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Yann Gueho, el prodigio que iba a ganar el Balón de Oro... y terminó en la cárcel con solo 18 años
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Yann Gueho, el prodigio que iba a ganar el Balón de Oro... y terminó en la cárcel con solo 18 años

Todos los que entrenaron con el joven futbolista francés aseguran que es el mayor talento que hayan visto nunca, pero un problema no detectado a tiempo acabó con su carrera

Foto: Yann Gueho, el joven que se torció por el camino. (The Athletic)
Yann Gueho, el joven que se torció por el camino. (The Athletic)

Ser futbolista profesional solo está al alcance de los privilegiados. A largo de la historia de este deporte, miles de talentosos jóvenes se han quedado por el camino de la élite por no ser capaces de entender que, solo con la calidad, no se llega lejos. Por el contrario, hay numerosos ejemplos de jugadores con menor técnica, pero con una capacidad de sacrificio y de superación que les ha permitido vivir del balón. Pero hay un caso aún incomprensible e, incluso, doloroso.

Yann Gueho no solo estaba llamado ser uno de los mejores futbolistas del mundo, sino que todos los entrenadores que le tuvieron le calificaban como potencial ganador del Balón de Oro. Jugador eminentemente de ataque, destacaba por su enorme habilidad con el balón y, sobre todo, por inusual atrevimiento. Tanto que, en ocasiones, rozaba el más absoluto descaro que solo tienen aquellos genios que son capaces de hacer magia de forma inesperada con un balón.

Gueho nació en París y fue el tercero de seis hermanos. Fue uno de esos niños de finales del siglo XX que todavía se criaban jugando al fútbol en las calles. Y, precisamente ahí, se le empezaron a ver detalles que hacían presagiar el enorme talento que atesoraba. No solo era un gran regateador y goleador, sino que destacaba, especialmente, por su capacidad para jugar contra niños mucho más mayores que él y seguir siendo eminentemente superior a ellos.

Ese éxito en las calles le llevó a fichar por el París FC y, después, con 14 años, a incorporarse a Clairefontaine, ni más ni menos que la academia de la Federación Francesa, donde solo acceden los mayores talentos deportivos. Sin embargo, y sin ningún tipo de explicación, antes de cumplir el año era expulsado. Después, Gueho firmó por el Lille, donde solo duró otros cuatro meses. ¿Qué estaba pasando? Estaba claro que no se trataba de una simple cuestión futbolística.

Foto: Pete Maravich, un jugador diferente en la NBA. (Cordon Press)

Tras desaprovechar ambas oportunidades, regresó a las categorías inferiores del París FC, donde solo estuvo varias semanas. ¿El motivo? El Chelsea, con solo 15 años, había decidido ficharlo. Era la tabla de salvación de toda su familia, pues el conjunto inglés puso una casa para todos ellos y pagó la escuela de sus hermanos. En lo deportivo, sus primeros meses fueron brillantes... pero solo eso. Era problemático en el campo y, sobre todo, fuera de los terrenos de juego.

Un privilegiado con un problema no detectado

A pesar de su corta edad, era increíble verle entrenar con el primer equipo del Chelsea, donde su principal afición era tirarle caños a los veteranos como Ricardo Carvalho o Michael Ballack. Pero no solo intentaba hacerles pasar el balón entre las piernas, sino que, una vez conseguido, se detenía en seco, les retaba a que volvieran a intentarle robar el balón y les volvía a regatear. Un carácter indomable revestido de genialidad... y mucha chulería.

"Regateaba a un oponente. Entonces, le esperaba, y volvía a regatearle de una manera diferente. Era tan arrogante que era un genio. Era como si congelara a los rivales para hacer con ellos lo que quisiera. Pasaba alrededor de ellos, por encima o por el medio. Era como ver a alguien experto hacer trucos de enorme dificultad con un skate. Nunca he visto nada igual", explicaba su exentrenador en el Chelsea, Adi Viveash, en una entrevista con The Athletic.

Pero tal y como explicaron varios exentrenadores y excompañeros suyos en dicho medio, Gueho tenía un carácter imposible: se quejaba por todo, protestaba continuamente y tenía problemas con todo el mundo, por más que con el balón fuera un absoluto genio. De hecho, poco más de un año después de fichar por el equipo blue, era despedido después de una pelea con un compañero. Pasó por el Fulham y el Nantes, pero su destino estaba marcado.

Con 18 años, Gueho fue sentenciado a cárcel por varios atracos a mano armada en tiendas, robos en casas y varias peleas con la policía que le valieron, en penas diferentes, tres años de cárcel. Tras salir de prisión, firmó de nuevo por el París FC, pero era evidente que algo le pasaba. Solo un año después, tras someterse a diversas pruebas, era diagnosticado de trastorno bipolar: tenía que dejar el fútbol para ingresar en un hospital psiquiátrico.

"Normalmente, solemos pensar en qué chicos pueden llegar a profesionales, pero con él nos preguntábamos a qué edad ganaría el Balón de Oro. Todas las personas que jugaron con Yann piensan que podría haberlo ganado si hubiera ido en serio. Este chico... es la pérdida más grande que he visto en el fútbol", asegura Khallil Lambin, amigo suyo y excompañero en el Nantes. Un jugador que lo tenía todo para triunfar, pero se torció por el camino.

Con 25 años, consciente de que su tren se había escapado, decidió alejarse por completo del fútbol, perdiéndose uno de los mayores talentos de todos los tiempos. Ese futbolista al que comparaban con Messi no supo encontrar su camino y, ahora, ha quedado en el imaginario de todos aquellos que entrenaron con él como uno de los mayores talentos desaprovechados de la historia del balón. Solo con la calidad, no basta: Yann Gheho es el claro ejemplo.

Ser futbolista profesional solo está al alcance de los privilegiados. A largo de la historia de este deporte, miles de talentosos jóvenes se han quedado por el camino de la élite por no ser capaces de entender que, solo con la calidad, no se llega lejos. Por el contrario, hay numerosos ejemplos de jugadores con menor técnica, pero con una capacidad de sacrificio y de superación que les ha permitido vivir del balón. Pero hay un caso aún incomprensible e, incluso, doloroso.

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