El Barça sobrevive a un ciclón llamado Manchester United en el Camp Nou (2-2)

Con el escándalo de los pagos al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros españoles, José María Enríquez Negreira, de fondo, el Barça se estrelló de nuevo contra sus fantasmas europeos en la visita del Manchester United al Camp Nou. Ni la imparable dinámica en LaLiga, donde solo ha encajado siete goles en 21 partidos, por los 14 goles en contra en Europa esta temporada, ni el acceso a las semifinales de Copa, sirvió para que el equipo de Xavi Hernández dominara un encuentro marcado por el continuo ida y vuelta. El gol inicial de Marcos Alonso en el minuto 53 tras un córner adelantó a los azulgranas, pero Marcus Rashford al contragolpe y Jules Koundé en propia puerta hicieron que el club inglés remontara el encuentro en apenas nueve minutos. Por suerte para el Barça, que estuvo muy impreciso con la pelota y frágil en defensa, Raphinha empató en el 77 para evitar la derrota y dejar el billete a octavos de final de la Europa League para el encuentro en Old Trafford. La reacción llegó a tiempo en un partido que pudo ganar cualquiera de los dos.

El Barça salió a un Camp Nou a rebosar en medio de una gran ovación. Poco importó el nubarrón arbitral que rodea al club y perseguirá la mejor era de su historia. Las novedades de Jordi Alba y Marcos Alonso por Alejandro Balde y Andreas Christensen dejaron al público sorprendido, especialmente por el notable nivel de ambos suplentes. Con esas cartas de entradas en una previa manchada por los pagos irregulares del club azulgrana desde el 2001 al exvicepresidente, el club culé salió adormecido al campo. Los ingleses, con una bala en la banda como Jadon Sancho, Marcus Rashford y Bruno Fernandes revoloteando en ataque, gozarían las ocasiones más claras sin dar con la tecla del gol en la primera parte.

El Manchester United era un equipo mandón, a la altura de lo que refleja su clasificación en la Premier League como tercero tras Manchester City y Arsenal. El conjunto de Erik ten Hag empezó mordiendo arriba, robando rápido y haciendo correr mal y hacia campo propio al Barça. Solo Ronald Araújo emergió como capitán general en defensa para sostener al equipo a través de acciones de primer nivel con y sin la pelota. Dos centros se pasearon por el área de Marc-André ter Stegen sin que nadie los cazara para decepción de Sancho. La espalda de Jordi Alba era una autopista también en la derecha y Marcos Alonso sufría ante el gigantón Weghorst. El equipo de Xavi acumulaba decenas de pérdidas y contragolpes.

Pedri, una lesión muy inoportuna

Tuvo que salir Lewandowski al paso en ataque para despertar al Barça en ataque. Con Casemiro silbado y achicando agua en la defensa inglesa, Marcos Alonso tuvo una falta en la frontal del área provocada por Gavi que lanzó por encima del larguero. Llegó el ecuador del primer tiempo y las mejores ocasiones del Manchester United. Un mano a mano muy claro de Weghorst que ter Stegen envió a córner y un remate de Sancho que tocó en el cuerpo de De Jong. También tuvo un cabezazo de Casemiro y un latigazo de Rashford. El Barça estaba superado y ter Stegen mantenía a flote al equipo. Antes del descanso de un partido de ida y vuelta, Pedri caería lesionado para que entrase Sergi Roberto en su lugar.

El segundo tiempo empezó con un Barça más agresivo y dominante. Dos acciones relampagueantes de Raphinha, una con un centro preciso y otra con un zurriagazo que pasó lamiendo el palo, así lo acreditaban. El Manchester United borraría de la mente azulgrana la intención de dominar el encuentro con otro acercamiento de Sancho. Sin embargo, sería Marcos Alonso tras un saque de esquina quien se impondría a Fred y a De Gea para marcar el primer tanto del encuentro. Poco le dudaría la alegría en el Camp Nou, porque solo tres minutos después, en el 53 del segundo tiempo, Marcus Rashford aprovecharía la descoordinación de la defensa del Barça al replegarse para batir a ter Stegen por el primer palo.

El 1-1 se ajustaba a lo visto sobre el terreno de juego en una segunda mitad que rápidamente recogió el testigo de la primera. El Barça era incapaz de rebajar las pulsaciones del encuentro y el Manchester United se encontraba cómodo pudiendo correr al espacio. La moneda podía caer para cualquiera de los dos lados y esta vez le tocó la fortuna al Manchester United en una jugada de estrategia de saque de esquina que acabó con Raphinha desparramado y Koundé empujando el balón en propia puerta. En tan solo nueve minutos y a pesar de la buena dinámica en LaLiga y en Copa, el Barça volvía a ser ese equipo triste, perdido y machacado en Europa.

Pudo ser peor si el árbitro pita un posible penalti de Koundé sobre Rashford, que cayó dentro del área. El colegiado italiano no vio nada punible. Xavi Hernández se vio obligado a reaccionar en un triple cambio: dentro Ansu Fati, Balde y Christensen por Marcos Alonso, Alba y Kessié. Gavi vio la amarilla, por lo que no podrá jugar en Old Trafford. Es muy probable que no lleguen ni Sergio Busquets ni tampoco Pedri, ambos lesionados. El Barça apretaba con más corazón que cabeza y en una de esas llegadas, Raphinha coló un centro entre las piernas de Lewandowski y Varane que se coló en la portería de De Gea. La reacción llegó. El Barça empató cuando peor lo estaba pasando en el minuto 77.

El Manchester United tenía la victoria en la palma de la mano porque el Barça era una máquina de cometer errores defensivos. Otro grave error de Koundé propició una llegada clara de Sancho y una defensa descoordinada del fuera de juego acabó con Rashford enviando la pelota al lateral de la red. En los últimos minutos, Ferran Torres entró por un Raphinha que se mostró visiblemente enfadado por el cambio. El Barça pediría una mano clara que el árbitro no vio, como el penalti de Koundé. Los azulgranas tendrían oportunidades para marcar el 3-2, entre ellas varias llegadas de Ansu Fati y un disparo al palo, pero la falta de contundencia y De Gea se cruzarían en su camino. Al final, el acceso a octavos de la Europa League se decidirá en Old Trafford.