después ya se estaba dirigiendo al vestuario porque habían acabado los primeros 45 minutos. Su rostro mientras se retiraba era de incredulidad. Le resultaba inconcebible que fuera él, otra vez él, el sacrificado para que entrara Giménez en la zaga. En el banquillo, su rostro no mostraba otra cosa que desagrado. Otra vez no acababa un partido con el Atlético. Y van unos cuantos. Se hace extraño teniendo en cuenta lo muchísimo que insistió el Cholo en su fichaje...
De hecho, Torres sólo ha jugado entero un partido desde que volvió y fue el día de la eliminación copera contra el Barça, en el que marcó también su último gol, tanto por tanto inútil por caer en la Copa. Si incluimos la primera fase de la temporada, es decir, su triste época en el Milan, Torres sólo ha jugado dos veces los noventa minutos y ha marcado cuatro goles. Son unos números muy pobres para el delantero que es. Pero tampoco los podrá mejorar si no tiene continuidad en su juego. Por ahora, Torres no se está tomando a la tremenda sus suplencias, sus sustituciones… pero no ha venido al Atlético para esto. Ha venido para jugar y para ganar. Por ahora ya se ha despedido de una competición, la Copa, y virtualmente de otra, la Liga. Sólo le queda el Bayer y la Champions.
El partido del Atlético de Madrid en Cornellà no fue tan bueno como aseguró el Cholo en rueda de prensa. “En el segundo tiempo, hicimos un partido muy bien jugado”, dijo. Si hubiera hecho un buen partido, habría ganado y no por el simple hecho de que si se juega bien se gane, en el fútbol no hay semejantes absolutos. No jugó bien porque no hizo prácticamente nada de lo que solía hacer cuando todo el planeta fútbol estaba de acuerdo en alabar al Atlético. Y una de las imágenes del empate contra el Espanyol que muestra la negatividad del momento rojiblanco es la expulsión de João Miranda. Esa instantánea es sólo el reflejo, la extensión palpable en el campo de que el brasileño tiene la cabeza fuera del Atlético desde hace muchos meses.