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De sustituir a Beckham a la tercera división griega: el pódcast de los futbolistas olvidados
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De sustituir a Beckham a la tercera división griega: el pódcast de los futbolistas olvidados

Los futbolistas Mario Sanjurjo y Miki Muñoz han creado 'Offsiders', el programa de moda que repasa las vidas de las estrellas que no llegaron al fútbol televisado

Foto: Los creadores del podcast 'Offsiders', Mario Sanjurjo (i) y Miki Muñoz, posan para El Confidencial. (G. G. C.)
Los creadores del podcast 'Offsiders', Mario Sanjurjo (i) y Miki Muñoz, posan para El Confidencial. (G. G. C.)

Sucedió una fría noche de otoño de 2005. El Madrid perdía 2-0 en Riazor cuando su técnico, el olvidadísimo Wanderlei Luxemburgo, señaló a Beckham como culpable del desaguisado. El brasileño explicaría después, en rueda de prensa, que Becks estaba jugando en el centro del campo y que el equipo necesitaba un revulsivo por la banda. El estímulo fue el hispanoguineano José Ángel Balboa, un extremo de 20 años que pasaba por ser la perla de una cantera que contaba con nombres como Borja Valero, Luis Filipe o Roberto Soldado.

Aunque no pudo evitar la derrota del Real Madrid, Balboa dejó buenas sensaciones en los 40 minutos que estuvo sobre el césped. Tanto es así que, un mes después, ya con López Caro en el banquillo, fue titular en Champions League ante el Olympiakos de Rivaldo y Yaya Touré. Volvieron a perder, pero la directiva confiaba tanto en Balboa que le firmó un contrato de cinco años.

Pocos podían imaginar que para el término de ese contrato, Balboa estaría jugando de suplente en el Cartagena; mucho menos que sus últimos goles los metería con la camiseta del Trikala FC, en la tercera división de Grecia, en un estadio delimitado por vallas de obra.

En la prensa, a este formato de historia se lo conoce como rise & fall y es uno de los favoritos de los lectores. Sin embargo, al ampliar un poco el campo de visión, descubrimos que el caso de Balboa no es el de un juguete roto, sino el de un futbolista extraordinariamente exitoso que no pudo mantenerse en la elite. Según los datos, de cada 3.000 niños que se federan para jugar al fútbol, tan solo uno llegará a Primera División. Si hablamos de debutar con uno de los grandes, como el Madrid o el Barcelona, la ratio se nos va a uno entre 14.000.

La mayor parte de los aficionados perdieron de vista a Balboa cuando se fue del Madrid. Unos pocos le siguieron las siguientes temporadas, cuando jugó en el Racing de Santander y el Benfica, para después olvidarle hasta su risorgimento como comentarista en El Chiringuito. Su historia se perdió entre las más de 600.000 federados que campan por nuestro fútbol y que no llegan al gran público.

Para tapar el hueco, los futbolistas Mario Sanjurjo y Miki Muñoz han creado el pódcast Offsiders, la sensación futbolera del año que ya acumula entrevistas con más de 100.000 visualizaciones. Charlamos con ellos en torno al éxito de un proyecto que no ha dejado de crecer en su primer año de vida.

PREGUNTA. ¿Cómo surge la idea de Offisders?

Mario Sanjurjo (MS). Pues de una nota de voz que le envié a Miki el año pasado. Yo escucho muchos pódcast, muchos de ellos de fútbol, y vi que no había nada parecido. Nadie estaba contando las historias que nosotros vivíamos cada día. Por nuestras características, vimos que podíamos sacar un contenido al que otros, a lo mejor, no podían acceder tan fácilmente.

"Según los datos, de cada 3.000 niños que se federan para jugar al fútbol, tan solo uno llegará a Primera División"

P. ¿Por "nuestras características" te refieres a que ambos sois futbolistas?

Miki Muñoz (MM). Eso es. Nos conocemos desde los 8 años (ahora tienen 26), de cuando jugábamos en Las Rozas. Yo sigo jugando en el Sanse, en 2ºB.

MS. Yo me retiré hace un par de años y ahora hago software para bancos. Pero mantenemos los contactos y conocemos el mundillo del fútbol modesto.

P. Este es un punto importante, porque los jugadores se abren con vosotros como no lo harían con un periodista. De hecho, a menudo intervenís muy poco en más de una hora de entrevista.

MS. Sí, definitivamente. Aunque muchos han llegado a un nivel más alto que el nuestro, sus historias no son tan diferentes. Sabemos qué sienten, cómo gestionan momentos como ser suplente o jugar muy poco.

MM. Hablamos el mismo idioma. Sabemos lo que cuesta llegar, lo difícil que es mantenerse... y luego que lo que sucede en un vestuario de Primera División es lo mismo que sucede en uno de Tercera, solo que con más dinero (ríe). La gente cree que en un vestuario como el del Madrid se tratan temas que le son lejanísimos y eso no es verdad. Somos chavales muy normales que hablamos de lo mismo que el resto.

MS. Muchas veces la prensa peca de colocar al futbolista en un pedestal. A nosotros nos da igual uno de Tercera que uno de Primera, lo tratamos como un compañero y esa es la clave para que se sientan cómodos.

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P. Vamos, que no es solo la idea, sino quién y cómo se ejecuta.

MS. Claro. Por ejemplo, mucha gente nos dice que quieren hacer lo mismo con el pádel, pero el pádel no tiene tanto tirón como el fútbol. Y, sobre todo, hay muchos menos jugadores de pádel para llevar al pódcast. También es importante que los conozcas, porque no todo el mundo está dispuesto a hacer una entrevista tan larga y en vídeo.

MM. Además, otros deportes no son tan dinámicos. Piensa que nuestros invitados nos cuentan su carrera temporada a temporada. Este año se lesionó, este le echaron, este fue el máximo goleador del equipo, al otro le hicieron una oferta de tal club... el resto de deportes son menos divertidos, te pasan menos cosas. Te pasan desde que eres un niño.

placeholder Mario Sanjurjo (d) y Miki Muñoz. (G. G. C.)
Mario Sanjurjo (d) y Miki Muñoz. (G. G. C.)

P. El público cree que el fútbol son coches caros y chalés, pero hay mucho sufrimiento antes. A nivel de ego, el fútbol consiste en lecciones de humildad: de ser el mejor de tu barrio o tu colegio pasas a un equipo en el que no brillas tanto, a veces incluso en otra ciudad. Me parece una tortura para un niño de 14 años.

MM. Puede serlo. Un caso muy habitual que nos solemos encontrar son niños que destacan a una edad en la que todavía no está formada su personalidad. Tienen un carácter que, digamos, no está maduro y eso los lleva a equivocarse más de la cuenta. De todas formas, hemos escuchado cientos de historias así y no dejan de sorprendernos, porque siempre hay algún matiz que te deja flipando.

MS. También depende de la cantera en la que se críen. Por ejemplo, si vas a la cantera del Madrid o del Atleti, tienes muchas más posibilidades de ser profesional.

"Un caso muy habitual que nos solemos encontrar son niños que destacan a una edad en la que todavía no está formada su personalidad"

P. ¿Por la calidad de los niños, por la formación, por el prestigio...?

MS. Es multifactorial. Mira, yo soy cantera del Alcorcón; Miki es del Real Madrid. Ambos sabemos cómo han sido nuestras metodologías de trabajo y, desde mi punto de vista, la suya ha sido mucho mejor. Pero aparte es que a la cantera del Madrid solo van los mejores, por lo que compites a diario con gente de un nivel altísimo, lo que te hace mejor jugador. Nosotros, por ejemplo, no teníamos tecnificación.

MM. Lo está explicando bien Mario. Jugadores buenos hay en todos los lados, pero los medios no son iguales. A los diez años influyen mucho los métodos en tu desarrollo. He estado en el Madrid seis años y te puedo decir que sí, que ayuda, pero que al final hay que conseguirlo todo como cualquiera.

P. ¿No crees que el escudo del Madrid abre puertas?

MM. Depende. A mí no me ha abierto ninguna puerta. Puede servirte para que te hagan una prueba, pero si a la semana no das el nivel, vas fuera igual que cualquiera.

MS. Ni siquiera ir a la Selección te asegura que llegues a ser futbolista profesional. Tienes que dar el nivel en el momento.

P. Esto es algo que repetís a menudo en el pódcast: esfuérzate siempre, porque nunca sabes cuándo va a ir alguien a verte.

MS. Es que ya ni siquiera necesita ir un ojeador. Puede grabarte cualquier espectador con su móvil, mandárselo a un amigo y que ese vídeo acabe en un secretario técnico. Hay que apretar cada día. A Iván Pérez, hermano de Alfonso, le fichó el Girondins por un buen partido, pero... ¿cuántas veces habrán ido a verte y no te habrán fichado por no esforzarte? Es algo que me hubiera gustado que me contaran.

P. ¿Esa es la idea, llegar a los futbolistas?

MM. Sí, desde el primer momento nuestro objetivo ha sido atacar a los futbolistas. De futbolistas para futbolistas. No pensamos en el espectador que quiera entretenerse con nuestras entrevistas, aunque es obvio, por el número de visualizaciones, que nos están viendo muchos no futbolistas. Por supuesto que nos encanta que le guste a otra gente, pero esa no es nuestra idea.

MS. Si atacásemos al aficionado medio, no nos diferenciaríamos de los demás. Habría muchas aclaraciones y preguntas más generales. Nos gusta mucho que nos están escribiendo padres de niños que llevaban mal que sus hijos no jugasen en el equipo y que nos dicen que, escuchándonos, ahora entienden mejor lo que pasa por la cabeza no solo del entrenador, sino también del niño.

"Lo que no queremos es que un entrevistado se vaya con mal sabor de boca porque hemos estado media hora con que comía en el McDonald's"

P. Esto se nota en la parte de la vida nocturna. Se trasluce que muchos invitados truncaron su carrera por salir demasiado, pero vosotros nunca seguís preguntando. Esto es algo que un periodista jamás dejaría pasar.

MS. Te voy a hacer una pregunta: ¿tú le preguntarías a un futbolista por esto?

P. Si está en activo, lo negociaría, porque afecta a su carrera. Si está ya retirado, sin duda.

MS. Nosotros dejamos que nos cuenten. Si se ven cómodos hablando de esto, pues quizá le hacemos alguna preguntilla, pero sin que llegue nunca a la incomodidad. Le damos espacio para que se explaye, que nos cuente lo que quiera.

MM. También es que nosotros no le damos tanta importancia. ¿Que alguien no se ha cuidado durante una época? Pues bueno, nos puede pasar a todos. Lo que no queremos es que un entrevistado se vaya con mal sabor de boca porque hemos estado media hora hablando de que comía en el McDonald's o salía por la noche.

placeholder Foto: G. G. C.
Foto: G. G. C.

P. Hay episodios de precariedad incluso en Primera. Me impactó la historia de Iván Pérez, que tuvo que recurrir a Luis Aragonés para que el club le pagase una operación de rodilla. Imagino que en niveles más bajos esto será la guerra.

MM. El tema de la salud es uno de los que no se abordan en el mundo del fútbol. Hemos entrevistado a jugadores que han tenido que pagarse operaciones de 15.000 euros porque su club no quería pagarlo.

MS. Otras veces sucede que los jugadores quieren operarse con especialistas que no cubre el seguro del club. En esos casos el que no entiende la situación es el jugador. Nosotros no nos ponemos del lado del jugador siempre demonizando a los directivos o a los representantes.

Foto: Luis Aragonés, en su última experiencia como entrenador. (Efe)

P. Sois futbolistas, no podéis optar a la neutralidad.

MM. Sí, pero nunca sabes exactamente qué ha pasado en cada caso. Obviamente tenemos una opinión, pero no la expresamos en antena. Que cada uno saque sus conclusiones.

P. ¿Cómo se lleva el saber que cada final de temporada puedes ser despedido, sobre todo de adolescente?

MM. Pues con mucho sufrimiento, pero es que el fútbol es así. Si estás triste por algo, o preocupado, y no has podido jugar bien, te van a dar la patada igual. Hay muchas otras cosas buenas.

P. Desde la ley Bosman es habitual que cualquier jugador reciba ofertas del extranjero. Pero claro, no es lo mismo irse al Ajax que a la segunda albanesa. Muchos viajan sin siquiera haber hablado con el club, no saben lo que les espera.

MS. Sí, esta es la parte de la que más hemos aprendido con el pódcast, porque no sabíamos nada y algunos casos nos han dejado flipando. A algunos les contactan por Facebook, a otros dejándoles notas en un restaurante... y hala, si aceptas tienes que coger un vuelo al día siguiente y que sea lo que dios quiera.

MM. Lo normal es que las ofertas te lleguen por tu representante, pero obvio que no puede tener contacto con los clubes de la liga india o china. Hoy en día, las ofertas llegan por cualquier vía.

P. Lo primero que llama la atención al escuchar vuestro pódcast es que tenéis una constelación de estrellas particular. Tote, Óscar Valentín... o Quini, el delantero del Alcorcón.

MM. ¡Es que Quini es increíble! Un tipo que a los 17 años nunca había jugado en un equipo, solo jugaba en la calle con sus amigos, y que después haya tenido ese carrerón. Los jugadores que han jugado con él siempre le recuerdan como un tipo al que se le caían los goles, y ahí están sus números.

MS. Para mí, ese es el verdadero fútbol.

P. ¿Qué opináis de Jesé, el juguete roto del fútbol español?

MS. Para nosotros es una superestrella, un jugador con una carrera admirable. Piensa que ha jugado en el Bernabéu, ha metido goles, le ha fichado el PSG... y yo le he visto en el Madrid un nivel que decías, '"uf, este es mejor que muchos de sus compañeros". Eso es muy, muy difícil de conseguir. Entonces, juguete roto...

MM. ¡Casi cualquier futbolista firmaría su carrera!

P. ¿Hay cierta miopía en el aficionado?

MS. Hay cierto desconocimiento. Muchas personas se dejan llevar por los comentarios de los demás. Si uno no es titular en el Real Madrid, ya es un paquete. No, no, ese tío es lo mejor de lo mejor, aunque haya otro que juegue mejor. Para nosotros, cualquier futbolista es un rockstar, y es algo que se está perdiendo.

placeholder Foto: G. G. C.
Foto: G. G. C.

P. ¿Qué se está perdiendo?

MS. El considerar a los futbolistas como lo que son, ídolos de la sociedad. Se ha vuelto todo tan hermético que no nos damos cuenta de que son personas que han luchado muchísimo desde niños, que han hecho mil renuncias y que han pasado por momentos muy malos. Joder, todo eso hay que admirarlo, valorarlo en su justa medida, haya acabado en el Barcelona o en el Numancia.

Y te lo dice uno que ha sacrificado parte de su infancia por el fútbol y no ha llegado a nada. La gente escucha lo que gana un futbolista y se queda con la cifra, pero lo que no piensa es que ese jugador ha pasado por cosas que lo mismo tú no podías haber aguantado.

MM. Luego hay invitados que te dicen que nunca han tenido el sueño de ser profesionales, que simplemente iban año a año a ver si podían vivir de esto. O el futbolista Álvaro Rodríguez, que nos dijo en el pódcast que para él el éxito era jugar en un campo con público. Con eso se quedaba satisfecho.

P. ¿De niños sentisteis la presión en casa?

MM. Yo no. Mi familia tiene los pies en la tierra y siempre hemos tenido claro lo difícil que es llegar a Primera División. También es cierto que, con el paso de los años, vas viendo cosas que te sirven para reevaluar tus expectativas.

Al final, unos padres que exigen, te van a exigir en el fútbol, en los estudios y en cualquier cosa. Pero es verdad que el fútbol saca la peor cara de la gente. De niño he escuchado unas barbaridades en la grada... que piensas, joder, si esto lo está gritando en público, qué no le dirá en casa a su hijo. Hay todavía gente que se cree que si su hijo no es Messi es porque no se esfuerza lo suficiente.

"Hay padres que piensan que su hijo no es Messi porque no se esfuerza lo suficiente"

P. ¿Por qué no hay futbolistas mujeres en el pódcast?

MS. Porque todavía no hemos conseguido que vengan. Estamos negociando desde hace tiempo con algunas, pero por ahora no se ha dado.

MM. Sí, sí, nosotros somos los primeros interesados en las historias del fútbol femenino.

P. ¿Qué planes de futuro tenéis para el pódcast?

MS. Estamos empezando a hacer tertulias para traer temas, para no depender solo de historias. Vamos a hablar de nutrición, gestión patrimonial, big data...

MM. ¡El principal plan para este año crecer en audiencia, claro! (ríe)

Sucedió una fría noche de otoño de 2005. El Madrid perdía 2-0 en Riazor cuando su técnico, el olvidadísimo Wanderlei Luxemburgo, señaló a Beckham como culpable del desaguisado. El brasileño explicaría después, en rueda de prensa, que Becks estaba jugando en el centro del campo y que el equipo necesitaba un revulsivo por la banda. El estímulo fue el hispanoguineano José Ángel Balboa, un extremo de 20 años que pasaba por ser la perla de una cantera que contaba con nombres como Borja Valero, Luis Filipe o Roberto Soldado.

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