El salto a la élite de Raúl al Villarreal le deja con menos opciones de coger el Real Madrid

El Villarreal se lanza a por Raúl González Blanco tras la destitución de Quique Setién. El club castellonense le ve preparado para entrenar en la máxima categoría del fútbol español, pone en valor su trayectoria en el Castilla y considera que tiene los conocimientos y una personalidad carismática para sacar rendimiento de la plantilla. Su filosofía y métodos de trabajo, su propuesta futbolística, encajan en la idea que tiene el presidente Fernando Roig. Raúl está ante una decisión personal difícil porque su salida del Castilla le haría perder la carrera por ser el sucesor de Ancelotti.

A Raúl le costó muy poco llegar al primer equipo del Real Madrid como jugador y se le está haciendo una eternidad alcanzar el puesto de entrenador. La precocidad que tuvo como futbolista (debutó a los 17 años en Primera división) no la tiene como técnico. Lleva cinco años de formación como entrenador en las categorías inferiores, con éxitos importantes como la consecución de la Youth League, la denominada Champions juvenil y tres años en el Castilla, en los que ha potenciado el talento de los chicos y ha estado cerca del ascenso a la Segunda División. La pasada temporada se quedó a cinco minutos de conseguirlo en la eliminatoria contra el Eldense.

Este trabajo y sus métodos para gestionar y sacar el mejor rendimiento individual de jóvenes jugadores no ha pasado desapercibido en España y en el extranjero. Clubes de Alemania, en especial el Schalke 04, e Inglaterra, como el Leeds, han llamado a su puerta en los dos últimos años. La postura de Raúl ha sido la de esperar y dar prioridad al Real Madrid. Su hoja de ruta pasa por seguir su trabajo en el Castilla y comprobar si el club le considera un candidato firme para coger el primer equipo. Estar dentro del organigrama de los técnicos es importante para dar el salto. Pero puede sufrir un giro. La pasada temporada ya sonó su nombre en momentos de dudas con Ancelotti. Pero no fue el único. Había más candidatos y de todos los posibles llamó la atención el de Arbeloa, al que la grada del Bernabéu le hizo un homenaje por ganar un título con el juvenil.

Un desafío y un escaparate

Raúl es perseverante, ambicioso y madridista. No quiere renunciar a su sueño de entrenar al Real Madrid, pero la oferta y el fuerte interés del Villarreal generan un dilema. El salto a la Primera División es un desafío y, a la vez, un escaparate para continuar creciendo en los banquillos y comprobar de qué pasta está hecho.

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El Real Madrid, en las conversaciones que tiene Raúl con los dirigentes, no le garantiza el primer equipo. Está dentro de la planificación del club, se le considera un hombre de la casa, hablan de un trabajo con resultados positivos en el juvenil y el Castilla, pero se remiten a Carlo Ancelotti como el técnico que tiene que construir un equipo en el que jóvenes como Tchouaméni, Camavinga, Fede Valverde, Rodrygo y Vinícius están en una temporada donde tienen más protagonismo. El club mantiene la confianza en Ancelotti por su conocimiento de estos futbolistas y la gestión con los veteranos Modric y Kroos.

Raúl es una opción, pero no la única si el técnico italiano no continúa la próxima temporada. En esta lista ocupa un lugar preferente Xabi Alonso, que está haciendo un buen trabajo en el Bayer Leverkusen. Zidane sigue sin equipo y no se le puede descartar. No vale cualquiera para coger el banquillo del Real Madrid, y a Raúl se le puede hacer larga la espera. Estos son los motivos que llevan a una leyenda del madridismo, que tuvo una etapa de 16 temporadas de jugador en el Real Madrid, con tres Champions, a plantearse la oferta del Villarreal. Ni el Real Madrid ni Raúl se cierran las puertas.