"Los sentaba de culo con sus cabriolas". El origen de Brahim Díaz, el niño prodigio de Málaga

El genio del humilde barrio malagueño de Dos Hermanas deslumbra en la Champions con el Real Madrid. Todo ha ido muy rápido en la vida de Brahim Díaz. Aquí están sus orígenes, donde se le veía el talento que tenía con el balón en los pies. Del barrio al equipo del Mortadelo y de aquí al Club Deportivo Tiro Pichón como pasos previos a llegar a la cantera del Málaga. En el camino se le cruzó el fuerte interés del Barcelona y el jeque del Málaga no lo pudo retener.

Pero no se fue al Barça. Apostó por el Manchester City, irse a Inglaterra con 14 años. Dejar España fue duro, pero el esfuerzo ha compensado. El regreso, tras pasar por Italia y el Milan, compensa con la satisfacción que tiene de jugar en el Real Madrid y empezar a ser un futbolista reconocido.

Lo que tiene de diferente Brahim Díaz no es solo un talento prodigioso que le lleva a marcar golazos como el conseguido contra el Leipzig. Es un buscavidas. Ha desarrollado una personalidad madura y competitiva desde que era un chico al que le ponían a jugar con otros chavales de mayor edad y tenía claro que para ser futbolista profesional tenía que formarse en Inglaterra, Italia y llegar hecho a España.

En el CD Tiro Pichón empezó lo serio cuando su padre (Sufiel Abdelkader) decide que tiene que llevarle a una escuela de tecnificación en la que pueda pulir su talento. Empieza la competencia, la exigencia y a verse el nivel de un chico superdotado para el fútbol. Es su rampa de lanzamiento, donde está el aprendizaje para perfeccionar los regates, cómo superar rivales, los marcajes y leer el juego de equipo. Lo que nunca le enseñaron es a conducir la pelota. No hacía falta. Brahim era un salvaje, alucinante para sus compañeros y desesperante para los rivales que sufrían intentando frenarle y quitarle la pelota.

Los partidos que jugaba se llenaban de aficionados que acudían con expectación a no perderse su fútbol desequilibrante y de fantasía. Por Málaga corría como la pólvora que había un niño que jugaba como Messi.

En el CD Tiro Pichón hay un campo que lleva su nombre. No solo ha dejado huella por sus inicios en esta escuela. Brahim mantiene el contacto con los que le vieron crecer como futbolista y persona, visita las instalaciones en sus vacaciones y colabora para que sigan saliendo más talentos.

Madrugar para verlo

Juan Jesús Fernández era el coordinador del CD Tiro Pichón en la época que llegó Brahim Díaz, conoce de primera mano qué tiene y cómo ha conseguido, con tesón y talento, llegar a la élite del fútbol. "Brahim tenía el desparpajo que se ve ahora. Ese fútbol innato que no se puede enseñar a nadie y que desde muy pequeño ves que es natural. Yo lo que recuerdo es que se ponía a hacer regates, bicicletas, cabriolas y mareaba a los mayores. Los sentaba de culo. Lo hacía hasta con su entrenador (Jaime) que fue futbolista", cuenta para El Confidencial.

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Recuerda con asombro la cantidad de público que asistía a los partidos que jugaba el equipo de Brahim: "Era impresionante ver cómo la gente madrugaba un sábado para ir a verlo. Hacían cola para entrar. Era un niño superlativo para su edad, que te dejaba con la boca abierta por la facilidad para conducir el balón, cómo encaraba y los goles que hacía. En Málaga se conoció que había un chico muy bueno y se lo llevó el equipo de la ciudad. El jeque lo fichó y le dio trabajo a su padre. En el Málaga también arrasó y el Barcelona estaba como loco por él. Pero se fue al Manchester. Él siempre tuvo muy claro desde pequeño que quería ser futbolista y comer de esto".

A Juan Jesús no le sorprende el buen momento de Brahim Díaz, que sea un jugador capaz de ganar partidos en el Real Madrid, porque "siempre ha sido muy competitivo y muy maduro. Pero verle tan pequeño cómo se imponía a los adultos es lo que te hacía ver que iba a triunfar en el fútbol. Yo lo decía en su momento y no me he equivocado".

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Salvi Ávila es otra de las personas que vivió los orígenes de Brahim Díaz en la escuela futbolística. Era el presidente del CD Tiro Pichón y, al igual que Juan Jesús, no le sorprende el nivel al que ha llegado el malagueño: "Tampoco vamos a descubrir la pólvora. Brahim tenía algo diferente y desde que llegó con cinco años se le vio que era un chico con mucha madurez. Era muy listo. Sabía cómo posicionarse para hacer los controles del balón, evitar los contactos y moverse entre líneas. Lo increíble es que jugaba por encima de su categoría".

Brahim Díaz no sorprende a los que le conocen desde que era un niño y están orgullosos de que haya podido demostrar todo su talento en la alta competición, pero para ello necesitaba que Ancelotti confiara más en su fútbol. Las oportunidades que ha tenido las ha aprovechado y el Bernabéu, los aficionados del Real Madrid, ovacionan y vibran sus cabriolas. En el barrio y en el CD Tiro Pichón están muy pendientes de si Luis de la Fuente confía en él para ir a la Selección.