Luis Rubiales no quiere recibir a las 15 rebeldes juntas y solo lo haría al estilo Vilda, una por una

Solo después de comprobar que en el primer amistoso disputado por la Selección femenina en Ibiza, frente Noruega (4-2) y con tan solo 2.336 espectadores, el ambiente fue tranquilo, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se animó a asistir al segundo, también en Can Misses, esta vez contra China (3-0) y con un poco más de público en las gradas, concretamente 3.211 espectadores. Si su objetivo era evitar un clima hostil, puede decirse que la RFEF lo consiguió al aislarse en Ibiza, aunque ello fuera una vez más en perjuicio de un fútbol femenino en claro retroceso en España, especialmente en lo que la asistencia a los campos se refiere.

Antes del citado partido ante China, Rubiales también se dejó ver en el hotel de concentración de las internacionales españolas. Como viene siendo habitual, y al igual que sucedió, por ejemplo, con el reencuentro en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de la azulgrana Irene Paredes y el seleccionador, Jorge Vilda, el departamento de comunicación de la RFEF se encargó de recoger, editar y distribuir las imágenes del presidente yendo mesa por mesa, besando a todas las futbolistas y deteniéndose a hablar con algunas, afablemente con las madridistas y con más frialdad en los casos de la mencionada Paredes y Jennifer Hermoso.

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Tal y como informamos la semana pasada en este diario, las 15 futbolistas que se mantienen firmes en su postura de no acudir a la Selección mientras algunas cosas no cambien, y aunque ello les suponga perderse el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, están dispuestas a sentarse a negociar con el presidente de la RFEF. Sin embargo, según fuentes del entorno de este grupo de jugadoras que, más por dignidad que orgullo, se niegan a plegarse a las exigencias de la RFEF, Rubiales no está dispuesto a reunirse con las 15, con dos de ellas, probablemente Aitana Bonmatí y Mapi León, ambas pesos pesados del FC Barcelona, ejerciendo de portavoces. ¿No dicen en la RFEF que aún están esperando que las jugadoras les expliquen cuáles son los motivos concretos de su protesta?

Al igual que hizo Jorge Vilda con el resto de sus compañeras en la primera convocatoria tras el motín, el presidente prefiere recibirlas una por una en la Ciudad del Fútbol y se supone que acompañado. Ya sea por el propio seleccionador, a quien defiende como voto en urna, el presidente del Comité Técnico del Fútbol Femenino, el navarro Rafael del Amo, o quién sabe si incluso por su director de Integridad y Seguridad, Alfredo Lorenzo, a quien precisamente se le señala como el encargado de haber hecho cambiar de opinión a las futbolistas del Real Madrid.

La conexión Lorenzo-Rossell-Florentino

Según cuentan en Las Rozas, este Inspector Jefe de la Policía Nacional en excedencia, que antes de trabajar en la RFEF ocupó el mismo cargo en LaLiga, mantiene una estrecha relación con Ana Rossell, la directora deportiva del club que preside Florentino Pérez, quien, según fuentes citadas por el diario El País, "les dijo a las jugadoras del Madrid que no se metieran en líos". De aquí la "traición", como tildan las rebeldes a la actitud de sus compañeras, tras reunirse Vilda una a una con las futbolistas, la mayoría del Real Madrid en ausencia de las del FC Barcelona, lo único que Rubiales parece estar dispuesto a hacer con las 15.

Por mucho que el cuestionado seleccionador saque pecho, los resultados de los nueve amistosos que ha disputado España desde el motín, saldados con siete victorias, un empate y una derrota, no solo son engañosos, sino que no pueden tapar el hándicap que supone jugar sin algunas de sus mejores futbolistas. Eso y que el grupo, se quiera o no, está fracturado. A la espera de lo que decida Alexia Putellas, los regresos de las veteranas Hermoso y Paredes, quienes apoyaban la revuelta, son un mal ejemplo para las más jóvenes, hartas de escucharles decir que debían levantar la voz para reivindicar el fútbol femenino y ahora les dejan tiradas.

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Mientras en Canadá dimitió el presidente de la federación, en Chile lo hizo el cuerpo técnico y en Francia cayeron ambos, presidente y seleccionadora, en España no ha pasado nada. Spain is different!, rezaba el eslogan de la campaña turística lanzada por el ministerio dirigido por Manuel Fraga en los años sesenta, aunque la expresión sigue vigente para calificar situaciones estrambóticas, como la que precisamente se vive en el fútbol femenino español. Normal, con un Consejo Superior de Deportes (CSD) que no ha movido un dedo para intentar cambiar la situación y la mayoría de los medios normalizando una situación impensable en el fútbol masculino. ¿Esta es la igualdad de la que hablan algunos, curiosamente los que a continuación añaden algunas?