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El año en que ellas ganaron su Mundial y Rubiales confundió Sídney con Salobreña
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EL DOBLE ÉXITO DEL FÚTBOL FEMENINO ESPAÑOL

El año en que ellas ganaron su Mundial y Rubiales confundió Sídney con Salobreña

El triunfo de la Selección española femenina de fútbol provocó que el presidente de la RFEF se mostrara como realmente es y dejara en evidencia al Gobierno, que le estuvo protegiendo

Foto: Hermoso y Putellas, tras ganar los cuartos de final del Mundial. (RFEF)
Hermoso y Putellas, tras ganar los cuartos de final del Mundial. (RFEF)

Deportivamente hablando, 2023 pasará a la historia como el año en el que el fútbol femenino español vivió un auténtico infierno, pero paradójicamente acabó tocando el cielo. Y no solo con la conquista de su primer Mundial, sino, como consecuencia de este éxito que tanto sacrificio supuso para algunas futbolistas, provocando la caída del hasta entonces intocable Luis Rubiales, quien confundió Sídney con Salobreña y fue lapidado por menos de lo que anteriormente pudo ser inhabilitado.

En estas fechas en las que tanto se estila hacer resúmenes del año que termina, no está de más recordar que solo el bochornoso comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) nada más acabar la final contra Inglaterra, obligó al Gobierno que tanto le había protegido a acelerar, ahora sí, su inhabilitación, algo de lo que en primera instancia se encargó de hacer la FIFA, con mucha más cintura y decisión que el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Foto: Rubiales, con Vilda y Del Amo, antes de un partido. (EFE)

El problema es que en España el contencioso de Rubiales con el fútbol femenino venía de lejos. Lo adelantamos en este diario el 28 de agosto de 2022, es decir, poco más de un año antes de ganar el Mundial: "Las capitanas del Barça llaman a Rubiales para pedirle la destitución del seleccionador nacional". Una noticia que el propio expresidente de la RFEF confirmó el pasado 13 de diciembre: "Determinadas futbolistas me dijeron que echase a Vilda. Quien haya dicho que no pidieron la cabeza de Vilda... Me lo pidieron a mí directamente en una conversación".

Aunque es cierto que todo lo que diga el dimitido e inhabilitado dirigente en estas entrevistas furtivas hay que ponerlo en cuarentena, la verdad tarde o temprano sale a relucir. Sobre todo cuando una de las partes ya no tiene nada que perder, porque lo ha perdido todo. En el caso de Rubiales, su millonario modo de vida, además de la dignidad en la famosa asamblea en la que hasta cinco veces dijo que no iba a dimitir, para terminar haciéndolo. Lo peor es que quienes aquel día le aplaudieron , con su testaferro Pedro Rocha a la cabeza, aún siguen en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sin convocar elecciones ni visos de que vayan a hacerlo.

"Querían su cabeza y como yo no se la di..."

"Querían su cabeza y, como yo no se la di y con Jorge hemos sido campeonas del mundo, pues vieron el cielo abierto con la oportunidad y dijeron, con este teatro nos llevamos por delante a Vilda y a Rubiales. Fue una venganza", asegura el de Motril. Precisamente intentando vengarse él de unas futbolistas de las que, como el ladrón, piensa que son de su condición. Aunque quizás en este caso no le falte razón. La sonrisa de Alexia Putellas a la salida de los juzgados de Barcelona tras declarar en el caso de su amiga y compañera Jenni Hermoso es la mejor imagen de la venganza de las futbolistas.

placeholder Las jugadoras de la Selección celebran su victoria en el Mundial. (EFE/Dean Lewins)
Las jugadoras de la Selección celebran su victoria en el Mundial. (EFE/Dean Lewins)

Que la Selección española femenina ganara el Mundial después de todo lo vivido, con ausencias de jugadoras muy importantes y a pesar de Vilda, demuestra el talento de las futbolistas, pero también su capacidad para sobreponerse a circunstancias muy adversas como las que sufrieron antes y durante la competición. Sin olvidarnos de las siete, a saber, Mapi León, Patri Guijarro, Claudia Pina, Lola Gallardo, Nerea Eizagirre, Amaiur Sarriegi y Ainhoa Moraza, que incluso se sacrificaron y no lo disputaron al negarse a cumplir las exigencias de la RFEF para ser convocadas.

"Nosotros nos hemos quedado con las que han querido estar siempre y hemos olvidado a las personas con resentimiento", llegó a decir antes de la final contra Inglaterra un envalentonado Rubiales. Sin embargo, después de perder la protección de la que gozó por parte del Gobierno, gracias en gran parte a la estrecha relación con Pedro Sánchez de su otrora hermano Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), el inhabilitado presidente de la RFEF ha terminado denunciando que "hemos estado muy solos por un chantaje que hemos sufrido".

"Que nadie olvide que esto se gana a pesar de él"

Como escribió antes de la final una representante del fútbol femenino español como Andrea Menéndez, "cuando se hable de este Mundial que vamos a ganar, porque lo vamos a ganar, que nadie se olvide de la verdad: llegaron ahí ellas. Las que se quedaron para achicar agua, las que volvieron para remar y las que tuvieron que saltar para salvarse. Era un bote sin capitán, siempre lo ha sido y, mientras siga, lo será. Cuando bese su medalla, que nadie olvide que esto se gana a pesar de él, por él nunca". Andrea se refería a Vilda, pero era extensible a quien le sostuvo.

Foto: Rubiales, entre Cueto (d) y Camps (i), en Las Rozas. (EFE)

De hecho, lo del beso fue toda una premonición de lo que estaba por venir. Si Rubiales ya se pasó de la raya en el palco de Sídney al transgredir los límites permitidos o que deben respetarse, su comportamiento en la entrega de esas medallas le exhibió en estado puro y el piquito a Jenni Hermoso, según la delantera madrileña "no consentido", le condenó por todo lo que anteriormente el Gobierno le consintió.

Empezando por las presuntas irregularidades que cometió al frente de la RFEF y que ahora parecen interesar a los socios de Sánchez, hasta el punto de que los grupos Republicano y EH Bildu, junto a Podemos y el BNG, han registrado en el Congreso la solicitud de creación de una comisión de investigación, y acabando por lo sucedido en Salobreña. Un turbio asunto que fue denunciado por su propio tío ante la Fiscalía, pero que entonces no interesó, de ahí que luego pasara lo que pasó y tuvieran que ser ellas las que acabaron con Rubiales. Lo que se dice un doblete en toda regla.

Deportivamente hablando, 2023 pasará a la historia como el año en el que el fútbol femenino español vivió un auténtico infierno, pero paradójicamente acabó tocando el cielo. Y no solo con la conquista de su primer Mundial, sino, como consecuencia de este éxito que tanto sacrificio supuso para algunas futbolistas, provocando la caída del hasta entonces intocable Luis Rubiales, quien confundió Sídney con Salobreña y fue lapidado por menos de lo que anteriormente pudo ser inhabilitado.

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