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¿'Quo vadis', RFEF? El misterio detrás del gran tapado para dirigir el fútbol español
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Posible desembarco desde Zúrich

¿'Quo vadis', RFEF? El misterio detrás del gran tapado para dirigir el fútbol español

Mano derecha de Infantino, director legal de la FIFA y con pasado en la Federación de Villar. Tanteó las aguas para presentarse en 2017, pero dio marcha atrás ante una debilidad que le podría perseguir de cara a las elecciones

Foto: Emilio García Silvero, en una conferencia de FIFA. (EFE/Alex Cruz)
Emilio García Silvero, en una conferencia de FIFA. (EFE/Alex Cruz)

"Estamos hablando de unas de las personas de máxima confianza de Infantino, probablemente del quinto hombre con más poder dentro de la FIFA", aseguran fuentes de la institución. Tiene apenas 46 años y ya ha desempeñado algunos de los cargos más relevantes en el organigrama del fútbol europeo y mundial. Y ahora, tras el adiós definitivo de Rubiales y con las elecciones a la presidencia de la RFEF a la vuelta de la esquina, quizás haya llegado el momento para que cumpla una de sus mayores ambiciones laborales: ser el presidente del fútbol español.

Su nombre es Emilio García Silvero (A Coruña, 1977) y es uno de los nombres tapados, aunque más ha sonado de manera soterrada, pero constante, para tomar las riendas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas desde que se confirmó el adiós definitivo de Rubiales al frente de la Federación. García Silvero es abogado de profesión, con un paso por Harvard incluido y doctorado por la Universidad Rey Juan Carlos. Además, cuenta con experiencia en la RFEF, dado que fue el director legal de la institución de 2006 al 2012, con Ángel María Villar como presidente.

Foto: Rubiales, al salir tras declarar en la Audiencia Nacional. (EFE/Sergio Pérez)

A Zúrich llegó en 2018 de la mano de Gianni Infantino, con el que había trabajado cuando este ostentaba la presidencia de la UEFA. Allí encabezó el área de Integridad del máximo órgano del fútbol europeo durante cinco años, suficientes para ganarse la confianza de un Infantino que lo reclamó a Zúrich para que se hiciera cargo de dirigir el área legal de la FIFA.

"Pero todo el mundo sabe en el departamento legal que Emilio siempre ha querido ser presidente de la Federación. Es algo que se ha comentado más de una vez", apunta el periodista francés Romain Molina, quien conoce los mecanismos de poder interno de la institución más importante del mundo del fútbol. "Emilio García e Infantino son personas muy cercanas, Gianni (Infantino) siempre que le ha pedido cosas a Emilio, ha cumplido", añade.

placeholder Emilio García Silvero, en una conferencia de la FIFA en México a principios de año. (EFE)
Emilio García Silvero, en una conferencia de la FIFA en México a principios de año. (EFE)

La importancia de Emilio en el organigrama FIFA fue relevante para la caída de Luis Rubiales. Ambos mantenían una fuerte rivalidad personal. Quizás desde que Rubi accedió a la presidencia de la RFEF, en 2018, en unas elecciones en las que García Silvero tanteó por primera vez las aguas para ponerse al frente de la Federación. "Entonces lo mató la falta de apoyos entre las territoriales. Tenía una propuesta demasiado rupturista con el modelo federativo", sostienen fuentes cercanas al proceso electoral de entonces.

Sin embargo, ante el terremoto desatado por Rubiales en plena ceremonia de la final del Mundial Femenino, la FIFA actuó a una velocidad inusitada para muchos y hay gente que ve —pese a que el organismo encargado de sancionar al ahora exdirigente es independiente— la alargada sombra de García Silvero detrás de ello. "En la FIFA hay cargos de gran relevancia que tienen una gran importancia en diversos casos. Y cuando sucedió todo lo de Rubiales, mucha gente ya asumió que ese había sido su final", reflexiona Molina.

Un hombre de fútbol... con detractores

"Cada industria es específica, tiene sus propias características. No entiendo que tengamos que buscar a nadie de fuera de la industria del fútbol. Para ser presidente de la Federación hay que conocer muy bien la reglamentación, conocer bien a las personas, especialmente a las federaciones autonómicas. Tenemos que ser capaces de tener a una persona del sector que sea capaz de tener una visión en pro de la institución", asegura la abogada de FUTPRO, Reyes Bellver, al ser preguntada por las características que ha de aunar el futuro presidente del organismo federativo.

García Silvero encaja en esa descripción. Con una precoz carrera, consolidada en los principales estamentos mundiales del balompié, pocos presidenciables podrán reunir un currículum tan excelso como el del actual director legal de la FIFA. El problema se antoja en que, para acceder al cargo, deberá granjearse el favor de quienes en el pasado le hicieron echarse atrás su candidatura a dirigir la RFEF.

placeholder Fachada de la sede de la RFEF. (Europa Press/Diego Radamés)
Fachada de la sede de la RFEF. (Europa Press/Diego Radamés)

En 2018, en plena caída de la estructura Villar, sus intenciones quedaron en nada antes siquiera de iniciar el proceso que acabó con Rubiales como presidente. Según se indicó entonces en El País, algunos de los puntos de su programa eran difíciles de asumir para la Asamblea. Entre ellos destaca su intención de no nombrar a ningún presidente territorial como vicepresidente, alejando además de ellos el área de control económico. También planteaba el hecho de sacar a contrato público cualquier proyecto de obras o servicios que superase el importe de los 150.000 euros.

Demasiados cambios para un estamento que hasta ahora ha sido controlado de forma endogámica por perfiles que han atesorado un gran poder sobre los designios del deporte más seguido y practicado de nuestro país. "Hay que ver si ahora, con todo el foco puesto y sin que las personas que les han reído las gracias lo sigan haciendo, si las cosas pueden cambiar. Desde luego que hay que buscar que sepa que a lo que va es a limpiar el nombre de la Federación, a que esta cumpla con el objetivo social que tiene", indica una fuente que ha pisado los despachos más altos del deporte español y con pleno conocimiento de los entresijos de la RFEF, que resalta las posibles dificultades para atraer a nombres como el de Emilio García Silvero.

"Al final, para poder conseguir a un gestor de ese perfil, tienes que poder garantizarle que va a tener margen para desarrollar un plan razonable", sostiene esta misma persona. Ahí radica el mayor problema para García Silvero o cualquier otra persona que quiera cambiar la forma en la que se hacen las cosas en una Federación que acumula demasiadas manchas en el historial (Operación Sulé, Supercopa Files o el problema con el fútbol femenino). Porque cualquier candidato que quiera romper con la etapa más oscura de la Federación deberá contar con los mismos que, hasta ahora, han hecho mucho —colaborando o aplaudiendo— para que la RFEF viva sus días más negros.

"Estamos hablando de unas de las personas de máxima confianza de Infantino, probablemente del quinto hombre con más poder dentro de la FIFA", aseguran fuentes de la institución. Tiene apenas 46 años y ya ha desempeñado algunos de los cargos más relevantes en el organigrama del fútbol europeo y mundial. Y ahora, tras el adiós definitivo de Rubiales y con las elecciones a la presidencia de la RFEF a la vuelta de la esquina, quizás haya llegado el momento para que cumpla una de sus mayores ambiciones laborales: ser el presidente del fútbol español.

Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales
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